El II Encuentro Nacional. Tendencias e Innovación en Medios de Pago de APD analiza los retos actuales de las empresas para adaptarse a los nuevos medios de pago, mejorar su seguridad y conseguir la confianza de unos usuarios anclados en los métodos tradicionales
Prácticamente desde el mismo momento en el que la tecnología comenzó a ser una constante en la vida de las personas, la búsqueda de sus posibles aplicaciones prácticas en los medios de pago ha sido permanente.
Una visión de futuro que en los últimos años ha logrado concentrar los recursos y los esfuerzos necesarios para que hoy tengamos en el mercado multitud de nuevas herramientas (tarjetas virtuales, contactless, aplicaciones móviles, pagos con móvil o wallets, etc.) con las que poder realizar transacciones. Para analizar este contexto de cambio APD y Deloitte organizarán el próximo 7 de marzo en Madrid la jornada “Tendencias e Innovación en Medios de Pago”.
En un entorno todavía marcado por el uso masivo de efectivo, tarjetas de crédito o débito, algunos sectores han logrado adaptarse y amoldarse a los nuevos medios de pago exitosamente. De todos los que se han visto implicados en este proceso, uno de los más destacados es, sin duda alguna, el sector bancario, protagonista de una transformación digital que está modificando por completo el modelo tradicional.
En este proceso de transición las entidades financieras han creado plataformas digitales a través de las cuales se comunican directamente con sus clientes y desde las que es posible realizar casi cualquier operación. Como parte de esta de esta apuesta, están llegando al mercado aplicaciones móviles (apps) que suponen una auténtica revolución. Gracias a ellas es posible, por ejemplo, pagar directamente con el Smartphone en cualquier comercio o hacer transferencias al momento.
Este sistema, conocido como monedero virtual, permite del mismo modo hacer compras por Internet sin necesidad de tener que compartir los datos financieros en la red. Una solución que ha logrado acabar con el miedo de muchas personas a realizar transacciones online. Un aspecto capital para el desarrollo de nuevos modelos de pago, ya que uno de los problemas a los que se enfrentan todas estas nuevas herramientas es precisamente la desconfianza de buena parte del público y el aumento de los ciberataques.
Entre los obstáculos a salvar, al margen de la seguridad, se encuentran también la necesidad de crear nuevas regulaciones que acoten y aclaren el marco funcional de los medios de pago (como pasa con la moneda virtual Bitcoin), así como la tarea de llevar hasta todos los puntos de venta la tecnología necesaria para que puedan adaptarse a esta realidad cada vez más pujante.
Y cómo no. Uno de los grandes inconvenientes de esta tecnología al que debemos hacer frente es el desconocimiento del cliente, que se mantiene al margen de las innovaciones y mejoras del sector porque la mayoría de las veces ignora las opciones que tiene a su alcance.
A pesar de la gran cantidad de beneficios inherentes a los nuevos modelos de pago, el sector se encuentra con que la velocidad con la que estas soluciones se consolidan en las rutinas sociales no está siendo tan rápida como cabría esperar. España, también en este caso, es un país de contrastes: de nada sirve que el 80% de la población lleve en su bolsillo un smartphone, eje angular sobre el que pivota esta transformación, y presuma de ser una de las más modernas del planeta. Las estadísticas están ahí y dejan bien claro que la forma de pago más habitual sigue siendo el efectivo.
Esta realidad tiene dos explicaciones principales. Por un lado, que nuestro país cuenta con una de las redes de cajeros automáticos más importante del mundo (cerca de 50.000), lo que simplifica enormemente el acceso al dinero, y por el otro, que la economía sumergida sigue teniendo un peso muy importante en el conjunto de la sociedad. En el primer caso, el cierre progresivo de sucursales por parte de las entidades financieras servirá como catalizador para los nuevos medios de pago; en el segundo, el problema se antoja algo más difícil de resolver.
Atendiendo a los datos que de manera regular publica el Banco de España, el 84% de las operaciones que conllevan alguna transacción se hacen con dinero en efectivo, seguidas por las transferencias bancarias (8%) y las tarjetas, tanto de crédito como de débito (7%). Los cheques, representativos del 1% restante, están prácticamente en vías de extinción. Atendiendo al volumen de esas operaciones, la foto cambia notablemente. Tarjetas y efectivo sumaron cada una más de 110.000 millones de euros al cierre de 2015. En el año 2000 la relación era de 45.000 frente a 81.000 respectivamente. Esta amplia diferencia venía dada principalmente porque entonces todavía eran muchos los comercios que solo aceptaban pagos con dinero, dejando el uso de las tarjetas para operaciones puntuales, generalmente de un elevado importe.
Con todo, en España aún estamos lejos de otros países en lo que al pago con tarjeta se refiere. En nuestro país cada español usa el ‘dinero de plástico’ para una media de 52 operaciones al año, lo que nos deja muy por debajo del promedio Europeo (79).
En Dinamarca, uno de los lugares más avanzados en este sentido, la media se sitúa en 200 operaciones al año, lo que ha empujado a las autoridades a plantear la posibilidad de retirar el papel moneda de la circulación. Un punto de vista que según los expertos traería consigo beneficios tales como la erradicación del problema de la falsificación, el mayor control del fraude fiscal y la facilidad para seguir movimientos ilícitos e irregulares de dinero. Los detractores de esta medida, por el contrario, apuntan a la pérdida de privacidad como el mayor inconveniente.
¿Conseguirá el mercado español situarse en la media Europea en cuanto al uso de los nuevos medios de pago? ¿Cómo pueden las empresas ganarse la confianza de los usuarios? ¿En qué consistirán las nuevas regulaciones que acoten y aclaren el marco funcional de los medios de pago? Descubre la respuesta a todo esto y mucho más de la mano de los mejores especialistas en la materia en el II Encuentro Nacional. Tendencias e Innovación en Medios de Pago.
