Suena el despertador y… ¡qué alegría! Amanece un nuevo día para ir a la oficina y continuar ese proyecto que nos tiene ‘enganchados’. No, no crea que nos hemos vuelto locos: acudir a trabajar puede ser una experiencia de lo más gratificante si los responsables han sabido comunicar el entusiasmo de la tarea a los empleados. Para saber cómo implementar las tácticas y herramientas que nos harán levantarnos de la cama con una sonrisa, varios expertos explicarán sus teorías en el ‘I Afterwork APD en Sevilla: Ilusionar para crecer’ que tendrá lugar el próximo 8 de junio en la capital andaluza.
Con la presencia de grandes marcas locales como Coosur, Cruzcampo, Tío Pepe o Covap; los más de 500 directivos que asistirán a la jornada, entre los que se darán cita directores generales, responsables de departamentos y personal de Recursos Humanos; conocerán de primera mano los ‘trucos’ para hacer de la llegada al trabajo una experiencia grata.
¿Cómo? De la mano de tres grandes ponentes que se encargarán de transmitir las herramientas para conseguir motivar, ilusionar e incluso entusiasmar a los trabajadores. Hablamos de Javier Luxor, Juan Carlos Cubeiro y Víctor Küppers, con quienes compartimos algunas dudas unos días antes de la celebración del Aftwerwork, y salimos realmente ilusionados.
Para el mago y mentalista Javier Luxor, uno de los principales ponentesdel Afterwork ‘Ilusionar para crecer’, las claves del éxito para que un empleado acuda a su puesto con una sonrisa realradica en cuatro puntos:
Víctor Küppers, escritor y formador y también ponente en el encuentro del 8 de junio en Sevilla, se sitúa en esta misma línea de posicionar al trabajador como punto central para que las empresas transmitan su mensaje de entusiasmo.
Según su experiencia, “lo que deben hacer las compañías es actuar de una manera responsable socialmente, lo que implica preocuparse por las personas que trabajan en sus equipos, tratarlas como se merecen y crear un entorno de trabajo en el que se sientan valorados, reconocidos y muy comprometidos con su empresa”.
El traslado del entusiasmo a los empleados corre a cuenta de los responsables de la firma, que deberán ser capaces de transmitir esas dosis de ilusión que logren motivar a la plantilla y conseguir que todos remen en la misma dirección.
Luxor aconseja a los líderes empresariales que busquen el “modo de liderazgo que más encaje con ellos mismos de una manera natural”, pero establece un denominador común para todas las formas de dirección: “hay que ser buenas personas, optimistas, entusiastas y con grandes dosis de empatía hacia los demás. La vida es fantástica cuando uno es alegre”, recuerda.
Si falla el objetivo de despertar esperanzas atractivas en los trabajadores, las consecuencias serán negativas para el conjunto de la compañía. “Cuando una plantilla pierde la ilusión”, advierte Küppers,“pierde lo mejor que tiene: su actitud, su manera de ser”. “Hay muchas personas que van por la vida a nivel mediocre, no porque lo sean –nadie lo es– sino porque han perdido el ánimo”. Algo catastrófico para las empresas porque, asegura el escritor, “un trabajador desmotivado no luchará ni colaborará más de lo exigido para que salga adelante el proyecto”.
“Si no generamos expectativas en los empleados estamos haciendo lo contrario: decepcionar, desanimar, desmoralizar… En una palabra, desilusionar”, resume el mago Luxor. De no lograr comunicar el mensaje de confianza y positivismo, cuando los lunes suene el despertador, es poco probable que se esboce una sonrisa en las caras de los empleados y enfoquen su llegada al trabajo con alegría. La falta de entusiasmo hará que perciban su jornada como una ‘tortura‘ en lugar de como una oportunidad para el desarrollo personal, será uno de los principales temas que tratará en el Afterwork el experto en liderazgo, coaching, management y gestión del talento,. Juan Carlos Cubeiro.
A pesar de la responsabilidad de las empresas en estos casos, no hay que olvidar que la propia conducta de los empleados juega un papel clave: “Los trabajadores tienen la responsabilidad de cuidar su actitud y su estado de ánimo, y no solo esperar a que les motiven. Deben apasionarse con lo que hacen, trabajar con cariño, sabiendo que su trabajo ayuda a otras personas”, anima Küppers.
Charles Chaplin decía aquello de “no te olvides nunca de sonreír, porque el día que no sonrías será un día perdido”, y los expertos en la materia, los expertos en ‘Ilusionar para crecer’, coinciden de lleno con esta idea. ¿Vas a dejar que tus empleados o tu carrera profesional sean un día perdido?