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Qué son los espacios liminales y su importancia en la innovación

Los espacios liminales son lugares de transición, espacios fronterizos. En el entorno actual, estas áreas de transformación permiten una ruptura con lo establecido. Fomentando un entorno de reflexión y experimentación. En un mundo en el que innovar es vital para seguir siendo competitivos, aprovechar los espacios liminales es básico para generar nuevas ideas y encontrar nuevas soluciones. Es el lugar en el que se crea la innovación que, más adelante, influirá en la estrategia de las empresas. En este post analizaremos qué son los espacios liminales y por qué son fundamentales en el proceso de innovación. 

¿Qué son los espacios liminales?

El concepto de espacio liminal proviene del término “limen”, que en latín significa umbral. Son espacios intermedios, en los que algo está a punto de cambiar. Esencialmente, son lugares de transición, de paso, que llevan de un lugar a otro. Por ejemplo, salas de espera, pasillos, escaleras o carreteras. Así pues, la liminalidad consiste en romper con las normas y pautas establecidas. Replantear los espacios y fijarse en lo que no se ha visto. Eso despierta la creatividad y desafía la percepción del entorno.

Si hablamos de innovación, los espacios liminales aparecen cuando las viejas formas de pensar desaparecen y aparecen nuevas perspectivas y oportunidades. Estos espacios permiten liberarnos de las limitaciones del statu quo y explorar nuevas formas de pensamiento. Al estar en un estado de transición, nos podemos replantear las cosas y experimentar con nuevas ideas. De esta forma, para cualquier persona o empresa que quiera estar en la vanguardia de la innovación, entender los espacios liminales es clave.

Importancia de los espacios liminales en la innovación

Los espacios liminales tienen una relación directa con la innovación. En el momento en el que las estructuras habituales de trabajo se ponen en cuestión, se abre la puerta a nuevas posibilidades. Porque es en los momentos de transición cuando surgen las oportunidades para la colaboración y el cambio.

1. Fomentan la creatividad

Los espacios liminales ayudan al pensamiento libre. Al no tener las restricciones habituales se dan las condiciones necesarias para la creatividad. En estos espacios, las personas no están atadas a las normas tradicionales, y eso permite explorar nuevas ideas sin temor al fracaso. Un ejemplo de espacios liminales en los que la creatividad fluye de forma natural podría ser, por ejemplo, los periodos entre proyectos o las reuniones informales en entornos relajados. En esos momentos en los que hay menos presión pueden surgir ideas más disruptivas o conceptos innovadores.

Los momentos y espacios de transición ofrecen un entorno ideal para la creatividad, la experimentación, la colaboración y la adaptación al cambio

2. Promueven la interdisciplinariedad

En los espacios liminales, profesionales de diversos campos pueden reunirse y compartir sus perspectivas. Eso facilita que puedan aparecer soluciones innovadoras que combinan conocimientos de distintas áreas. El gran valor está en que las sinergias que aparecen gracias a esta interdisciplinariedad no aparecerían en espacios cerrados o muy estructurados. Hay muchas nuevas tendencias tecnológicas que han surgido en espacios donde la ciencia, la ingeniería y el arte se cruzan. Como son, por ejemplo, los laboratorios de innovación o hubs creativos.

3. Facilitan el cambio y la adaptación

Saber adaptarse al cambio es esencial. Y, en ese sentido, los espacios liminales pueden ayudar a las personas para la incertidumbre y el cambio. Al encontrarse en un estado de transición, los individuos son más receptivos a nuevas ideas y a nuevas formas de hacer las cosas. Este factor es especialmente relevante en la innovación, donde la capacidad para adaptarse a los cambios y a nuevas estrategias puede marcar la diferencia entre el éxito y el fracaso. Operar en espacios liminales ayuda a las empresas a ser más flexibles y ágiles. Y, en definitiva, a innovar de una forma más efectiva.

Importancia de los espacios liminales en la innovación

4. Estimulan la colaboración

Sin colaboración no hay innovación. Y los espacios liminales son puntos de encuentro en los que las personas pueden trabajar juntas sin restricciones. En este entorno la jerarquía se diluye y se fomenta un intercambio de ideas abierto y mucho más equitativo. Un buen ejemplo son los espacios de coworking, que actúan como catalizadores de colaboración y facilitan que personas de distintas disciplinas colaboren y trabajen en equipo.

5. Inspiran la reflexión y el autoanálisis

En los espacios de transición encontramos momentos ideales para la reflexión. Es por ese motivo que los espacios liminales pueden ayudar a analizar los logros o identificar errores. Y, de esta forma, encontrar oportunidades de mejora y ajustar las estrategias de innovación. En las empresas, por ejemplo, los momentos de transición permiten reflexionar sobre las cosas que han funcionado y las que no. Y eso facilita una toma de decisiones más informada y estratégica.

6. Fomentan la experimentación

La cultura de prueba y error es fundamental en cualquier proceso innovador. En este sentido, los espacios liminales ofrecen el entorno perfecto para experimentar. Es en momentos de transición cuando es más sencillo arriesgarse y probar nuevas ideas. Y de ahí pueden surgir descubrimientos inesperados que pueden revolucionar la industria. Un ejemplo son los laboratorios de investigación, en los que la experimentación continua es clave para la creación de productos o servicios.

7. Rompen con la rutina

Romper la rutina puede impulsar el pensamiento innovador. Porque la rutina limita la creatividad y el pensamiento crítico. Los espacios liminales rompen con esto, y permiten ver las cosas desde una nueva perspectiva. Los cambios de entorno, por ejemplo, permiten que las ideas fluyan de una forma más libre y creativa. Lo que ayuda a encontrar soluciones innovadoras que no habrían surgido en un entorno rutinario. Por eso, salir de la oficina para realizar sesiones de brainstorming, retiros o viajes de equipo son buenas prácticas para fomentar la innovación.

En resumen, los espacios liminales son fundamentales para la innovación. Los momentos y espacios de transición ofrecen un entorno ideal para la creatividad, la experimentación, la colaboración y la adaptación al cambio. Comprender y aprovechar estos espacios puede ser la clave para desarrollar estrategias innovadoras que mantengan la competitividad de las empresas y personas. Así pues, integrar los principios de los espacios liminales en la estrategia de innovación permite adaptarse a un entorno cambiante, y también aprovechar las oportunidades que surgen en los momentos de incertidumbre.

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