Entrevista
Publicado el 15/11/2019
La globalización ha transformado el mundo empresarial y ha hecho que aparezcan nuevas oportunidades de negocio en el extranjero, pero también desafíos. Cada vez son más las empresas que deben definir las estrategias necesarias para expandirse y tener presencia en mercados extranjeros. Y el departamento de Recursos Humanos toma un papel clave para afrontar los retos de la expansión internacional.
Un proceso que viene acompañado, además, de un entorno cambiante en el que las nuevas tecnologías exponenciales aumentan considerablemente la complejidad del mundo empresarial.
Una de las grandes dificultades que afrontan las empresa que emprenden un proceso de internacionalización es el de la gestión de personas, lo que impacta de lleno en el departamento de Recursos Humanos. ¿Cuáles son los principales retos vinculados a este departamento en el crecimiento internacional de las empresas? ¿Qué obstáculos se encuentran las empresas en el momento de gestionar las personas y captar y retener el talento?
Los datos de la ONU indican que hay actualmente 193 países emergentes que por su potencial de crecimiento suponen una oportunidad de negocio para las empresas. Pero cualquier proyecto que se ponga en marcha debe tener muy presente en primer lugar el factor humano, que es imprescindible para que el proyecto pueda tener éxito.
Según la ONU hay 193 países emergentes que pueden suponer una oportunidad de negocio
Y precisamente para conocer cuáles son las principales preocupaciones de Recursos Humanos en el momento de abordar la internacionalización, Economist Intelligence Unit y ADP han realizado el estudio Dificultades durante el crecimiento: los desafíos para RR.HH. en la expansión internacional.
En el que se ha consultado a 1.000 directivos de Recursos Humanos de empresas que están en proceso de expansión internacional. El resultado muestra claramente la importancia que tiene para los directivos consultados el factor humano en un proceso de internacionalización, ya que el 71% de ellos coinciden en que los desafíos para su departamento se encuentran entre los más críticos cuando crecen a nivel global.
Para Francesc Xavier Mena, Catedrático de Economía y Profesor de ESADE, que ha participado en el desarrollo de proyectos internacionales en cerca de 50 países, los profesionales en gestión de personas son, sin duda, un factor clave en el momento de expandirse: «La gestión de expatriados y de personas del mercado de destino constituye uno de los retos más difíciles, por las diferencias culturales generales y en el ámbito corporativo en particular», asegura.
Y es que en el momento de plantearse una expansión internacional hay que conseguir atraer al mejor talento dentro de la organización. Pero también en los países en los que se quiera asentar la organización.
«La empresa debe elaborar un plan que establezca prioridades geográficas y que evalúe la gestión de los expatriados y de los directivos locales del mercado de destino», recomienda el profesor.
El 84% de directivos de recursos humanos cree que la expansión internacional es una oportunidad para contribuir de forma estratégica al negocio
El estudio también lleva a examen cuáles son las principales habilidades de liderazgo necesarias para superar con éxito el desarrollo internacional de una empresa. En este sentido, muestra que un proceso de expansión puede suponer un gran reto estratégico para RRHH.
Reto sí, pero compensa: el 84% de directivos consultados asegura que la expansión internacional es una oportunidad para contribuir de forma estratégica al negocio.
Otra de las cuestiones que tiene una importancia capital en los procesos de internacionalización es el de saber cómo gestionar las distintas regulaciones laborales y leyes de cada país. Así, tras la gestión de personas, para el 43% de encuestados este sería el siguiente gran reto.
La mayoría de ellos coinciden también en que los retos regulatorios que se plantean en el momento de contratar y gestionar trabajadores internacionalmente son cada vez más complejos, por lo que hay que dedicar cada vez más tiempo y recursos para afrontarlos.
Para Mena, la complejidad se da especialmente para las empresas que están en las primeras etapas de la expansión internacional. «La legislación laboral y social, así como la fiscal o regulatoria constituyen un esfuerzo adicional para una empresa en los procesos iniciales de internacionalización», asegura el experto formador.
Aunque son muchos los analistas y organismos que han alertado sobre una desaceleración de la economía que puede derivar en una nueva crisis en 2020, esto no ha frenado por el momento la tendencia de las empresas en abordar la internacionalización.
¿Hay motivos suficientes para ser cautos en ciertos procesos de expansión? Para el profesor Mena, es cierto que «los mercados emergentes ya no constituyen una panacea general a corto plazo en el ámbito de los costes locales para la deslocalización». Sin embargo, sí destaca la importancia de realizar estudios centrados en cada país concreto porque «la tipología y comportamiento de dichas economías emergentes es muy diverso».
Es importante realizar estudios centrados en cada país concreto porque la tipología y comportamiento de dichas economías emergentes es muy diverso
Pese al mencionado temor al estancamiento de la economía y a los riesgos existentes en cualquier proceso de expansión, para el catedrático de economía de ESADE la internacionalización ya no es solamente una opción para las empresas.
«La presencia en otros territorios se ha convertido en una necesidad. El mercado doméstico se ha quedado pequeño y está abierto a nuevos competidores, tanto locales como del mundo», concluye el experto en abordar los retos de la expansión internacional.
La cuestión no deja de ser, ¿son las organizaciones sin asesoramiento a la hora de enfrentarse a este proceso capaces de abordarlo con éxito?
