¿Sabes cómo negociar un aumento de sueldo de tus empleados? Se trata de un momento que tarde o temprano todo jefe tiene que afrontar. Con mayor probabilidad cuando nos encontramos en un contexto de inflación generalizada como el actual. De hecho, según el último informe de Hays sobre el Mercado Laboral, el 83% de las empresas españolas pronostican una subida de salarios a lo largo de 2023. Esto implica que la mayoría de los directivos o mandos intermedios recibirán alguna petición de subida salarial en los próximos meses. Por eso, la clave reside en cómo lidiar con las aspiraciones de ese empleado. ¿Es un aumento merecido? ¿Es factible financieramente? Y, sobre todo, ¿cómo debe negociar un manager un posible aumento salarial?
En primer lugar, cabe distinguir entre los dos tipos de aumento de sueldo que más se dan en las empresas: el que se concede en función de un gran rendimiento (o como contraoferta para que el empleado se quede) y el que está ligado a un nuevo puesto o mayores responsabilidades. En este sentido, el objetivo más común de cualquier trabajador es avanzar profesionalmente, por lo que siempre cabe esperar por su parte pedir un aumento de sueldo, ya que un cambio de categoría suele conllevar un incremento de responsabilidad, pero también de condiciones salariales o de incentivos laborales. Por todo ello, antes de una negociación salarial con un empleado, deberíamos seguir una serie de pasos:
El primer paso es, sin duda, conocer qué dice el mercado sobre nuestro empleado. ¿Está por encima o por debajo del salario medio para su puesto y sector? ¿Su sueldo refleja su cualificación y experiencia? Utilizar herramientas como Glassdoor o LinkedIn Salaries suele ser un buen punto de partida. Aunque siempre viene bien disponer de información de otras fuentes que eviten sesgos o datos inflados. Para ello, la mejor manera es conocer de primera mano cuánto se paga a cada perfil en la competencia.
Una vez realizada la investigación de mercado, debemos valorar el contexto particular del empleado y el de la empresa. ¿Qué efecto tendría en el rendimiento del empleado? ¿Qué pasaría si no accedes a su petición? ¿Es un caso aislado o aumentarle el sueldo conllevaría una avalancha de peticiones de otros trabajadores? ¿Tiene capacidad financiera la empresa para afrontar su subida? A la hora de conceder un aumento de sueldo, siempre debemos tener en cuenta el impacto que tendrá tu decisión.
En el proceso de revisión de condiciones salariales, lo siguiente sería escuchar directamente al empleado y conocer sus demandas y sus necesidades. ¿Hablamos de un aumento considerable? ¿Existe una diferencia salarial importante con otros compañeros en su misma categoría profesional? ¿Hay alguna otra condición particular que justifique ese aumento de sueldo? Establecer una comunicación directa con el empleado es la única manera de ponderar exactamente qué desea y qué capacidad de mejora salarial, a presente o a futuro, se le puede ofrecer.
Establecer una comunicación directa con el empleado es la única manera de ponderar exactamente qué desea y qué capacidad de mejora salarial, a presente o a futuro, se le puede ofrecer
Otra cuestión no menos importante es: ¿se merece ese empleado un aumento? En este punto, se trata de hacer recopilación de sus méritos y valorar hasta qué punto tiene sentido una subida de sueldo cuando no existe un cambio de categoría profesional. Al final, si sabes quién aporta valor a la empresa debes recompensar su esfuerzo, y un aumento salarial es la mejor manera.
Pero, ¿qué ocurre si no existe capacidad financiera para afrontar un aumento de sueldo, aunque consideres que el empleado se lo merece? En estos casos, cabe considerar posibles alternativas, especialmente si responden a las demandas del trabajador. Por ejemplo, si su intención es utilizar parte de ese aumento a contratar a una persona para que recoja a sus hijos al colegio, tal vez ofrecerle una mayor flexibilidad horaria sea la solución. También es importante aprovechar este momento para recordar la importancia de la formación continua. Ofrecer desde la empresa formación para el desarrollo de habilidades o la especialización en nuevas competencias es algo que puede motivar al empleado y permitirle crecer a corto plazo.
En cualquier caso, a la hora de decidir si un empleado se merece o no un aumento de sueldo es importante disponer de una base argumental. Para ello, existen una serie de factores más o menos comunes que se deben tener en cuenta a la hora de tratar estas situaciones.
En resumen, a la hora de valorar un posible aumento de sueldo de un empleado, resulta imprescindible realizar una investigación previa del mercado, de la situación financiera de la empresa y del contexto particular del trabajador. Después, se deben valorar tanto los datos objetivos de rendimiento como los intangibles; ese cúmulo de elementos que hacen de alguien un activo imprescindible para la empresa.
