Desde que el término fintech–formado por la primera sílaba de los vocablos ingleses ‘finance’ y ‘technology’– comenzó a tomar protagonismo en el entorno económico global, las fintech españolas se han posicionado rápidamente en el nuevo mercado. Y es que, solo en nuestro país, operan alrededor de 300 compañías fintech.
La traducción literal de ambos conceptos sería ‘finanzas y tecnología’, dos ámbitos que han sabido unirse a la perfección para crear un nuevo conglomerado de empresas de servicios financieros que se valen de las últimas tecnologías para ofrecer al mercado sus novedosos productos y servicios.
El desarrollo de estas compañías en España durante los últimos años ha sido tal que, a finales de febrero de 2016, surgió una asociación –la Asociación Española de FinTech e InsurTech– que sirve como punto de nexo a todas ellas. Según puede leerse en la página web de este organismo, el objetivo de la AEFI es “crear un entorno favorable para el desarrollo de start-ups y empresas Fintech e Insurtech en España, realizando labores de interlocución, comunicación y colaboración con los organismos y agentes relevantes del sistema para fortalecer su crecimiento y su ecosistema”.
Las fintech españolas han experimentado un gran aumento en los últimos años y, no en vano, las 117 nuevas start-ups surgidas en el país desde agosto de 2016 y hasta octubre de 2017 posicionan a la nación con el mayor ecosistema fintech de Iberoamérica, con un total de 294 start-ups registradas. Durante este periodo de tiempo, las fintech en España crecieron un 41%, dato puesto en relieve Finnovista, plataforma que cada año elabora un informe llamado Fintech Radars que estudia los emprendimientos fintech en América Latina y España.
En lo que a nuestro país se refiere, la página web de Finnovista expone que las 117 start-ups surgidas en los 15 meses referentes al periodo entre agosto de 2016 y octubre de 2017 representan “un crecimiento bruto del 56% cuando lo comparamos con las 209 start-ups que identificamos en España en julio del 2016”. Durante estos meses, solo 32 fintech –un 15% del total– desaparecieron del panorama empresarial.
“Este dinamismo del ecosistema Fintech español pone en evidencia la integración de una multitud de nuevos competidores especializados que ofrecen productos y servicios en segmentos muy concretos de la cadena de valor de la industria financiera, todos ellos en espera de una regulación equilibrada o ‘sandboxes’ regulatorios que les permita operar en igualdad de oportunidades, como ya está ocurriendo en otros países iberoamericanos como México o Brasil”, exponen desde la plataforma.
Las 117 nuevas start-ups surgidas en el país desde agosto de 2016 y hasta octubre de 2017 posicionan a la nación con el mayor ecosistema fintech de Iberoamérica
Respecto a las solicitudes de ‘sandboxes’ –entornos de pruebas–, la actividad en España es incesante. Tanto está evolucionando el mundo de las empresas que vinculan la tecnología con las finanzas que, el pasado 8 de marzo, se hizo pública la propuesta de la AEFI de implementar un ‘sandbox’ que estableciera un marco regulatorio en nuestro país. Con este sistema las compañías financieras de corte tecnológico podrían operar mientras alcanzan los requisitos de obtención de una licencia ordinaria de forma gradual.
“Un entorno de pruebas controlado ayudaría a aligerar la carga burocrática, incentivar la innovación y la competencia, a la vez que proporciona seguridad jurídica a las fintech y a los clientes», afirmó el presidente de AEFI, Rodrigo García de la Cruz, que hizo patente uno de los “primeros obstáculos» a los que se enfrentan este tipo de compañías: el «complejo” sistema burocrático.
Con el fin de analizar los cambios que están provocando las empresas fintech en la sociedad, la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) también ha querido trabajar al respecto. A mediados de marzo de este año, el organismo ha empezado a redactar un estudio sobre la revolución que las nuevas tecnologías aplicadas al sector de las finanzas están generando en el mercado.
El informe ‘Fintech Radar Spain’ hecho público por Finnovista ha detectado que, en España, el sector de las fintech goza de “una excelente salud”: en tres años se han multiplicado por cuatro el número de empresas de este sector. A este destacado crecimiento han colaborado de manera muy activa cuatro segmentos –‘crowdfunding’; Scoring, ID y Fraude; Gestión de Finanzas Personales; y Gestión de Finanzas Empresariales– que han sufrido aumentos superiores al 50% en los 15 meses a los que se hace referencia en el análisis.
El más destacado es el ‘crowdfunding’ que, tal y como destaca el análisis, “ha crecido un 62% al pasar de 21 a 34 start-ups”. Dicho de otra manera, durante el periodo de 15 meses colocado bajo lupa se crearon “casi 2 de cada 3 start-ups de ‘crowdfunding’”. De hecho, esta metodología de financiación participativa fue la que en 2017 consiguió alzarse con uno de los premios de los ‘Spanish Fintech Awards’ organizado por Finnovating que, a pesar de celebrar su primera edición, logró acaparar atención y generó gran repercusión.
Housers fue la idea galardonada con el premio a la fintech con mejor ejecución de su modelo de negocio. Esta plataforma actúa a modo de ‘crowdfunding’ restringiendo su actividad únicamente al mercado inmobiliario. De esta manera, a través de Housers, cualquier usuario que quiera invertir en viviendas de cierto estatus –buena calidad, bien ubicadas, etc.– puede hacerlo desde un importe que parte de los 50 euros.
Se calcula que en 2018 moverán a través de sus plataformas un total aproximado de unos 880 millones de euros
El ritmo de crecimiento de las fintech es alcista y se calcula que en 2018 las empresas dedicadas al ‘crowdfunding’, ‘crowdlending’ y ‘crowdfactoring’ moverán a través de sus plataformas un total aproximado de unos 880 millones de euros –cifra cuatro veces mayor que la registrada en 2016–. Por ‘crowdfunding’ se entienden las actividades de financiación colectiva, mientras que el ‘crowdlending’ equivaldría a préstamos de particulares a particulares o de particulares a proyectos empresariales. En el caso del ‘crowdfactoring’, lo que se lleva a cabo es un anticipo de facturas y descuentos de pagarés.
Actualmente, según el mapa de empresas fintech españolas publicadas por Spanish Fintech, en nuestro país operan 300 compañías de este tipo. Entre ellas, los sectores de actividad son muy variados y siempre vinculan el mundo de las finanzas y la economía con el de las nuevas tecnologías. La inversión no podía faltar en este compendio, mundo al que pertenecen fintech como La Bolsa Virtual, Twibex35 o Territorio Trading.
En cuanto a las plataformas inmobiliarias donde se incluye la anteriormente citada Housers se añaden C de Cactus, Debar, Bricks&People o Privalore, entre otras. Además, las herramientas para ayudar en la gestión de las finanzas personales tampoco está excluida de la lista, y en ella aparecen fintech como Ahorro y Punto, Coinscrap, Fintonic, Wallo, Whallet o Wiquot.
El rango de actuación de las empresas fintech no queda restringido a estas actividades, sino que también actúa en el sector de los comparadores financieros, los préstamos, el factoring, los descuentos en pagarés –‘crowdfactoring’–, el ‘crowdfunding’ y el ‘crowdlending’, la compensación de deudas, la financiación en venta, las divisas, las remesas o la domiciliación de pagos.