Conforme avanza 2022, las perspectivas de crecimiento económico no dejan de menguar. La crisis energética y de suministros, la guerra en Ucrania y los históricos niveles de inflación en todo el mundo amenazan con retrasar la recuperación tras la pandemia de la COVID-19, al menos, hasta 2023. De ahí que muchos inversores se muestren reticentes a la hora de apostar por algún valor. Sin embargo, en estos tiempos adversos también existen oportunidades de inversión. Es el caso de la renta variable en EEUU.
Su distancia geográfica y sociopolítica con Europa permite a EEUU mantenerse alejado de la volatilidad de primera línea de batalla en el conflicto entre Rusia y Ucrania. Y, aunque los efectos adversos de la crisis energética y de la inflación también se han extendido hasta el país norteamericano, sus previsiones económicas son menos catastrofistas que en otros puntos del globo. Según el FMI, la economía estadounidense crecerá un 2,9% a lo largo de este año.
Por todo ello, la renta variable en EEUU supone un vehículo de inversión bastante rentable, tal y como destacan los expertos de Fidelity International. Pero, ¿cómo invertir en renta variable en el país norteamericano? Desde la gestora global de fondos explican que actualmente existen dos estrategias diferentes pero, a la vez, complementarias.
US Equity_SPAIN
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La primera es una estrategia value, que podríamos calificar como más tradicional, y que se apoya fundamentalmente en tres datos contextuales:
En segundo lugar, y de acuerdo a las previsiones de la gestora, «en este 2022 se está revirtiendo la situación de los últimos 15 años, en los que las empresas con un perfil value se comportaron peor que las de crecimiento. Pensamos que esta tendencia continuará, ya que hay muchas empresas de alta calidad que están cotizando muy por debajo de su valor intrínseco, pero que cuentan con fuertes vientos de cola que impulsarán sus modelos de negocio y, por tanto, lograrán un rendimiento superior a largo plazo».
El telón de fondo de la economía estadounidense sigue siendo robusto. Sus empresas no financieras tienen unos balances sólidos y un alto nivel de liquidez
La segunda estrategia es igualmente atractiva, respaldada además, en dos factores que deben ser fundamentales en las carteras en el actual escenario de incertidumbre y volatilidad. «Estamos hablando de unir las empresas de calidad con el pago de dividendos sostenibles«, argumenta Domingo Barroso, Director de Ventas de ETFs/ Indexados Iberia de Fidelity International.
Las empresas de calidad que reparten dividendos sostenibles tienen una mayor proporción de su valor dominada por los ingresos actuales y una menor volatilidad
Además, insiste Barroso, «en un entorno inflacionista como el actual, las empresas de calidad (con sólidos balances y poder de fijación precios) que reparten dividendos sostenibles tienen una mayor proporción de su valor dominada por los ingresos actuales y una menor volatilidad. Por lo cual pueden protegernos frente a la inflación y batir a los índices tradicionales en Rentabilidad/Riesgo. Pero siempre y cuando, y esto es fundamental, la estrategia que usemos solo incluya las empresas de mayor calidad. Es decir, aquellas con capacidad de impulsar sus dividendos de manera sostenible en el tiempo».