Tan aparentemente rápidos de explicar, como sería citar el viejo refrán de “La unión hace la fuerza”; y tan complejos de anticipar, organizar, analizar y cuantificar, los grassroots están teniendo un protagonismo creciente en los últimos años, captando una atención política y mediática que, habitualmente, era parcela de acciones de influencia tradicionales.
Quienes organizan las campañas de grassroots crean las condiciones apropiadas para que los ciudadanos interesados en defender un proyecto tengan las herramientas para encontrarse, unirse, organizarse e influir en la toma de decisiones. Son una práctica frecuentemente utilizada en el entorno anglosajón y creciente a nuestro alrededor, a través de campañas políticas o de ONGs. Es conveniente, por tanto, conocer cómo se articulan para saber cuándo una campaña de grassroots puede jugar a nuestro favor y visibilizar la licencia social de nuestros proyectos.
El siguiente artículo elaborado por Desarrollando Ideas, el Centro de Liderazgo a través del Conocimiento de LLORENTE & CUENCA, pretende introducir este desconocido término, cómo se organizan y profundizar en el hecho de si también son utilizadas por las corporaciones.