El modelo EFQM con sus criterios ayuda a mejorar la situación de una organización. Estas siglas hacen referencia al Modelo Europeo de Excelencia Empresarial, el cual es una herramienta única, en constante evolución, que se basa en la autoevaluación de las empresas, mediante su sistema de gestión de calidad. Esta permite a las organizaciones afrontar los cambios, aumentar el rendimiento y adaptarse a los azares que trae el futuro.
Este modelo aumenta la eficiencia y eficacia de las empresas europeas a través de la mejora continua de la calidad. Para esto, el modelo se divide en dos partes. La primera consiste en unos criterios de excelencia empresarial, los cuales abarcan todas las áreas de una compañía, y, la segunda, aporta reglas para evaluar que se están cumpliendo los criterios de excelencia de la primera parte.
Así, estos criterios se dividen, a su vez, en dos grandes grupos: los agentes y los resultados. Estos dos puntos son clave para acrecentar y apuntalar las mejoras en excelencia y calidad de la gestión empresarial. Nada mejor que ver ambos grupos por separado para conocerlos más a fondo.
Los agentes consisten en cinco conceptos que fundamentan todas la acciones a tomar. En definitiva, son un aspecto clave del sistema de gestión de una organización y la causa de la mejora de los resultados:
Los resultados son la consecuencia del desarrollo de las relaciones establecidas con los agentes. Así, se generan unos criterios de resultado, los cuales hay que conocer para comprobar los avances de los planes encaminados a la excelencia. En total son cuatro:
Son los resultados que juzgan la calidad de los servicios o productos ofertados a los clientes. De esta manera, es posible conocer los éxitos de la organización a nivel comercial.
Hacen referencia a los éxitos conseguidos por la organización a nivel social, tanto de manera local como regional, nacional e internacional.
Muestra los avances del personal que compone la empresa y la relación establecida entre ambos.
Marcan los éxitos de la empresa a la hora de seguir el rendimiento planificado. El objetivo final es alcanzar la excelencia, pero sin dejar de lado el beneficio económico, la viabilidad de la actividad realizada y la satisfacción de los grupos de interés relacionados con la actividad de la organización.
En definitiva, el modelo EFQM y sus criterios son estos. No obstante, hay que tener claro que este modelo está en constante adaptación y mejora. Se espera que para 2020 se publique una nueva versión actualizada, la cual se enfocará en la cultura de mejora, en la transformación eficaz y en un cambio en el modelo de gestión.