‘Se necesitan nuevas formas de encarar nuevos retos’. Esta sencilla frase bien podría ser el resumen de lo que está sucediendo en los despachos de las empresas de nuestro país donde hoy reina una máxima: hacen falta directivos con capacidades digitales.
Al menos, así parece deducirse de los datos publicados por el Observatorio de Empleo Digital en España del ISDI –Instituto Superior para el Desarrollo de Internet–, cuyas estadísticas, recogidas desde 2013 a 2017, señalan que en las bolsas de empleo de la escuela de negocios hay un perfil que destaca sobremanera: el directivo especializado en internet.
La cuestión es… ¿Disponemos de líderes con suficientes capacidades tecnológicas? Se busca directivo… para internet
Según los datos, los nuevos tiempos en los que internet se ha convertido en parte fundamental de la vida diaria han provocado sustanciales cambios en la estrategia organizativa de las compañías.
Tal y como se recoge en el mencionado estudio, la oferta de puestos directivos para internet ha crecido un 34% y supone más de la mitad de los nuevos empleos generados.
Estas conclusiones ponen sobre la mesa que la transformación digital está más activa que nunca. Los clientes ya no se conforman con fórmulas de compra tradicionales y cada vez más apuestan por internet como plataforma de adquisición o como buscador de consulta, razón por la cual las empresas deben adaptarse a ellos e implementar en sus planes de negocio una figura que sepa dar respuesta a todas las necesidades de estos consumidores digitales.
La oferta de puestos directivos para internet ha crecido un 34% y supone más de la mitad de los nuevos empleos generados
Rodrigo Miranda, Director General del ISDI, incide en este sentido sobre la enorme evolución de la que estamos siendo testigos: “Estamos asistiendo a una creciente sofisticación de la demanda de empleo digital”. Un hecho que responde, insiste, “a una cada vez mayor adopción del entorno digital por parte de las compañías y a la búsqueda de nuevas respuestas según se avanzando en la transformación”.
En esta línea cabe destacar que las empresas están adaptándose a pasos agigantados a los nuevos flujos comerciales.
Ahora, los clientes tienen mucha más fuerza que antes gracias a herramientas como las redes sociales donde una mala crítica a o un comentario negativo puede llevar a enormes industrias a crisis de prestigio muy difíciles de contrarrestar, de ahí la importancia de contar con directivos que estén familiarizados con el mundo digital y sepan trabajar en este entorno.
El Observatorio de Empleo Digital en España del ISDI puntualiza que la evolución de 2013 a 2017 registrada en su último estudio es una muestra clara de “cómo se ha profesionalizado y sofisticado un empleo [el de directivo] que era mucho más ambiguo y generalista”.
Años atrás era frecuente encontrarse con directores que trabajaban para varios departamentos a la vez y que, incluso, podían realizar tareas para múltiples delegaciones alejadas en el mapa.
Sin embargo, los cambios sociales y tecnológicos de la década pasada han llevado a los directivos a ‘especializarse’ en sus cometidos alejándose del concepto de ‘jefe para todo’.
Se trata de una tendencia imparable de crecimiento de los empleos con responsabilidad dentro de las compañías
“Hemos pasado de un 38% de las ofertas para puestos directivos a que estas representen el 51% del total, lo que supone un aumento del 34% y una tendencia imparable de crecimiento de los empleos con responsabilidad dentro de las compañías”. Son algunas de las conclusiones que pueden leerse en el informe de esta escuela de negocio digital líder en España que está presente en Europa, Estados Unidos y Latinoamérica.
A esta tendencia ha contribuido el hecho de que hayan nacido nuevas profesiones –como los expertos en Big Data o los jefes de innovación– no conocidas hasta el momento.
El nuevo abanico de profesiones ha abierto la veda a una especialización que, tal y como recuerdan desde el ISDI, “no tiene que ver con el tamaño de la compañía sino con el grado de desarrollo de su departamento o área digital”.
Por ejemplo, según otro estudio elaborado en 2016 por TNS en nombre de GMC Software, el 19% de los consumidores estaba a favor de que las empresas de seguros utilizaran aplicaciones móviles para comunicarse con ellos. En esa fecha, solo el 5% de las compañías dedicadas a ese sector contaban con este servicio.
Resulta relevante cómo los clientes han ido evolucionando en su trato con las empresas. Los consumidores ya aceptan y asumen innovaciones que hasta hace pocos años parecían algo futurista. Pero no solo eso. Ahora son los propios clientes los que demandan esas innovaciones.