Han pasado ya más de dos años desde la aparición del virus de la COVID-19, que cambió por completo el panorama al que se enfrentaban empresas y empleados. Además, el contexto actual, dominado por unas perspectivas económicas muy negativas, con una recesión acechando, la inflación creciente y los retrasos en la cadena de suministros, no hacen más que aumentar la sensación de incertidumbre. En este contexto, las necesidades y expectativas de los trabajadores estén cambiando, como muestra el informe People at Work 2022, realizado por ADP en el que se ha encuestado a más de 30.000 trabajadores de 17 países del mundo, en 4 continentes.
Hablamos con Ana Koester, Directora de Operaciones de ADP Iberia, sobre las principales conclusiones del informe y sobre las consecuencias que los últimos años han tenido en la percepción que tienen los trabajadores del mundo laboral, y qué pueden hacer las empresas para atraer y retener talento.
La pandemia ha provocado una auténtica revolución laboral en el siglo XXI. Muchos de nosotros nunca habíamos vivido una situación similar tan drástica a nivel global, y que influyera tanto en el mundo de los Recursos Humanos y su gestión. Con “People at Work 2022: una visión sobre el equipo humano global” hemos querido analizar el grado de alcance de los nuevos obstáculos en materia laboral, cuáles son comunes a todos los países y cuáles dependen de cada región por su cultura, tradiciones, etc. Es vital que las compañías conozcan los motivos y soluciones de la nueva situación y que así puedan fidelizar a sus mejores empleados y crear compañías más resistentes.
Entre otras conclusiones, el informe indica que los trabajadores quieren un cambio y esperan que sus empleadores reevalúen la importancia de su estabilidad laboral y sus valores éticos. Son varios los ejemplos que apuntan a que el significado de estabilidad laboral para los trabajadores ahora es distinto; quieren trabajar en empresas cuya cultura y valores coincidan con los suyos. Por último, consideran que el salario es una prioridad, pero no es lo único que importa; y que su salud mental se ha visto afectada y están sufriendo mayores niveles de estrés.
Según nuestro informe, los trabajadores ahora quieren un conjunto de beneficios que no solo se base en el sueldo. Esperan que las empresas añadan un conjunto de factores que les haga sentir más comprometidos y felices en su puesto de trabajo. Algunos de estos pueden ser, además de la nómina, la conciliación entre la vida laboral y la personal o los valores corporativos de las empresas. Por eso, las compañías deben aprender a gestionar las nuevas demandas de sus plantillas como objetivo principal en este nuevo periodo post COVID. Y para conseguirlo, deben escuchar a sus trabajadores y tomar decisiones complicadas y valientes.
Tenemos alrededor de 990.000 clientes en más de 140 países a nivel global y gestionamos las nóminas de 49 millones de personas en todo el mundo. Dicha presencia internacional, nuestra posición de liderazgo en el sector de los Recursos Humanos y ADP Research Institute, nuestro Instituto propio de Investigación, nos dan la oportunidad de brindar al mercado un punto de vista único sobre la evolución de las expectativas de la fuerza laboral. Esperamos que nuestro último informe sirva a las compañías para entender qué preguntas deben hacerse y de qué modo para poder retener a su talento.
El salario se sigue considerando el factor más importante en un trabajo, pero alrededor del 50% de los encuestados aceptaría una reducción de sueldo si con eso mejorara la conciliación de la vida profesional y la vida privada, o si se le asegurara flexibilidad en sus horarios –hay incluso una nueva tendencia actual que defiende la semana de 4 días-. Estas cifras vienen a refrendar la idea de que las empresas deberían plantearse nuevos escenarios y equilibrar el salario con otros beneficios para que sus empleados estén comprometidos y se identifiquen con sus valores.
Por otro lado, con respecto al teletrabajo provocado por la pandemia, nuestro informe indica que el 60% de los empleados en España se plantearía buscar otro trabajo si tuviera que volver a la oficina a tiempo completo. Además, al contrario del temor generalizado que existe, el personal que trabaja desde casa a nivel global se siente más valorado que el que acude a la oficina. Además, considera que cobra un salario más justo y tienen mejores perspectivas en su futuro laboral.
El 66% de los trabajadores españoles experimentan estrés en el trabajo al menos una vez por semana. Son cifras muy altas y que las empresas deberían analizar. Pero no es sólo algo que ocurra en España, ya que dichas cifras coinciden con otros estudios que indican que, además de la ansiedad provocada por los miedos, la incertidumbre y los confinamientos, el COVID-19 ha podido aumentar el riesgo de que se desarrollen nuevos problemas de salud mental.
Un número importante de empleados han visto empeorar su nivel de rendimiento debido a sus problemas de salud mental. La pandemia les ha colocado bajo una presión no conocida con anterioridad. Por eso, las empresas tienen que estar atentos tanto con los trabajadores desde casa como los que van a la oficina, y que detecten cuándo alguno de ellos está sufriendo una situación de estrés o está sobrepasado por la carga de trabajo, con el objetivo de proporcionar a su plantilla la ayuda que necesiten en el momento adecuado.
Es muy positivo ver cómo muchas empresas se esfuerzan en encontrar posibles soluciones para mejorar los problemas de salud mental y estrés de sus empleados. Pero si no descubren correctamente las causas que lo provocan, puede ser que sus soluciones no funcionen.
Muchas empresas, de distintos tamaños y sectores, son conscientes de la importancia de la tecnología para impulsar su eficiencia y rendimiento, mejorar sus capacidades, reducir el tiempo invertido en tareas administrativas, y así poder emplear más tiempo en decisiones estratégicas que representen un crecimiento y un mejor servicio para sus clientes. Además, con el uso de la tecnología van a ser capaces de adaptarse a cualquier cambio en el mundo laboral, ya que les va a permitir combinar los datos obtenidos sobre el Capital Humano con sus recursos tecnológicos y así poder ofrecer información y soluciones personalizadas para conseguir mejores resultados.
En ADP la tecnología es uno de nuestros fundamentos. Y como dice Marcela Uribe, nuestra directora general para el sur de Europa, “nuestras siglas significan “Automatic Data Processing” así que está en nuestro ADN el uso de la tecnología para ser cada vez mejores. Por eso trabajamos y dedicamos mucho esfuerzo en investigar, analizar, implementar y adoptar cualquier tecnología que ayude a nuestros clientes a optimizar sus operaciones”.