El management ante la era de la complejidad
Motivación, agilidad y adaptación son las cualidades que hoy necesita cualquier organización para enfrentar un contexto como el actual. Un entorno para el que, según Juan Pablo García-Lliberós de Porres, CCO de AON, “tenemos que avanzar hacia un management donde la influencia gane un mayor protagonismo con el fin de motivar a nuestras personas; desarrollar sus capacidades y desatar su máximo potencial”.
Después de lo vivido en el último trienio, lo cierto es que nos encontramos navegando en una continua incertidumbre, y eso ha derivado en que el mercado sea más volátil y que nos enfrentemos a riesgos emergentes que nos obligan a innovar y ser más proactivos que nunca en la búsqueda de soluciones que ayuden a mitigarlos y garanticen la sostenibilidad de los negocios.
La realidad nos exige gestionar de la mano de la anticipación y, sobre todo, apoyarnos en el data analytics con el fin de analizar la información para ayudar a nuestros Clientes y a nosotros mismos a tomar las mejores decisiones. En este sentido, el modelo de gestión interno también cambia pues tenemos que ser capaces de adaptar el talento a este nuevo escenario y trabajar con perfiles ágiles y que se adapten a las circunstancias del mercado.
Como decía antes, es fundamental trabajar con anticipación, pero también es crítico trabajar con un modelo basado en la gestión por influencia, pues tienes que ser capaz de liderar a tu mejor talento hacia esa nueva forma de ejecutar ágil que requieren las nuevas tendencias.
Estamos en un momento en el que el management tiene que evolucionar. Vivimos en un entorno volátil, incierto, complejo y ambiguo (VUCA) donde el líder junto con su equipo son los protagonistas.
Al management se le exige gestionar con un enfoque a corto plazo y resultadista que busque un crecimiento exponencial y sostenible en el tiempo. Para ello, liderar solucionando cualquier obstáculo en el menor tiempo posible es crítico ya que no es el cambio en sí, sino la velocidad en la ejecución lo que se requiere.
La especialización está ganando más protagonismo -si cabe-, pero sin dejar de lado a la versatilidad, pues esta permite dar mejor respuesta a las necesidades de nuestros Clientes y a nosotros mismos como organización.
No ha finalizado como tal, pero sí que nos encontramos en un proceso de transición donde tenemos que ser capaces de mantener la esencia de un gobierno de organización con una base sólida pero mucho más flexible, más cercana, más humana y más analítica. Y qué duda cabe de que hoy los Managers, Presidentes, Directores, Consejeros ejercen ya de una manera diferente, integrándose más que nunca con sus Equipos y participando en la ejecución.
Tanto para gestionar el negocio como para gestionar el talento, la cercanía, la capacidad de relación por influencia, la habilidad de mantener la esencia de lo que proyectas, de tu liderazgo y de tus capacidades y, por supuesto, contar con altas dosis de humildad y flexibilidad para ser capaces de aprender cada día, es primordial.
Ser capaz, de manera recurrente, de pararte a mirar hacia atrás -y no a los últimos años, sino al último mes- te ayudará a anticiparte a lo que vas a encontrar después.