Es una compañía muy acostumbrada a las mediciones, aunque Teresa Parejo, directora de Sostenibilidad de Iberia, reconoce que lo que sí ha sido novedoso es empezar a medir el impacto social. Un reto que se planteó la empresa el año pasado, empezando por dos de sus rutas comerciales más carismáticas. La que une Madrid con Buenos Aires y con Lima. Los resultados fueron tan interesantes que este año se está ampliando la experiencia.
Con el fin de abordar estas cuestiones y otras, Ángel Pérez Agenjo, fundador y socio director de Transcendent (la consultora estratégica de sostenibilidad e impacto) se reunía recientemente con la máxima responsable en sostenibilidad de la aerolínea. Parejo fue tajante en cuanto se le preguntó por la medición del impacto social de la compañía. “La excusa de que es difícil hacerlo o no se había hecho antes, no vale. Se ha demostrado que la medición es posible y, desde luego en nuestro caso, va a ir a más».
Diálogo Directivo Iberia y Transcendent | Sostenibilidad empresarial
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En el caso de Iberia, esta apertura es el resultado de un bonito viaje de escucha, que empezó por los propios empleados y ha llegado a los públicos de interés para la compañía, los clientes y el resto de la sociedad. Con los primeros se trabajó para entender la esencia de la empresa. Con los segundos para escuchar lo que esperan de ella. Y en conjunto se definió una estrategia de impacto social.
Para Pérez Agenjo una empresa con propósito tiene que poner el foco en el largo plazo, es la única manera de generar impacto social. Su legado, su para qué, es algo que sólo se puede construir desde una visión a largo plazo. Su rentabilidad está más que demostrada. Mejora la reputación y la legitimidad para operar: atrae, retiene y motiva el talento.
El propósito representa una oportunidad para compartir cosas que importan a la sociedad. Definirlo hace que la sociedad entienda cuál es su misión última, la justificación de su actividad frente a los retos actuales, que son muchos y complicados, sentencian ambos.
Parejo, añade que para ellos ha sido un proyecto muy emocionante: “Iberia lleva muchos años en el mercado. Es un proceso complejo, que hemos abordado de manera pausada y reflexiva”.
Definir el propósito de una empresa hace que la sociedad entienda cuál es su misión última, la justificación de su actividad frente a los retos actuales, que son muchos y complicados
El resultado es un propósito que se centra en la prosperidad: “Desde España generamos prosperidad conectando personas por el mundo, pero no interpretada solo desde el punto de vista económico y de riqueza, sino en un sentido mucho más amplio, de cosas que pueden ser intangibles, como la alegría». En este punto Parejo explica el papel de Iberia de una forma apasionada: “Queremos poner mucho énfasis en lo mucho que aporta la compañía: la aviación es un servicio esencial y España necesita conectarse con el mundo.
Y en este aspecto, resalta cómo los estudios realizados sobre sus rutas han demostrado el importante impacto que generan en las ciudades de destino, incluso el grado de eficiencia logrado frente a otros competidores. Y, de forma muy especial, el papel social ejercido en momentos críticos como la guerra de Ucrania, en cuyo estallido fletaron varios vuelos especiales para ayudar a la gente a salir del país de forma rápida. También durante la pandemia, trayendo de vuelta a españoles que se quedaron atrapados en otros países, o la recogida de cargamentos de material como mascarillas y jeringuillas.
En otro punto de la conversación, Pérez Agenjo y Parejo comentaron que, más allá de ser obligatoria por ley y una demanda social creciente, la sostenibilidad ha evolucionado y ya no es un plus que una compañía ofrece al mercado sino que está en el centro de la estrategia, en el corazón de las decisiones de Comités de Dirección y Consejos de Administración.
La sostenibilidad ha evolucionado y ya no es un plus que una compañía ofrece al mercado, sino que está en el centro de la estrategia, en el corazón de las decisiones de Comités de Dirección y Consejos de Administración
Pero, además, los dos resaltaron que si los planes están bien definidos, con objetivos ambiciosos y saben conectar con los grupos de interés, pueden suponer oportunidades para el propio negocio. La Directora de Sostenibilidad de Iberia sostiene que el plan que han trabajado en la aerolínea reúne en la estrategia iniciativas que se estaban haciendo ya, otras nuevas y, sobre todo, pretende conectar con nuevos clientes, fidelizar a los que ya tienen y contribuir a mejorar la sociedad.
El Socio Director de Transcendent resalta que los clientes y la sociedad demandan con más rotundidad conocer el impacto social y medioambiental. La medición de los parámetros ESG está generalizada en la gran empresa porque ofrece la posibilidad de mejorar y gestionar ese cumplimiento. Amplificar el impacto positivo, con las ventajas para la empresa que ello conlleva.
Una parte importante de esa mejora es el trabajo hacia la descarbonización. “Estamos trabajando para que nuestra sociedad, no solo sea más próspera sino también descarbonizada y más sostenible”, aseguró. ¿Cómo se logra ese objetivo? El grupo al que pertenece la aerolínea, IAG, fue pionero en comprometerse a lograr emisiones netas cero en el año 2050. Un objetivo que ha marcado tendencia en el sector.
Estamos trabajando para que nuestra sociedad, no solo sea más próspera sino también descarbonizada y más sostenible
Esta ambiciosa apuesta se apoya en varios pilares. Grandes inversiones en nuevas tecnologías y renovación de flota para mejorar la eficiencia y el SAF (Sustainable Aviation Fuel), combustibles sostenibles que permiten descarbonizar la actividad. Hay dos opciones ya disponibles: uno creado con materias primas y restos biológicos y otro sintético, que incluso puede generar emisiones negativas a través de la captura de CO2.
En este momento los SAF ya se pueden utilizar sin necesidad de cambiar las aeronaves actuales, con los mismos motores e infraestructuras, algo que no pasa, con el hidrógeno verde. “Necesitamos que este mercado avance y bajen los precios, que ahora son hasta siete veces más que los del combustible actual», explica Parejo.
Airbus ya está certificando una mezcla del 100%. Así que la tecnología está muy avanzada, pero el problema es que hay todavía una producción muy baja.
Cuando estábamos analizando las iniciativas para poner en marcha, qué cosas eran críticas para nuestro público y en las que teníamos que poner mayor énfasis hemos visto que en realidad hay muchos puntos en común con el impacto social. Estamos intentando desarrollar esta idea porque, el desarrollo del combustible se puede conectar con objetivos de desarrollo en coordinación con instituciones como el Gobierno. Y se pude generar prosperidad, por ejemplo, en la España vaciada, generando riqueza y empleo en una nueva industria de futuro”, concluye.
