Lo primero que quiero transmitir a título personal es que soy un firme creyente de la diversidad porque veo todos los días los beneficios que aporta. Y lo segundo es invitar a la reflexión. En España estamos muy por debajo de nuestras posibilidades en lo relativo a esta cuestión, por lo que todavía tenemos una grandísima oportunidad en términos de diversidad.
Para Bacardi se trata de una prioridad absoluta y trabajamos de manera muy activa en todo lo relativo a diversidad en términos de género, generación y geografía. De hecho, tenemos el objetivo global a nivel de compañía de que el 35% de nuestros empleados sean mujeres, y que es un KPI que se mide en Bacardi a nivel mundial.
Viéndolo desde mi responsabilidad en España, Andorra y Portugal, me doy cuenta de que tenemos una situación privilegiada. Por mencionar algunos datos: el 46% del Comité de Dirección está formado por mujeres, y hay 6 nacionalidades distintas con personas de origen español, portugués, chileno, libanés, francés e italiano. A nivel de compañía contamos con 22 nacionalidades en España, el 35% de la empresa son mujeres, el 20% no son españoles y el 29% son millennials (por debajo de 36 años). Realmente es un lujo, aunque también un poco “locura” porque la diversidad trae complejidad. Aun así, siempre esta extra complejidad añade mucho enriquecimiento cultural y de generación de nuevas ideas.
Volví a España hace poco más de un año. Anteriormente estuve 6 años fuera -3 en Holanda y 3 en Austria-, he tenido responsabilidades en Europa y he viajado mucho. Además, tuve la suerte de trabajar en Heineken, una compañía realmente internacional que opera en 170 países, en un departamento en el que había más de 75 nacionalidades. Por todo ello, es cierto que mis expectativas y mi nivel de exigencia son altos. Vengo de Amsterdam, que es una ciudad muy cosmopolita, muy abierta e innovadora, y hay veces que me cuesta entender cómo no somos más abiertos. Pero lo cierto es que España ha avanzado mucho en los últimos años. Creo que la crisis ha ayudado a pensar “fuera de la caja”, hay mucha gente que ha salido, pero aún veo una oportunidad en nosotros de apertura, de aceptar mejor la diferencia como un elemento positivo y enriquecedor.
Lo principal es querer, proponérselo. Es muy importante el tema de la atracción del talento. En las entrevistas de trabajo el objetivo debe ser “atraer” gente con perfiles distintos. No podemos contratar personas que no nos aporten nada nuevo, más de lo mismo no nos vale. Sin embargo, si sumamos al equipo profesionales que vienen de otra industria, con otra experiencia, que son de otra generación… Eso, seguro que nos va a traer algo distinto. No sé si será mejor o peor, pero seguro que va a divergir, y divergir nos va a llevar a crecer.
Bacardi es una compañía muy familiar. Es multinacional, pero no es tan internacional como otras compañías multinacionales. Por ello siempre he fomentado el traer gente de fuera por todo lo que aporta. Incorporar a personas que ya han vivido una determinada experiencia en otros países ayuda mucho a anticiparse, trae aprendizajes que quizá tú habrías tardado más tiempo en obtener de otra manera. Todo esto se nota mucho en el día a día.
Pero hay un hecho, y es que la persona que no ha sido diversa es muy difícil que sea diversa. Lo digo siempre, “you don´t know what you don´t know”, tú no sabes lo que no sabes. Es muy complicado que si tú no has vivido otra experiencia eso te salga de manera natural, alguien te lo tiene que fomentar, te lo tiene que hacer ver, “venderte” los beneficios y tú realmente verlos. Una vez que vives propiamente la experiencia, es más fácil tomarla y acelerarla.
Sí, hace 2 años en Bacardi se creó el Programa Women in Leadership, aunque cuando realmente ha cogido forma y se ha impulsado con más fuerza ha sido este último año. Lo hemos puesto en marcha porque creemos que el hecho de tener diversidad en género, generación y geografía nos dará la posibilidad de crecer. Es un programa que para mí tiene una importancia capital y lo promovemos con el objetivo de concienciar, de formar y de crear redes de apoyo de networking.
El pasado año lo llevamos fuera a través de la celebración de dos eventos en los que compartimos mesa con empresas extranjeras y de otros sectores, dos experiencias que sin duda nos han enriquecido. El último de ellos tuvo lugar en París, y consistió en una cena de 100 personas en la que el 50% pertenecíamos a Bacardi y el otro 50% eran profesionales de otras industrias, y en la que tuvimos la oportunidad de sentarnos con gente que no conocíamos de nada simplemente para hablar de diversidad.
Sin duda este es un tema en el que creo muchísimo, y pienso que cuanto más lo fomentemos a nivel español, más nos ayudará como país a crecer y desarrollarnos.