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Los efectos de la globalización son el resultado de la creciente interdependencia de las economías nacionales. Este proceso se caracteriza por el aumento de las transacciones económicas tanto en volumen como en la variedad de los bienes y servicios que se intercambian, junto con un aumento de la circulación de los capitales y, en menor medida, de la mano de obra.
Pero hay un factor más que es crucial para entender cómo afectará esta globalización a la economía y a la vida de las personas: el desarrollo de las nuevas tecnologías. En este sentido, la automatización de los procesos empresariales será una clave para entender el nuevo mundo global y sus efectos, no siempre positivos.
Los Gobiernos nacionales y los organismos internacionales han tomado medidas para favorecer la globalización económica y, aunque hay signos de marcha atrás en algunos países, el proceso histórico parece inevitable. A continuación, se enumeran una serie de factores que definen este nuevo modelo de relaciones económicas entre los países de todo el planeta.
Las señales de la globalización económica pueden mostrar su cara amable en los países que están en vías de desarrollo. El acceso de los Gobiernos a préstamos extranjeros permite construir infraestructuras (carreteras, presas o puertos, por ejemplo) y equipamientos (escuelas, hospitales, etc.). Esto redunda en sus habitantes y logra aumentar su nivel de vida.
La globalización abre las puertas al comercio libre entre las naciones, lo que permite un mayor y mejor acceso a mercados que antes estaban cerrados. El beneficio es inmediato, no a largo plazo, y de eso se aprovechan sobre todo las industrias de los países en desarrollo. Pasan de depender de mercados locales a tener la posibilidad de vender sus productos en muchos lugares más, lo que les posibilita elegir los mejores precios y condiciones.
Además, estos mayores ingresos hacen que las empresas puedan invertir en tecnología y, así, competir mejor en los mercados locales e internacionales. De esto no solo se beneficia la gran industria, sino que muchos de sus proveedores y pequeñas empresas auxiliares también ven aumentado su volumen de negocio, ya que la demanda es mayor. En el futuro estos efectos se podrán mantener si la economía mundial no sufre alguna recesión importante que lleve al cierre de algunos grandes mercados, como el estadounidense o el chino.
Pero la globalización también tiene su cara negativa. Es cierto que las nuevas oportunidades en los países en desarrollo les permiten reducir su tasa de desempleo; sin embargo, no todos los empleos están bien remunerados. La diferencia entre lo que cobran los trabajadores instruidos y los que no tienen formación se agranda. Otras personas no tendrán acceso a trabajos porque los puestos nuevos serán para los que tengan estudios.
En estos países la brecha salarial podría reducirse en el tiempo si aumenta la inversión en educación, pero a corto plazo las diferencias se harán más notorias. Muchos de los que hoy son pobres serán más pobres.
Relacionado con la globalización y con la llamada cuarta revolución industrial, el desempleo aparece como otro aspecto negativo de este proceso. La digitalización y las nuevas tecnologías que se van implementando en todos los sectores hacen que la mano de obra no cualificada sea menos necesaria. Tanto en los países en desarrollo como en los ya desarrollados se hace necesario invertir en formación para adaptar el mercado laboral a las nuevas demandas. Sin embargo, muchos trabajadores ya no podrán reciclarse y perderán sus puestos de trabajo.
En su encuentro anual en Davos (Suiza) el Foro Económico Mundial estimó en 2016 que en los próximos años se perderán cinco millones de empleos en las primeras quince economías del mundo. Con mucha diferencia, los trabajadores más castigados serán los administrativos, seguidos por los de producción de manufacturas. Mucho menor será el impacto en el sector de la construcción y en el resto de los empleos.
Por el contrario, la tendencia al alza la verán los trabajadores de ventas; arquitectura e ingeniería; informática y matemáticas; gestión, y negocios y finanzas, que serán los más demandados. Se evidencia, por tanto, que hay un progresivo cambio hacia la automatización que hará prescindir de muchos puestos administrativos y estos trabajadores o se reciclan o pasarán a engrosar la lista de desempleados. Esto no significa que los trabajadores del resto de los sectores puedan mantenerse como hasta ahora. La formación pasará a ser necesaria durante toda la vida laboral.
En conclusión, la globalización económica tiene ventajas y desventajas que afectan a la forma en la que la sociedad perciba sus efectos. Así para unos, el mejor efecto puede ser el aumento del nivel de vida en los países en vías de desarrollo. Y para otros están el aumento de la desigualdad económica y la pobreza, también en los países desarrollados, y el desempleo. Pero también hay que tener en cuenta, que las ventajas y desventajas de la globalización en el mundo actual, van más allá del factor económico.