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Objetivos de eficiencia energética en 2030: así tienes que preparar a tu empresa

Los objetivos de eficiencia energética en 2030 en España vienen establecidos en el «Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) 2021-2030», siguiendo la Directiva de la Eficiencia Energética de la UE 2018/2020.

Este plan determina las líneas de actuación para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, de incorporar energías renovables y mejorar la eficiencia energética.

A parte de contribuir al clima, adoptar los objetivos de eficiencia energética 2030 en tu empresa puede suponer importantes beneficios, desde un ahorro de costes por la reducción del consumo, hasta una menor dependencia energética, a la vez que se reduce la contaminación.

Objetivos de eficiencia energética 2030

Según el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) 2020-2030, los objetivos a lograr son:

  • Al menos un 40% de reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero (con respecto a 1990).
  • Al menos un 32% de cuota de energías renovables.
  • Al menos un 32,5% de mejora de la eficiencia energética para 2030.

De ellos, la eficiencia energética es la que supone el mayor desafío para las empresas. Por ello, la Comisión señaló la importancia de introducir medidas adicionales que generen un rápido ahorro y reconoció la necesidad de reformas en los edificios para cumplir las normas mínimas de eficiencia energética, en caso de ser necesario.

Consejos para que tu empresa cumpla los objetivos de eficiencia energética

Existen algunos aspectos básicos para fomentar el ahorro de energía en las empresas. Contratar la potencia adecuada permitirá reducir el ahorro económico, además, es mejor centrarse en elegir energías renovables. Otro aspecto clave es la concienciación del personal, no sirve de mucho que apliques numerosas medidas si tus empleados no están concienciados.

Además, con siguiendo algunos consejos se logrará una mejor eficiencia energética, algo que permitirá no solamente reducir los gastos energéticos de la empresa, sino también contribuir al Objetivo de Desarrollo Sostenible 7: garantizar el acceso universal a una energía asequible y no contaminante. Para ello, es necesario centrarse en los siguientes aspectos:

ILUMINACIÓN

  • Aprovechar al máximo la luz natural y reducir al mínimo el uso de luz artificial en cualquiera de las dependencias.
  • Utilizar colores claros en las paredes interiores del edificio. Los colores claros reflejan la luz, permitiendo usar menos iluminación artificial, mientras que los colores oscuros requerirán utilizar más luz artificial.
  • Apagar la luz en aquellas estancias en que no se necesite y cada vez que se salga de una dependencia,  y encenderla solo cuando sea necesario. Para ello, puede ser buena idea contar con un interruptor para cada sección.
  • Instalar temporizadores o sensores que detecten la presencia de alguien para encenderse automáticamente en servicios, pasillos, sótanos, garajes, etc. Esto permite de un 10 % al 20 % de ahorro energético.
  • Instalar controladores de aprovechamiento de la luz diurna en los lugares que reciban luz natural. Junto a la medida anterior, puede llevar a ahorrar hasta un 45 % de energía, así como los costes que de ello derivan.
  • Sustituir bombillas incandescentes y tubos fluorescentes por soluciones más eficientes, como las luces LED, las Bombillas Fluorescentes Compactas (CFL) o las bombillas incandescentes mejoradas. Estas bombillas consumen dos o tres veces menos. De hecho, la UE prohíbe el uso de bombillas poco eficientes, que son las de 75 W (750 lumen), 60 W (450 lumen) y 20-40 W (60 lumen).
  • Utilizar claraboyas inteligentes, que se instalan en lugares donde normalmente no llega la luz natural. Por ejemplo, instalando bóvedas que capturan la luz y difusores de luz.

CALEFACCIÓN

  • Ajustar la temperatura de las habitaciones de manera que se pueda trabajar en condiciones cómodas.
  • Mejorar el aislamiento térmico en calderas, las tuberías de agua y los depósitos de agua caliente.
  • Limpiar periódicamente la caldera, ya que solo 1 mm de hollín supone una pérdida energética de entre el 4 % y el 5 %.
  • Cambiar las calderas por otras de mayor eficiencia, como la caldera de condensación que, con una eficiencia del 109 %, permite hasta un 40 % de ahorro energético respecto a calderas convencionales.
  • Implementar un control de temperatura en el sistema de calefacción o refrigeración.
  • Es mejor utilizar calor radiante en lugar de aire caliente.
  • Reducir el número de zonas que se calientan, evitar calentar todas aquellas secciones o departamentos que no se utilizan.
  • En el caso de los grandes consumidores de electricidad y energía térmica (como hospitales, hoteles, grandes oficinas…), considerar utilizar sistemas de cogeneración CHP (calor y electricidad combinados).
  • Para negocios más pequeños, también existe la micro-cogeneración (5-10 kW).

REFRIGERACIÓN

  • Utilizar el aire acondicionado solo si es necesario.
  • Ajustar una temperatura de evaporación lo más alta posible y la temperatura de condensación lo más baja posible.
  • Recuperar el máximo calor posible producido en las máquinas de refrigeración.
  • Eliminar las fuentes de calor (como iluminación o maquinaria) en las áreas que se deseen refrigerar y reducir las fuentes de calor en general, siempre que sea posible.
  • Aislar convenientemente las tuberías de frío y evitar obstaculizar la circulación de aire entre distintas secciones.
  • Mantener correctamente los enfriadores, descongelando periódicamente y limpiando el aire acondicionado.
  • Usar acristalamiento solar e instalar toldos en el exterior, lo cual mejora el aislamiento térmico de las ventanas.
  • Practicar el «freecooling«: utilizar el aire frío durante la noche en las épocas cálidas.
  • Utilizar plantas en el techo y las fachadas.

EQUIPAMIENTO DE OFICINA

  • Utilizar ordenadores y monitores con la condición “Energy Star«, ya que entran automáticamente en hibernación cuando no se utilizan. Esto permite ahorrar aproximadamente un 50 % del coste energético anual.
  • Apagar los equipos (ordenadores, impresoras, fotocopiadoras etc.) cuando no se estén utilizando. Se pueden instalar temporizadores para apagarlos por la noche o fines de semana. Se puede también apagar solo los monitores, que consumen más energía que los procesadores.
  • Comprobar que está activo el modo «ahorro de energía”.
  • Las impresoras de inyección de tinta consumen menos que las de láser, y la impresión en blanco y negro consume menos que en color.
  • Los ordenadores portátiles consumen menos que los de sobremesa. Por lo que es recomendable utilizar portátiles conectados a un monitor, en lugar de un ordenador de sobremesa.

Estas son algunas ideas para ayudar a las empresas a cumplir con los objetivos de eficiencia energética en 2030, que deberían implantarse lo antes posible para cumplir con las directivas de la UE. Como se ve, son de fácil implantación y no afectan al rendimiento ni los beneficios de la empresa; llegando incluso a mejorarlos.

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