Las empresas precisan más que nunca de un liderazgo estratégico capaz de responder a retos, detectar y minimizar riesgos y encontrar nuevas oportunidades. Pero solo un 8 % de los ejecutivos poseen liderazgo estratégico, según un estudio reciente elaborado por PwC a partir de preguntas abiertas a 6.000 individuos. Entendemos, por tanto, el liderazgo estratégico como aquel perfil innovador en sus propuestas, motivador con los empleados y con capacidad de influir en los miembros de una organización.
Y aunque el liderazgo estratégico nace; sobre todo, se hace. En todas las compañías hay profesionales que pueden llegar a ejercer un liderazgo positivo. Y tú, ¿eres un buen líder estratégico?
Existen diferentes tipos de liderazgo en una empresa, pero el liderazgo estratégico se ha convertido en una prioridad para las organizaciones a la hora de ser ágiles en la toma de decisiones y afrontar la volatilidad económica provocada por la pandemia, además de todos los cambios que se producen a velocidad de vértigo.
Una empresa triunfa cuando innova y aporta soluciones creativas
Algunas de sus características imprescindibles son:
La información tiene mucho más poder cuando se comparte y cuando es accesible a todos los miembros de una organización. Según la investigadora Deborah Barret, autora de Leadership Communication, comunicar implica transferir un propósito y una visión capaces de influir en la conducta de una persona, de un equipo y de una compañía.
El liderazgo estratégico pasa por ser un buen comunicador con un objetivo definido: transmitir mensajes de manera eficaz, clara y concisa. Solo de este modo funciona el combo de alianzas estratégicas y liderazgo, escuchando activamente y comunicando objetivos.
Delegar, que no abdicar, les ayuda a evitar sobrecargarse de responsabilidades innecesarias y a motivar a sus colaboradores para que sientan como propios los proyectos y las funciones delegadas. Si un colaborador tiene voz y voto aportará soluciones, y no nos olvidemos que una empresa triunfa cuando innova y aporta soluciones creativas. En cambio, si no se delega, la confianza de los empleados disminuirá y eso afectará negativamente a la productividad general de la compañía.
Winston Churchill lo tenía muy claro: “el éxito no es definitivo, el fracaso no es fatídico. Lo que cuenta es el valor para continuar”. El fracaso es inevitable y debemos aceptar el error como un aprendizaje. ¿Sabías que un líder tiene mayores posibilidades de ser efectivo y exitoso si está preparado para el fracaso? Aumentar la tolerancia al fracaso les hace más desinhibidos, les ayuda a superar el miedo con más facilidad y les crea un escudo psicológico para afrontar la crítica, la desaprobación y el rechazo con verdadera fortaleza.
Identificar talento, captarlo y retenerlo no es tarea fácil, pero sin lugar a dudas es una de las habilidades que los líderes estratégicos deben de incorporar en su “Know How” para desarrollar con éxito su trabajo. Y para conseguirlo un líder debe proporcionar a cada colaborador autonomía e independencia, expectativas claras, objetivos y propósito, confianza y oportunidades, sensación de trabajo en equipo y colaboración, crítica privada y elogio público.
Propicia espacios de debate y foros en los que los colaboradores puedan sugerir ideas y propuestas innovadoras. El pensamiento reflexivo es una característica inconfundible de un buen líder porque utiliza el raciocinio como herramienta de gestión y planificación, lo que le ayuda en sus quehaceres diarios para que su trabajo no consista en apagar fuegos constantemente (consumiendo nuestro tiempo y energía) y le permita mantenerse centrado.
Es la competencia que nos permite comprender las emociones, las propias y las de nuestro equipo. La inteligencia emocional es el gran aliado del liderazgo estratégico ya que resulta fundamental comprender los propios estados de ánimo y las emociones, así como el impacto que causan en los demás. Daniel Goleman, el padre de la inteligencia emocional, dijo que esta se asienta en 5 claves distribuidas en dos ramas. Cuanto mejor domine estas 5 habilidades un líder, mayor inteligencia emocional tendrá.
El fracaso es inevitable y debemos aceptar el error como un aprendizaje
El liderazgo estratégico es una combinación de habilidades, comportamientos, experiencias, conocimientos y perspectivas a diferentes niveles de gestión empresarial. Es la capacidad para hacer frente a los nuevos desafíos y retos, que al fin y al cabo es lo único que existe entre la empresa y su extinción.
Skip Worden, asegura que «sin un liderazgo estratégico efectivo, las probabilidades de que una organización llegue a niveles superiores de desempeño en un entorno competitivo disminuyen considerablemente».