Tu diagnóstico de competitividad
Datos tan escalofriantes como los arrojados por el INE, que señala que seis de cada diez sociedades constituidas en nuestro país acaban cerrando en cinco años o menos, o el hecho de que solo 60 de las 500 empresas más grandes de EEUU en 1955 sigan en la Lista Fortune, llevan a cada vez más expertos a incidir en la importancia de identificar los factores de competitividad en una organización, e incluso a elevarlos a la categoría de ‘imprescindibles’ para su propia evolución y supervivencia.
En opinión de los analistas de Improven, “lograr que un proyecto empresarial sea sólido y rentable a lo largo del tiempo se postula como una tarea nada fácil ante la que, además, las estadísticas de mortalidad empresarial existentes en el momento actual en absoluto ayudan”.
Cada vez más expertos aseguran que la identificación de los factores de competitividad en una organización se revela imprescindible para su propia evolución
Sin embargo, y de acuerdo a la experiencia de la consultora, existen una serie de factores de competitividad que indudablemente favorecen la perdurabilidad del negocio y que están directamente vinculados con el hecho de mirar hacia fuera y saber qué está ocurriendo en el entorno; evolucionar de forma constante, cuestionando y poniendo a prueba el status quo en el mercado en el que se opera; y apoyarse en partners externos, ayudando así a avanzar en el día a día de la compañía.
Talento, sostenibilidad, adaptación al entorno, liderazgo… Son numerosos los factores que entran en juego a la hora de mantener e incluso mejorar la competitividad del modelo de negocio. No obstante, de acuerdo al expertise de Improven, destacan 3 factores por encima de los demás a la hora de asegurar el éxito en el mercado frente a los posibles competidores; lo que los expertos de la consultora estratégica empresarial han venido a denominar ‘La Fórmula de la Triple A’:
Analiza el entorno y las tendencias que marcarán el futuro del sector al que perteneces; dibuja un propósito, un porqué más allá de la propia evolución de la compañía; y, por supuesto, no dejes lugar a la improvisación, atendiendo siempre a tus capacidades y a las oportunidades que nos brindan palancas como la tecnología o la propia evolución del mercado.
Cuenta con las capacidades necesarias como para ‘aterrizar’ la estrategia marcada, y ejecuta las acciones y transformaciones necesarias para ello. Eso sí, teniendo en cuenta siempre la necesaria convivencia de los resultados en el día a día con el medio plazo.
De nada servirá anticiparse a la competencia y ejecutar las transformaciones necesarias si no se acompaña adecuadamente al equipo, si no se le involucra en la estrategia de la compañía.
Tal y como inciden desde Improven, “las ventajas competitivas no emergen únicamente a base de dinero o invirtiendo en tecnologías, sino de la mano del compromiso de personas altamente alineadas”.
Es por ello por lo que aspectos como la cohestión y motivación del talento, o el clima y la predisposición entre los profesionales de una organización se está convirtiendo en el consejo de un gran número de expertos que, sin embargo, no todas las empresas contemplan.
En un momento en el que las voces de ‘nueva recesión’ se escuchan cada vez más altas, no podemos obviar el hecho de que incluso en épocas de crisis generalizada se pueden redefinir con éxito los modelos de gestión e incluso se puede mejorar la posición competitiva.
Pero, ¿qué aspectos pueden favorecer este hecho? ¿Qué tienen en común aquellas compañías que logran sortear los obstáculos de entornos económicos realmente complejos?
De acuerdo al expertise de Improven, son 3 las características que las diferencian del resto:
El mercado del siglo XXI es global y, en consecuencia, la presencia internacional –bien sea a través de la fabricación, almacenaje, compra o venta de productos y servicios- se está convirtiendo en una exigencia para un gran número de compañías.
En otras palabras, “la globalización ya no es una elección, sino una obligación”. Sin embargo, la aventura internacional conlleva una serie de condicionantes que no todas las compañías terminan por reunir, y que están relacionados, por ejemplo, con la existencia de una estructura organizativa sólida y preparada para el entorno internacional o el profundo conocimiento del cliente y la cultura del mercado en el que deseemos aterrizar.
Y lo son gracias a la profunda optimización estratégica, operativa y financiera de la compañía, enfocando siempre la estrategia y el core del negocio a 3 elementos clave: clientes, caja y costes.
La única vía para enfrentarse a las economías de escala. Un problema que, sin embargo, se extiendo por todo nuestro mercado, pues un elevadísimo porcentaje del entramado tejido empresarial español está conformado por pymes.
Invertir en innovación, en talento, en tecnología, en expansión internacional… son solo algunas de las claves que han implementando grandes compañías que a día de hoy gozan de una fuerte competitividad dentro y fuera de nuestas fronteras.
La integración de talento altamente cualificado permite afrontar el futuro con las mejores perspectivas
Pero además, desde Improven inciden en que alcanzar la excelencia en lo que nos hace realmente diferentes, una especial apertura de cara a la interacción con el entorno y la integración en las filas de la compañía de talento altamente cualificado son también elementos que les permiten afrontar el futuro con las mejores perspectivas. Elementos que, al mismo tiempo, se postulan como algunos de los principales desafíos que enfrente nuestra sociedad de cara a mejorar su competitividad como región.