Especial Xacobeo
Personas, innovación, sostenibilidad… Emoción. Estas son algunas de las palabras que más y mejor identifican la filosofía que envuelve la marca ‘Roberto Verino’, una marca que tiene una razón de ser más allá de crear colecciones.
La firma que el propio Roberto Verino creó está a punto de celebrar sus primeros 40 años. Y si algo les ha quitado el sueño durante todo este tiempo ha sido el afán por mantener intacta la filosofía de sus diseños, «que están hechos para durar en nuestro armario toda una vida y transcender a las siguientes generaciones». Se trata de lo que él mismo ha denominado «armarios emocionales».
Se confiesa defensor del trabajo bien hecho y de los oficios de moda como la base de una moda de calidad, nada extraño si atendemos a su firme convicción de que «la durabilidad es el pilar principal de la sostenibilidad ecológica, social y cultural de este país».
Un orgullo seguir inaugurando la semana de la moda después de tantos años y una pandemia que ha dañado mucho al sector. A punto de cumplir los 40 años en el 2022, poder seguir presentando colecciones es la mejor prueba de la salud de la que goza la marca.
Esta colección es un reflejo de la filosofía de la marca Roberto Verino y de nuestro diseño, que está hecho para durar en nuestro armario toda una vida y transcender a las siguientes generaciones. En una sociedad nómada, que cambia constantemente, hay que tener referentes, iconos que nos conecten con quienes somos, y nada mejor que prendas que cuentan nuestra historia y que nos acompañan siempre. Lo mejor de estas nuevas generaciones es que no tienen tantos prejuicios con las anteriores y que visten de una forma mucho más ecléctica, mezclando estilos. Valoran las prendas atemporales que mezclan con deportivas u otras de tendencia. Lo que sí está claro es que las prendas de siempre se siguen llevando, solo que su forma de usarse ha cambiado.
Dora Casal (Roberto Verino): «La innovación en el premium es esencial»
Entrevista a Dora Casal, Directora Ejecutiva de Roberto Verino.
Qué duda cabe. Además de tener en cuenta que lo que más me motiva es diseñar prendas de mucha calidad, que respondan a las necesidades de uso y con un concepto de belleza serena que se ha convertido en una característica de la casa, mi obsesión es innovar desde las prendas icónicas de nuestro armario para adaptarnos siempre a los nuevos tiempos sin estridencias y de forma casi imperceptible, pero que detrás tiene el trabajo de muchas manos con oficio.
Creo que la autenticidad, la honestidad y el trabajo bien hecho. Nuestros clientes saben que en nuestra marca van encontrar prendas de gran calidad con estilo, para durar toda una vida y formar parte de su fondo de armario emocional. Aquellos que contienen prendas que cuentan quiénes somos y cómo se nos recuerda siempre.
Además de una gran calidad, lo más valorado es la magnífica relación calidad precio, que tiene en cuenta los pequeños detalles y que convierte la experiencia de compra en una inversión y no en un gasto.
Así es. Hablamos de un Roberto Verino que nace para dar un servicio y tener una razón de ser más allá de crear colecciones. Nuestra filosofía es muy clara y pretende ayudar aportando valor. Cuando se creó la marca, lo hice para dar a las mujeres españolas una propuesta de calidad y diseño dentro de nuestras fronteras. Monte la fábrica en Verín, mi pueblo, para que muchas personas no tuviesen que marcharse a trabajar a otros países y pudiesen hacerlo cerca de su casa.
Hoy sigo defendiendo los oficios de moda, como la base de una moda de calidad; sigo defendiendo una España menos centralizada y sigo apostando por la durabilidad como pilar principal de la sostenibilidad ecológica, social y cultural de este país.
La tecnología es la que nos permite seguir dando la mejor atención al detalle y poner el enfoque en lo que es verdaderamente importante. La tecnología nos quita mucho trabajo que no aporta valor para que podamos dedicarnos, con nuestras manos, a mejorar nuestras colecciones.
El futuro es digital, y la venta online irá en aumento. Esto no es sustituto -al menos en Roberto Verino- de los puntos de venta presenciales, donde el consumidor recibe un trato personalizado y la experiencia de compra resulta muy gratificante.
El sector avanza hacia un concepto de moda mucho más respetuoso con el entorno y mucho más amable con las personas. En mi caso, las prendas dejan de ser un status para convertirse en algo muy personal e íntimo, algo que habla de quiénes somos, no de lo que aparentamos ser.
Lo que siempre he querido que sea: aportar valor mejorando nuestra autoestima y defendiendo nuestra personalidad. Se trata de ayudar a que seamos más felices en el día a día.