Marilles es una fundación sin ánimo de lucro que trabaja para transformar las Islas Baleares en un referente mundial de conservación marina. Financia proyectos que mejoran el estado del mar Balear y de sus costas, colaborando con otras fundaciones, empresas y donantes privados para conseguir el máximo impacto de cada euro invertido. Desde 2017 ha invertido más de 5 millones de euros en más de 100 proyectos y una treintena de organizaciones locales, convirtiéndose en la principal fuente de financiación privada para la conservación del mar a nivel balear y nacional.
Gracias al apoyo de fundaciones internacionales de reconocido prestigio y experiencia en conservación marina, tiene cubiertos los gastos de organización. Ello permite que cada euro que recibe Marilles se destine íntegramente a proyectos locales para preservar la biodiversidad y la belleza del mar Balear. De todo ello, hablamos con su Director, Aniol Esteban.
Cuando imaginamos las Baleares del año 2030, vemos unos excelentes ecosistemas marinos y costeros, con abundante vida marina y recursos pesqueros que contribuyen al bienestar de la ciudadanía y la prosperidad económica de la región. Para conseguirlo, necesitamos una red fuerte de áreas marinas protegidas que cubra como mínimo un 30% de nuestro mar, una pesca sostenible de bajo impacto y una sociedad involucrada que disfruta de nuestro mar a la vez que lo protege. La financiación pública y privada debe apuntar en esta dirección. Nuestros proyectos priorizan estas líneas de trabajo. España junto con muchos otros países se ha comprometido a tener un mínimo del 30% de su superficie marina protegida en 2030 y que un tercio de esta –un 10% de las aguas nacionales– esté altamente protegida. La consecución de los objetivos 30×30 y 10×30 ofrecen el eje alrededor del cual organizaremos nuestro trabajo en los próximos años.
El calentamiento de las aguas es la principal amenaza que sufre nuestro mar. El mar balear sufrió 5 olas de calor en 2022 equivalentes a cinco incendios submarinos y en 2023 ha superado su temperatura récord. Los que metemos la cabeza bajo el agua sabemos que los impactos ya están aquí desde hace años: blanqueamiento masivo de corales y gorgonias, expansión de especies invasoras, y una mayor mortalidad de la posidonia oceánica, nuestra mejor aliada para hacer frente al cambio climático.
Sabemos perfectamente que para responder al reto climático hay que descarbonizar nuestra economía rápido y bien. Pero olvidamos que nuestros mares son poderosos aliados para luchar contra el cambio climático. Tener un mar y una costa en buen estado es el mejor seguro que podemos comprar para afrontar la incertidumbre que genera el calentamiento global y garantizar la prosperidad de industrias clave en España como el turismo, la pesca o la náutica.
Creemos que es posible reconciliar prosperidad económica con un medio marino y litoral sano y lleno de vida. Para ello es evidente que hay que gestionar el volumen y las presiones del turismo. Un debate tan incomodo como necesario, pero que debe abordarse urgentemente porque, si no, erosionamos nuestro capital natural y ponemos en riesgo la calidad de la experiencia del turista además de la del residente, tal y como está ocurriendo en algunas zonas de Baleares y del Mediterráneo español.
La industria del turismo depende de un mar y una costa en excelente estado de conservación. Es uno de los sectores que más se beneficia de un medio natural en buen estado y en consecuencia debería ponerse a la cabeza la protección de nuestros mares y costas. Es nuestro mejor aliado, pero gran parte del sector sigue en el banquillo y no ha salido a jugar.
El Pacte Blau Balear (www.pacteblaubalear.org) es una hoja de ruta para proteger el mar y la costa balear. Pide a las fuerzas políticas de las Islas Baleares que se comprometan a sacar adelante cinco objetivos clave para avanzar en la protección de nuestro mar: aguas limpias, santuarios marinos, pesca sostenible, conservación de hábitats y especies, y sobre todo financiación.
Creemos que la conservación del medio marino debe ser política de estado y que todas las fuerzas políticas sean de izquierdas o de derechas, estén en gobierno u oposición deben trabajar en la misma dirección. El Pacte Blau Balear ya ha recibido el apoyo de más de 200 empresas y organizaciones. Un clamor que pide más compromiso político y financiación para el mar balear y que esperamos que bien pronto se traduzca en compromisos políticos y presupuestarios. Aunque nace con perspectiva balear, tenemos la intención de elevar esta iniciativa a nivel nacional.
La pesca representa uno de los impactos mayores sobre la fauna y flora marina, y por ello es esencial trabajar con este sector. La flota profesional balear está en declive, pero ha impulsado iniciativas positivas como la declaración de reservas marinas o la revalorización del producto local. Con más ambición podría convertirse en la flota más sostenible del Mediterráneo, pero debe creérselo y trabajar para reducir su impacto ambiental mejorando su rentabilidad económica tal como ya ha demostrado en algunas ocasiones.
La pesca recreativa ha crecido mucho tanto en número como en eficacia. Tener datos fiables sobre qué volumen de pescado capturan los pescadores recreativos y hacerlos partícipes de su gestión es prioritario para hacer conservar y mejorar las poblaciones de peces de las islas. La complicidad de todos los pescadores es esencial para avanzar también en la lucha contra el furtivismo que sigue siendo un grave problema en el litoral español.
Vamos por buen camino, pero preocupantemente lentos. Los fondos marinos de baleares siguen siendo de los mejor conservados del Mediterráneo, pero están sometidos a una fuerte presión. El tesoro está perdiendo brillo.
La experiencia muestra que cuando se hacen las cosas bien, el mar responde. Las reservas marinas han dado buenos resultados, pero por debajo de su potencial. Se ha reforzado la protección de hábitats prioritarios como las praderas de posidonia, pero seguimos perdiendo biodiversidad. Más de la mitad de los tiburones y rayas están amenazados; especies como el pez guitarra o el angelote se han extinguido recientemente.
El mar nos lo da todo, pero le damos muy poco a cambio. Tenemos una gran deuda con nuestro mar y ha llegado el momento de corregirla. El sector privado puede jugar un papel transformador poniendo su capacidad de acción, influencia y financiación al servicio de nuestro mar. La Fundación Marilles estará encantada de acompañarle en esta travesía.