El miedo al fracaso ha condicionado tradicionalmente las aspiraciones de muchos emprendedores en España. No es fácil lanzarse al vacío sin saber qué pasará con un negocio -y, por ende, con una inversión- a corto, medio o largo plazo. Sin embargo, existen ejemplos paradigmáticos en nuestro tejido empresarial que demuestran que fundar una compañía siendo apenas un veinteañero no solo no es un acto suicida, sino que, en muchos casos, es el mayor de los aciertos (sobre todo, si se tiene claro desde el principio la importancia de poner siempre a las personas en el centro).
Así quedó plasmado en el Diálogo Directivo organizado por APD que mantuvieron Eduardo Baviera, Fundador de Clínica Baviera, que el año pasado celebraba su 30 aniversario; y Philios Andreou, Global Partner de BTS Group, consultora especializada en generar impacto en el lado más humano de las organizaciones y artífices del éxito de un buen número de empresas.
Eduardo Baviera, Fundador de Clínica Baviera; y Philios Andreou, Global Partner de BTS
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Pero, ¿cuál es el secreto de una compañía como Clínica Baviera, líder en su sector? Tal y como reconoció su fundador, resulta “esencial” poner a las personas en el centro, tanto a aquellas que forman parte de la organización como a los pacientes que acuden a las clínicas oftalmológicas. “Esa relación grupal que tenemos, esa ‘artesanía’ sobre cada persona, sobre su evolución y sobre el trato, es fundamental para nosotros. Lo que hemos hecho ha sido ir adaptándolo a los tiempos y al tamaño de la compañía”, explicó durante la charla.
Precisamente ese es el leitmotiv de BTS, cuya principal labor a la hora de asesorar a las punteras compañías con las que trabaja es poner el foco en las personas, tal y como reconoció Andreou. O lo que es lo mismo: pensar en qué motiva a los empleados de una organización y poder combinar eso con la productividad y rentabilidad de un negocio. “En BTS pensamos mucho en que el éxito en los negocios y en la ejecución de las estrategias depende de la ‘alineación’ que tienes y la manera de pensar de la gente”, apuntó el directivo.
Sin embargo, este objetivo se torna especialmente complicado en compañías internacionales, con centros en diversas partes del mundo. ¿Cómo se implica a miles de empleados para que remen hacia un mismo objetivo y se sientan motivados e implicados sea cual sea su posición en el organigrama? “Yo recuerdo que, cuando empezábamos, conocía nombre, apellidos y la vida personal de cada persona que se incorporaba a la compañía. Ahora ya no conozco a todas las personas”, reconoció Baviera.
Lo cierto es que este hecho no ha cambiado “en nada” las aspiraciones de la compañía. La intención es que las relaciones humanas sigan siendo iguales que al inicio. “Hay una suma de liderazgos en todas las áreas y en todas las categorías o tipologías de trabajo, en todas las ciudades. Y eso lo irradiamos y lo situamos como factor fundamental. Tú vas a cualquier clínica y ves una pequeña o gran familia. Antes éramos una familia y ahora somos muchas familias”, aseveró el directivo.
Así, otra de las claves del éxito de Clínica Baviera se basa en el “liderazgo responsable”. Un estilo que, tal y como definió su fundador, va más allá de lo que podría ser un liderazgo ejecutivo o numérico centrado en el corto plazo. “Se trata de asumir la responsabilidad sobre cada acción que tomas, viendo el impacto que generas sobre el grupo de personas en el que incides”, subrayó. “En un despido, que es una situación siempre difícil, puedes ver tu posición (cómo se afronta, el pago, la decisión, el reemplazo o la comunicación), o puedes hacerlo más responsable: ver mi posición, la tuya, ponerme en tu lugar, entenderte y verlo entre los dos”. Esa responsabilidad, por supuesto, es máxima también con los clientes. “No hagas nada a alguien o no ofrezcas nada que no te harías a ti mismo”.
Tal y como reconocieron tanto Eduardo Baviera como Philios Andreou, una compañía no alcanza importantes cotas de éxito si no se guía por valores tales como el “trabajo en equipo, la humildad o el conocimiento compartido”. Además, según Baviera, en su organización también se intentan potenciar, destacar y desarrollar distintas actitudes personales que van más allá del mundo de la empresa. “Nos cuesta entender que la vida personal y profesional son una frontera, que son muros que no conocemos”.
El yoga es un método de autodesarrollo personal que ofrece herramientas para mejorar la evolución de una empresa
Así, la formación interna es un ‘must’ que se ofrece habitualmente a través de sesiones médicas o de management. “La formación externa también la fomentamos al máximo. Cuando alguien tiene una formación en algo, lo solicita y enseguida se aprueba”, señaló Baviera, que también aseguró que “la mejor escuela es la experiencia”.
Autor de un par de libros sobre éxito emprendedor y sobre yoga, el Fundador de Clinica Baviera reconoció por último que las enseñanzas de esta disciplina milenaria son aplicables a su día a día. “El yoga es un método de autodesarrollo personal y empecé a ver similitudes entre las herramientas para mejorar tu vida y las herramientas para mejorar la evolución de una empresa”, subrayó durante el Diálogo. “Cuando hay adversidades, hay que reequilibrar, saber gestionar las energías y cambiar”, apostilló. Tras 30 años de historia, apostar por poner a las personas en el centro, por lo que Eduardo Baviera bautizó como “artesanía de las personas”, ha demostrado ser garantía de éxito.
