A causa de la pandemia provocada por la COVID-19, el trabajo híbrido ha ido ganando terreno a lo 100% presencial en el último año. Tanto es así, que las organizaciones han transformado sus modelos de trabajo y han ido combinando ambos escenarios en función de la evolución de la situación.
De hecho, diversos estudios aseguran que en la ‘nueva normalidad’ 6 de cada 10 personas trabajarán bajo un modelo de trabajo híbrido y más de un 70% de directivos piensa en combinar el trabajo en remoto algún día a la semana con presencialidad en la oficina.
Más de un 70% de directivos piensa ya en combinar el trabajo en remoto algún día a la semana con presencialidad en la oficina
Pero, ¿se consolidará realmente el modelo híbrido? Y de ser así, ¿qué cambios deberán realizarse en aspectos vinculados con la remuneración? ¿Cómo evitar el sentimiento de desvinculación a la organización? ¿Qué papel juega la seguridad y la cultura en el éxito de su implantación?
Para responder a estas y otras cuestiones, el pasado 6 de mayo APD y Ozona organizaron el encuentro digital ‘Nuevos modelos de trabajo para nuevos modelos de negocio’ junto a Santiago Campuzano, Country Manager Iberia de Citrix; Jesús Redrado, CIO de Clínica Universidad de Navarra; y Andrés Vega, Director de Recursos Humanos y Excelencia de Capsa Food, bajo la moderación de Ramón Ares, CEO de Ozona Tech.
Comenzaba la conversación con una primera reflexión sobre lo que supone cambiar hacia un modelo de trabajo híbrido. Ante esta cuestión, el Country Manager Iberia de Citrix, apuntaba un nuevo concepto: el de la pandemitarización.
Término que explica cómo, a consecuencia de la pandemia, se ha instaurado de forma obligatoria una digitalización que nada tiene que ver con la transformación digital. «La preocupación ha sido que la gente pudiera trabajar«, insistía el experto.
Campuzano hacía mención también a la posibilidad de trabajar desde cualquier punto, sin necesidad de encontrarnos en la oficina.
Para el experto, la realidad es que no importa dónde estemos. «El trabajo no es un lugar, el trabajo es lo que hacemos«. No obstante, señalaba, esto implica un cambio en la cultura, los procesos y las personas.
La digitalización consecuencia de la pandemia nada tiene que ver con la transformación digital. La preocupación ha sido que la gente pudiera trabajar
Por su parte el CIO de Clínica Universidad de Navarra, coincidía con Campuzano en que el cambio cultural reside precisamente en que muchos departamentos con alto grado de presencialidad ya no se perciben como tales: «Ahora el gran reto es la supervisión y control del teletrabajo».
De la misma forma, en su caso, destacaba que la pandemia ha servido para adelantar procesos que ya estaban en marcha pero se han visto acelerados por el contexto social.
Por su parte, el directivo de Capsa Food recordaba que «ya veníamos trabajando desde antes de la COVID en desarrollar procesos de transformación tecnológica y organizacional. Un proyecto que teníamos entre manos y que nos ha servido mucho durante este tiempo ha sido la creación de una Oficina de Innovación Tecnológica».
Algo que, explicaba, les ha permitido alinear la organización bajo un mismo paraguas y mantener una interacción con todos los departamentos implicados.
Teniendo presente que el cambio cultural implica un gran transformación interna, otro de los retos es el de la seguridad ante la expansión del trabajo híbrido. Es una realidad: cada vez más organizaciones sufren ataques informáticos que les ponen en riesgo.
Ante esta casuística, Campuzano aseguraba que tenemos que pensar la seguridad en dos partes: una proactiva y una reactiva. «Una que nos sirvan para cubrir las amenazas del exterior y otra que ayude a los departamentos de tecnología para proteger el dato».
La regulación supone un importante sobresfuerzo, más aún en un sector donde los datos son altamente sensibles
Centrándose más en la regulación de la protección de datos, Redrado apuntaba que «supone un importante sobresfuerzo», más aún en un sector donde los datos son altamente sensibles.
Si bien el experto consideró que la regulación actual es suficiente, aprovechó su intervención para recordar que aún queda mucho por hacer: «Es necesario trabajar de manera coordinada y transversal desde el principio e integrarla en la forma de dar soluciones».
Por su parte Vega enfocaba su respuesta en la regulación relacionada con las personas y el trabajo a distancia: «Las condiciones de trabajo han de ser iguales tanto para quien lo realiza desde las instalaciones oficiales o lo realiza desde otra ubicación».
Asimismo, destacaba que, aunque existe un marco legal, las empresas han de buscar la mejor manera de aplicarlo. «En nuestro caso hemos organizado diferentes grupos en función del rol de los trabajadores de tal manera que las personas con puestos de mayor interacción están más días en la oficina que aquellas que no lo necesitan», recomendaba.
Los expertos lo tienen claro: el modelo de trabajo híbrido ha marcado tendencia, y lo seguirá haciendo. ¿Lo practica ya tu compañía? Momento para asumir el reto.