«Deberíamos fichar a las personas por su alegría y despedirlas por su mal carácter, empezando por los líderes». Así arrancaba Víctor Küppers su ponencia titulada ‘Siete diferencias entre un líder y un champiñón’ el pasado día 7 de junio en Las Palmas de Gran Canaria.
El encuentro, que presentaba cartel de aforo completo en el centro cultural Gabinete Literario, pretendía reflexionar sobre las cualidades del liderazgo y fue patrocinado por INCABE, JTI Iberia y Lexus España. El periodista y comunicador Miguel Ángel Daswani fue el encargado de presentar el acto anunciando que «hoy Víctor nos va ayudar a activar nuestro Yo más emocional».
El papel de un líder es el de influir, inspirar y transmitir, contagiar, ilusionar, motivar y ayudar y eso tiene que ver lo que transmites como persona
Tras esta acertada afirmación explicaba también el porqué del título de la ponencia: «Küppers cree que en el mundo hay ‘champiñones’ que pretenden dirigir personas y se consideran líderes, pero nos va a explicar que los auténticos líderes, poseen ciertas cualidades y características que les elevan a la categoría de personas que son personas felices».
Küppers, conferenciante motivacional, escritor y profesor que se define a sí mismo como «lo contrario a un experto«, aseguró que su análisis versaría sobre las claves del liderazgo y de la felicidad.
Su objetivo era que, al acabar la jornada, los asistentes supieran contestar a tres preguntas: ¿qué separa a los grandes líderes de los mediocres? ¿cómo se consigue ser realmente feliz? ¿qué pasos hay que seguir para tener éxito en la vida?
El reconocido conferenciante, resumió a los más de 100 asistentes al encuentro las cualidades de un verdadero líder, aportando además sus propias reflexiones:
Küppers cree que para poder dirigir a los demás, hay que saber qué es lo más importante en la vida y, sobre todo, «hay que ser feliz y contagiar la felicidad a las personas de alrededor».
Küppers es un convencido de que el principal recurso que todos tenemos es nuestro estado de ánimo y tenemos que valorarlo mucho más de lo que pensamos. Afirmó que «si quieres cambiar cosas en tu vida tienes que empezar por cambiar tu forma de pensar y de actuar».
Si quieres cambiar cosas en tu vida tienes que empezar por cambiar tu forma de pensar y de actuar
Señaló durante su ponencia una frase que se le ha quedado marcada del escritor Stephen Covey: «Lo más importante en la vida es que lo más importante sea lo más importante». Y entender esto, según Küppers, es fundamental para ser feliz: «Vivimos en la sociedad del escaparate, donde cuenta más parecer que ser, por eso tenemos que ser conscientes de lo que verdaderamente debemos prestar atención», sentenció ante el expectante público.
Recordaba que en una organización lo principal es cuidar a las personas que hay en ella, pero lamentablemente esto no siempre es así e insiste que «hay cuatro expresiones mágicas que debemos recordar: por favor, gracias, te quiero y en qué te puedo ayudar».
«La alegría no es un don o una suerte, es una elección. Es más importante ser amable que ser inteligente. La inteligencia es un don, la amabilidad una elección». ¿Porqué insiste en esta idea? Para Küppers «la alegría de vivir no es lo habitual pero es lo normal, y uno tiene que aspirar a ser normal en una sociedad de anormales».
La alegría no es un don o una suerte, es una elección
Para el experto la vida es muy simple, pero nos encanta complicárnosla o que nos la compliquen. Por eso sus máximas son sencillas «si das lo mejor de ti, recibirás lo mejor de los demás, ya que lo más valioso en la vida no es lo que tenemos sino a quién tenemos«.
Hay un proverbio chino que dice que «el hombre cuya cara no sonríe no debería abrir una tienda». Para Küppers, aplica lo mismo al líder: «El verdadero líder es quien afronta su vida con pasión e ilusión».
Insistiendo en la idea de que la actitud que tengan las personas de un equipo «te la tienes que merecer», el ‘antiexperto’ concluyó su aclamada ponencia con un consejo para la comunidad global de directivos: «El papel de un líder es el de influir, inspirar y transmitir, contagiar, ilusionar, motivar y ayudar, y eso tiene que ver lo que transmites como persona».
