Los trabajos del futuro son aquellos cuya función básica es la gestión de sistemas automatizados. Aunque ello no implica que el capital humano deje de tener importancia, sí va a haber un cambio de paradigma en el tipo de empleos en las próximas décadas. Analizamos qué sectores en los que la automatización va a marcar la diferencia.
El desarrollo de la automatización permitió, en un principio, liberar mano de obra y conseguir mejores resultados reduciendo el porcentaje de errores en operaciones repetitivas. Posteriormente, este tipo de actividades, con el desarrollo de la Inteligencia Artificial, han dado un salto cualitativo; ahora no se trata simplemente de repetir operaciones, sino de desarrollar soluciones de forma autónoma en determinados casos. El desarrollo industrial de los últimos años está íntimamente ligado al de la robotización.
El Gobierno de España ha decidido implementar los sistemas de Big Data porque estiman que la implementación de sistemas avanzados en Justicia puede incrementar el PIB hasta un 15 %
La automatización permite realizar más funciones en menos tiempo, de manera que la productividad aumenta en aquellas empresas que implementan los nuevos sistemas. Aunque las soluciones en robótica llegan a todos los sectores, hay algunos en los que tiene más incidencia que en otros. Conocer los trabajos en los que la automatización marcará la diferencia es una forma de ir un paso por delante de la competencia.
Cada vez son más los usos sanitarios de la robótica, tanto para el diagnóstico como para las intervenciones quirúrgicas. Por lo tanto, los expertos en medicina robótica van a tener un gran potencial de consolidación a medio plazo porque la destreza de los robots en cirugía es incuestionable, y su eficacia mejora año tras año.
Algo parecido va a suceder con los expertos en ingeniería médica o bioingeniería, que aplican sus conocimientos al campo de la medicina. Su objeto es mejorarla e idear nuevas soluciones con un potencial de éxito. Los encargados de crear nuevos sistemas van a aportar posibilidades de negocio que abrirán opciones, sobre todo en los países desarrollados.
Finalmente, los farmacéuticos expertos en robótica van a tener más posibilidades de empleo porque este tipo de aparatos se utilizarán para mejorar el servicio en este sector clave.
La economía digital no se puede entender hoy sin el Big Data, el análisis de todo el caudal de datos que se consigue a través de Internet o de fuentes autorizadas explícitamente. Esta fórmula sirve, indistintamente, para empresas e instituciones públicas.
De hecho, el Gobierno de España ha decidido implementar los sistemas de Big Data porque estiman que la implementación de sistemas avanzados en Justicia puede incrementar el PIB hasta un 15%. Así, el analista de datos es un profesional con futuro porque su función va a ser imprescindible para que empresas de cualquier sector de actividad añadan valor y consigan ser más competitivas. Aplica las herramientas, u opciones del programa, para filtrar los datos que interesan y, a partir de ahí, tomar decisiones racionales con un menor margen de error.
Se espera que en 2050 las energías limpias sean las únicas que se usen en Europa
El ingeniero de datos es el encargado de idear algoritmos para que la recogida de datos sea más sencilla y efectiva. Dicho de otra forma, es el que crea las condiciones para que el Big Data se almacene de forma exitosa. Sin algoritmos y herramientas de análisis de datos no sería posible sacar rendimiento a todo el flujo de datos que se genera hoy en día en cualquier organización. Por último, el programador es el que utiliza todo este torrente de información para crear nuevos programas y apps. Por lo tanto, es un profesional que aporta valor añadido a las empresas e instituciones.
La ciberseguridad está relacionada directamente con la eclosión de Internet y el desarrollo de las nuevas tecnologías, lo que implica, también, el aumento de crímenes informáticos. Por otra parte, ha habido un desarrollo de las aplicaciones hasta tal punto que la seguridad se convierte en una condición sine qua non para que un usuario decida entrar en un portal web y hacer su compra.
Los policías digitales se encargan de supervisar que no se cometen delitos en los servidores o en las páginas web. No hay que olvidar que las normativas de protección de datos que se están aprobando en los distintos países tienden, cada vez más, a priorizar la autorregulación.
La generalización de la robótica implica que aparezcan y se desarrollen profesiones relacionadas con el cuidado y el mantenimiento de robots.
Cuando se construye un robot también es imprescindible que haya alguien que ocupe de su mantenimiento para que su vida útil sea lo más extensa posible.
Este tipo de profesión es fundamental, tanto en operaciones rutinarias periódicas como en el momento en que se presente algún tipo de problema puntual.
Por otra parte, también es conveniente que existan profesionales que se puedan encargar de programar las máquinas en función de las necesidades de cada propietario y, así, mejorar el rendimiento de esos nuevos puestos de trabajo automatizados.
Algunos robots ofrecen la posibilidad de introducir varias configuraciones y el programador tendrá que aplicar la deseada por el cliente.
Las energías alternativas son ya parte de nuestro presente. En 2040 se pretende prohibir la producción de motores para automóvil que utilicen energías no renovables en España. Y se espera que en 2050 las energías limpias sean las únicas que se usen en Europa.
Sin algoritmos y herramientas de análisis de datos no sería posible sacar rendimiento a todo el flujo de datos que se genera hoy en día en cualquier organización
En pocos años lo habitual será hablar de energía eólica, fotovoltaica, biomasa o hidroeléctrica en lugar de hablar de fuentes fósiles. Por lo tanto, cualquier profesional vinculado con las energías alternativas se va a beneficiar de las posibilidades de aplicación de las tecnologías de automatización en el sector.
Los trabajos del futuro van a ser los relacionados con la automatización y el desarrollo de las nuevas tecnologías. Sectores como la salud, el Big Data, la ciberseguridad, el mantenimiento de robots o las energías renovables serán los más punteros en un par de décadas. En consecuencia, estas opciones pueden ser salidas laborales o de inversión que se pueden considerar para el futuro.