Desde el inicio de la pandemia, las empresas gacela se han convertido en una especie en extinción dentro del ecosistema empresarial español. Apenas quedan algo más de 4.000 compañías consideradas como tal, después de que la crisis de la Covid haya reducido su número en un 30 %. Sin embargo, si tenemos en cuenta los datos entre 2017 y 2020, el impacto de estas compañías en el mercado laboral y productivo es realmente notable. Durante ese período, fueron capaces de generar 300 000 puestos de trabajo y solo destruyeron 75 000 empleos.
Un saldo positivo que evidencia la importancia de este tipo de empresas, que a menudo se confunden con las startups. Nada más lejos: las empresas gacela no tienen por qué ser proyectos tecnológicos emprendidos por unas pocas personas. Al contrario, se trata de compañías que duplican su tamaño en un breve periodo de tiempo. Y partiendo de un tamaño inicial mínimo de diez empleados. Por eso, un reciente estudio de la Fundación Cotec señala que solo un 0,53 % de este tipo de organizaciones proceden de una startup. El resto son pymes innovadoras.
Sea como fuere, a pesar del frenazo que ha supuesto la pandemia, continúa habiendo cerca de un 40 % más de empresas gacela que durante la crisis financiera de 2008.
Además del tamaño de la plantilla, el otro requisito de las empresas gacela es que experimenten un crecimiento anual superior al 20 % durante tres años consecutivos, como mínimo. Es decir, que crezcan a una velocidad rápida pero también constante. De ahí su nombre, en referencia a las carreras de las gacelas cuando huyen de sus depredadores en el mundo natural: cuanto más distancia recorren, más probabilidades de supervivencia tienen.
Podrían definirse como aquellas que operan en sectores tradicionales buscando el elemento diferencial para imponerse en la competencia con otras compañías
En el ecosistema empresarial, esto se traduce en una carrera de fondo en la que las compañías deben gestionar la ventaja inicial -por ejemplo, contar con 10 empleados o más-, pero sin dejar de acelerar en ningún momento para no quedarse atrás. ¿Cómo lo consiguen? Teniendo en cuenta su naturaleza, podrían definirse como aquellas que operan en sectores tradicionales buscando el elemento diferencial para imponerse en la competencia con otras compañías.
En este sentido, existen una serie de características que definen a las empresas gacela:
Si bien este tipo de compañías no son en sí mismas indicadores clarividentes de los sectores de mayor crecimiento económico a largo plazo, sí pueden suponer una vía de entrada a nuevos nichos. Un buen ejemplo es el de Travelperk, una empresa que se dedica a gestionar viajes de empresa de forma automatizada, algo inexistente hasta su lanzamiento en 2016. Otro caso conocido es el de las aplicaciones que permiten pagar el estacionamiento regulado de vehículos sin necesidad de utilizar el parquímetro.
Dada su naturaleza, las empresas gacela son más rentables que el resto de compañías del mercado
Sectorialmente, la gran mayoría de las empresas gacela en España tienen que ver con la innovación. Y aunque casi todas se basan en nuevas tecnologías, el sector TIC no es el que más presencia tiene. Según el citado informe de Cotec, el I+D representa el sector de mayor crecimiento, pasando en pandemia del 14 % al 22 %. Otros sectores fértiles para este tipo de compañías son las telecomunicaciones, los suministros o los servicios financieros.
Cabe destacar que antes de la crisis del coronavirus las empresas gacela suponían algo más del 6 % del total de pymes en España. Tras la pandemia, solo representan el 4,4 %. Por comunidades autónomas, Madrid se sitúa a la cabeza con 944 empresas gacela. Por detrás se encuentran Andalucía y Cataluña (613 cada una), y Comunidad Valenciana (475). En estas cuatro regiones se concentra el 70 % de este tipo de compañías en España.
startups y empresas gacela
Decíamos al comienzo del artículo que la proporción de empresas gacela que proceden de una startup es prácticamente residual. Sin embargo, cuando se produce este hecho se observa un crecimiento mucho mayor que en el resto de compañías de este tipo. De hecho, antes de la pandemia las startups convertidas en empresas gacela multiplicaron por siete su facturación y por seis su número de empleados.
Y el ecosistema tiene una importancia capital: el 85 % de las startups convertidas en empresas gacela se ubican en Madrid, Barcelona o Valencia. Un dato que concuerda con el de los epicentros tradicionales de startups en España. Y que evidencia otra consecuencia lógica: las startups que desarrollan su actividad en estos epicentros son mucho más propensas a convertirse en empresas gacela que el resto.
Todo ello nos lleva a preguntarnos: ¿las empresas gacela podrían considerarse la evolución natural de las startups? Por un lado, no todas las empresas gacela son startups. Sin embargo, sí existe una relación directa entre la capacidad de innovación en un sector como el TIC y una mayor probabilidad de presentar un crecimiento anual superior al 20 % en el primer trienio.
