Ahora, realizar un análisis del sector hotelero en España se hace más necesario que nunca.
El turismo, que incluye a la hotelería, es uno de los motores del PIB español. No obstante, el impacto del COVID-19 ha echado por tierra años y años de continuo crecimiento. Las grandes cadenas españolas y los pequeños hoteleros locales se encuentran hoy ante un reto mayúsculo. Expertos en el sector y en economía en general así lo señalan. No obstante, las previsiones a largo plazo parecen dejar entrever ciertos claros tras el tormentoso presente.
Antes de entrar de lleno en la situación actual, lo mejor es analizar brevemente los datos del sector en España. Actualmente, el país cuenta con más de 35.000 hoteles con una capacidad de más de 1,5 millones de camas.
Si esas cifras se convierten en gasto, tenemos que la masa de turistas se deja de media por individuo más de 1.000 euros en los poco más de 7 días que pasan en nuestro país.
Era evidente que medidas tan duras como las que se tomaron en España en marzo tenían que afectar a los hoteles de todo el país.
El cierre de negocios, el confinamiento de la población y la prohibición de moverse salvo por causas de fuerza mayor son aspectos muy negativos. Pero no lo son menos situaciones como la cancelación de reservas hechas antes de la pandemia.
España cuenta con más de 35.000 hoteles con una capacidad de más de 1,5 millones de camas
La situación de incertidumbre es la que llevó a muchos a estas cancelaciones. Viajeros nacionales e internacionales no dudaron en anular las reservas de habitaciones ante la incertidumbre sobre cuándo, cómo y dónde se podría viajar.
Teniendo en cuenta lo anterior, que el sector entre en una situación de riesgo es una mala noticia para todos. Cuando se decretó el confinamiento de la población prácticamente todos los hoteles tuvieron que cerrar sin importar su categoría, situación o emplazamiento.
El sector hotelero venía de 7 años consecutivos batiendo récords en todos los niveles. Facturación, nuevas aperturas o camas ocupadas son algunos de los criterios que crecían de forma imparable desde principios de la segunda década del siglo XXI.
Pero el verano del coronavirus va a dejar imágenes insólitas. Por ejemplo, áreas tan fuertes como la Costa del Sol esperan solo un 50% de ocupación, y eso tratándose de un destino muy demandado en esta época. Por lo tanto, otras regiones no esperan que los hoteles superen un 25% de ocupación real.
Hay unanimidad en que el año 2020 está prácticamente perdido. Ni el analista más optimista confía en recuperar volúmenes de actividad normales durante este ejercicio.
Sin embargo, cuando se mira un poco más allá, algunas esperanzas sí que empiezan a despuntar en el horizonte. Para 2021, los analistas económicos mantienen la postura de que el sector irá recuperando paulatinamente su actividad normal.
Eso sí, no se llegará a los niveles de actividad del 2019. Es más, se considera que 2022 será el año en el que el sector vuelva a unas cifras aceptables de facturación consiguiendo volver a ser el motor económico de todo el país.
Áreas tan fuertes como la Costa del Sol esperan solo un 50% de ocupación, y eso tratándose de un destino muy demandado en esta época
En resumen, la hotelería, tras 7 años de ininterrumpido crecimiento, ha sido uno de los sectores más afectados por la COVID-19. Pese a ello, el sector hotelero cuenta en España con una buena infraestructura que permite ser optimistas de cara al futuro y a la recuperación económica.
En conclusión, el coronavirus ha puesto en jaque a uno de los sectores con más músculo de todo el país. Se espera la recuperación, y aunque algunos hoteles recuperen la normalidad en 2021, no se generalizará hasta 2022.