Las competencias y habilidades de un líder son claves a la hora de conseguir ser un directivo de nivel. Hoy en día se habla mucho de que un directivo también debe ser un buen líder. Y por mucho que se expanda esta teoría, no todas las empresas lo saben llevar a la práctica. ¿Qué supone que un directivo tenga dotes de líder? El jefe de equipo que es líder no sólo desempeña sus tareas al frente del grupo sino que trabaja para mantener su liderazgo, para servir al equipo y para que el resto le vean como tal.
De la forma más concreta posible, estas son las competencias y habilidades que no puede pasar por alto ningún directivo si quiere que el capital humano de su empresa se convierta en clave, cómplice y aliado de su éxito:
Las funciones del líder variarán en función de hacia qué esté orientado. En este sentido el líder orientado a las personas tendrá como función satisfacer a sus seguidores y mantener cohesionado el grupo, mientras que el líder orientado a las tareas tendrá como función realizar un adecuado reparto de las actividades y comunicar el modo de hacerlo así como los resultados que se esperan.
El líder tiene que tener capacidad para imprimir valor y hacer mejorar los procesos y actividades que se llevan a cabo en la empresa y en su equipo en particular
Otra de las funciones del líder es persuadir a los miembros del equipo para conseguir los objetivos marcados previamente. Además, todos los expertos coinciden en otra serie de funciones de los líderes más concretas e igual de importantes, como son: planeación, iniciación, control, apoyo, información y evaluación.
A lo largo del tiempo, numerosas investigaciones se han centrado en estudiar las características personales que se le atribuyen al líder, sin embargo, en la actualidad se está dando más importancia al comportamiento tomando como referencia tres aspectos distintos:
Encontrar cuáles son las habilidades en las que un directivo o jefe de equipo tiene más carencias y debe potenciar es un ejercicio necesario. Y si además se pone en práctica, los beneficios no sólo serán para la persona que ejerce el liderazgo en la empresa, sino para la organización en sí y el rumbo que tome.