La inteligencia artificial en los bancos ha transformado la experiencia de los usuarios, además de optimizar procesos internos y reforzar la seguridad para evitar fraudes. Sigue leyendo para conocer cómo la IA está transformando los servicios financieros, así como los beneficios de la inteligencia artificial en el sector bancario.
La inteligencia artificial engloba el desarrollo de sistemas informáticos con capacidades intelectuales para ejecutar y resolver tareas como los humanos. La IA se nutre de tecnologías como el Machine Learning, Big Data, computación cognitiva, Data Science o Deep Learning.
Actualmente, las aplicaciones de la IA alcanzan diferentes campos y capacidades. Desde la generación de contenidos a través de la IA generativa con el sistema Chat GPT hasta asistentes virtuales y aplicaciones GPS.
En su desarrollo, las tecnologías de inteligencia artificial en las empresas han demostrado sus potencialidades para optimizar varios procesos. Una ventaja que también se evidencia en las aplicaciones de la IA en el sector bancario con beneficios como estos:
Si bien es evidente que los beneficios que ofrece la inteligencia artificial en la banca permiten desarrollar el sector en la línea de la innovación, la eficiencia y la personalización, hay algunos desafíos que afrontar para sacar el máximo partido a la IA en la banca.
Uno de los principales retos de la inteligencia artificial en la banca es lograr que estos sistemas sean éticos y respetuosos con el tratamiento de los datos personales
Uno de los retos de la inteligencia artificial en la banca es incrementar el conocimiento de los sistemas IA en las entidades financieras y determinar la asignación de responsabilidades. Resulta clave profundizar en el funcionamiento de los modelos de inteligencia artificial para equilibrar sus aplicaciones en la prestación de productos y servicios, así como en la toma de medidas que ayuden a controlar y prevenir riesgos financieros.
Asimismo, otro de los mayores desafíos que enfrenta la tecnología AI en la banca es lograr que estos sistemas sean éticos y respetuosos con el tratamiento de los datos personales. Es necesario también que se pauten criterios de protección para colectivos más vulnerables como los menores, personas mayores o con personas con discapacidades. La privacidad de los datos es, por tanto, uno de los retos más importantes para la industria bancaria.
La tecnología AI en servicios financieros cumple cuatro funciones principales: entender las necesidades del consumidor, mejorar la gestión de créditos, controlar el riesgo y evitar el fraude.
La IA en la banca permite contar con un software inteligente capaz de analizar los datos de los clientes y ofrecerles los productos más adecuados para ellos. Y esto proporciona un aumento notable en la contratación de dichos productos.
Por ejemplo, si un cliente tiene un gasto elevado en gasolina y la entidad ofrece una tarjeta de crédito que permite descontar un porcentaje del repostaje, es mucho más probable que la contrate. Y, como esto, sucede con muchos otros servicios que, en ocasiones, los clientes desconocen pero podrían serles de gran ayuda.
Gracias al uso de datos recogidos sobre la edad, los ingresos y gastos, el salario y el riesgo de deuda, entre otros, las tecnologías de la IA pueden automatizar la prestación de créditos bancarios, así como otras operaciones de riesgo.
A través del credit scoring, sistema informático de calificación de créditos, los bancos pueden medir la probabilidad de pago de un préstamo al evaluar su concesión de forma automatizada. Así, los bancos pueden gestionar productos financieros con mayor seguridad y eficiencia, a la vez que optimizan tiempos y costes de forma significativa.
Ante este escenario, la inteligencia artificial en la industria financiera facilita el acceso a una gran cantidad de información que favorece el control del riesgo bancario y la toma de decisiones en la gestión de los créditos. Un valor añadido teniendo en cuenta que, según previsiones de EY, la morosidad ascenderá en 2023 alrededor de un 4%.
Asimismo, de cara a los usuarios, la IA en la banca permite analizar hábitos en gastos e ingresos y advertir de la situación financiera en tiempo real. Con lo cual, es posible evitar el riesgo de falta de liquidez y se obtiene una mayor visión del estado de las finanzas personales.
Otro de los usos más provechosos de la tecnología AI en la banca es su capacidad para mejorar la seguridad y garantizar la privacidad de los datos personales. Por ejemplo, algunas aplicaciones las encontramos en la autentificación biométrica o las auditorías de documentación.
Asimismo, la IA en la banca también se está aplicando para prevenir fraudes. A través de sistemas de aprendizaje automático que miden el comportamiento de los clientes, cuando se detectan patrones inusuales, dichos sistemas ponen en alerta a los usuarios y les protegen, incluso bloqueando la tarjeta si se identifican prácticas fraudulentas.
Si hablamos de las aplicaciones de la inteligencia artificial en la atención al cliente dentro del sector bancario, los chatbots o asistentes virtuales se llevan todo el protagonismo Gracias a ellos, en palabras de José Manuel Aguirre, director comercial de AIS Group, los bancos, por fin, han descubierto a los clientes.
Con esta frase, Aguirre se refiere a que, por fin, las entidades financieras se están centrando en el trato con el cliente para atraer y mantener a quienes han confiado en ellos. Por consiguiente, la atención a los usuarios se está convirtiendo en una prioridad bastante clara para todas las entidades.
Pero ¿en qué puede ayudar la inteligencia artificial a la atención al cliente? En la creación de asistentes virtuales, algo así como una «Siri» de iOS pero para las entidades bancarias. Un asistente que pueda ayudar a los clientes a resolver sus problemas y dudas en tiempo real.
El consumidor está cambiando, pues cada vez dispone de menos tiempo. Por este motivo, acudir a una oficina para resolver cuestiones que cómodamente podrían solucionarse desde casa es algo que cada día resulta más tedioso e irritante. Esto se vio claro con la cantidad de personas que migraron a los primeros bancos que ofrecieron la banca online; y cada vez este deseo va más allá.
Otra de las aplicaciones de la inteligencia artificial en atención al cliente en el sector bancario es la capacidad de los asistentes virtuales de vender productos y servicios. A fin de cuentas, el usuario que se siente agradecido con dicho asistente y que lo encuentra útil, deposita en el mismo una confianza elevada, por lo que, cuando le recomienda productos y servicios, el cliente será más proclive a valorarlos.
De hecho, el cliente estará mucho más receptivo que con otros medios de promoción como los emails o las llamadas telefónicas. Esto se debe, en gran parte, a la gran utilidad que tienen los asistentes virtuales y a la «cercanía» que consiguen establecer con los usuarios.
El usuario que se siente agradecido con el asistente deposita una confianza elevada, por lo que, cuando le recomienda productos y servicios, es más proclive a valorarlos
Por otro lado, los chatbots o asistentes virtuales también hacen la vida mucho más fácil a todos los usuarios de aquellos bancos que los incorporan, por lo que la satisfacción de los clientes con la atención de las entidades es bastante mayor. Esto es algo que, a todas luces, es muy importante para fidelizar a los clientes y aumentar los beneficios a medio y largo plazo.
En definitiva, queda patente que la inteligencia artificial en bancos ofrece múltiples beneficios a los bancos, así como a sus usuarios. Unas ventajas que irán in crescendo en los próximos años. Gracias a las aplicaciones de la inteligencia artificial en la banca, las entidades financieras podrán mejorar sus servicios, optimizar operaciones, controlar los riesgos financieros y proteger a los usuarios de fraudes. Además, atenderán cada vez mejor a sus clientes y potenciarán la venta de sus productos financieros.
Eso sí, la protección de los datos, el conocimiento de los sistemas IA y la asignación de responsabilidades son desafíos que todavía quedan por superar para potenciar el uso de la inteligencia artificial en los bancos.