La prevención del blanqueo de capitales y la financiación del terrorismo (PBC & FT) han dado lugar a un marco normativo estricto impulsado desde la UE. Sin embargo, pese a los esfuerzos, aún se calcula que cada año cerca de 200.000 millones de euros podrían proceder de actividades ilícitas en Europa.
Una realidad cada vez más preocupante que ha llevado a la Comisión Europea a plantearse la creación de un nuevo organismo que luche por exterminar las prácticas ilícitas y los escándalos por blanqueo registrados en el mercado único al margen de la Autoridad Bancaria Europea.
Desde Bruselas insisten en recordar que el impacto de las nuevas tecnologías y la falta de colaboración entre países son dos de los grandes responsables de que Europa -y el mundo- se vean sumidos en esta inestable -e ilegal- situación económico financiera. Hacen falta medidas reales que erradiquen el problema del blanqueo de capitales y la financiación del terrorismo. Y hacen falta cuanto antes.
Nuestro país es punta de lanza a nivel mundial en cuanto a prevención del blanqueo de capitales y financiación del terrorismo y así lo refleja la última revisión del Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI). Sin embargo, ningún país puede hacer frente a esta problemática en solitario.
Es algo de lo que Elena Aparici, Directora General del Tesoro, está convencida: «El blanqueo de capitales y la financiación del terrorismo son fenómenos globalizados, por lo que la respuesta de la comunidad debe ser también coordinada y global. Tiene que haber un compromiso internacional».
Aparici cree que ese compromiso internacional tiene que venir acompañado, además, de cierta uniformidad jurídica: «En un mercado único, la fragmentación normativa puede afectar a la propia Unión Europea. Por ello, las autoridades comunitarias apuestan porque el marco regulatorio europeo se aplique de forma íntegra y coherente en toda la UE».
El blanqueo de capitales y la financiación del terrorismo son fenómenos globalizados. La respuesta de la comunidad debe ser coordinada y global. Tiene que haber un compromiso internacional
No sólo el esfuerzo de las administraciones es importante para combatir de forma efectiva este problema, sino también el del sector privado. Francisco Porta, socio de Risk Advisory en Deloitte, considera que “hay que poner en valor la colaboración de las entidades en un entorno tan complicado. Estas han contribuido a que España haya salido tan bien valorada en la última revisión realizada por el GAFI».
Más allá del incumplimiento de las normativas, ni los actuales sistemas de gestión de alertas ni la aplicación de determinadas tecnologías está ayudando a solventar un problema que se traduce en miles de euros y en una notable desunión entre los países miembros.
Entonces, ¿qué debemos poner en marcha? ¿Normativas más restrictivas? ¿Controles internos en compañías y organizaciones? ¿Nuevos sistemas en la gestión de datos? Hablan los expertos.
Según los expertos el sistema tradicional de alertas no es fiable ni sostenible en el tiempo. Es una realidad que los profesionales especialistas en materia de prevención escasean y por esto que de nada sirve crear sistemas de alertas sin que éstas puedan ser atendidas con la dedicación y tiempo que requieren. Nos enfrentamos a un problema estructural que debemos subsanar desde su origen.
Según Joan Torres, Director Corporativo y Responsable de la Dirección de PBC, Sanciones y FT de Banco Sabadell, el sistema tradicional de alertas o parámetros fijos no es el adecuado, dado que se acaban generando miles de avisos que no pueden ser atendidos y que conllevan la contratación de una cartera de expertos que actualmente no hay en el mercado.
Las autoridades comunitarias apuestan porque el marco regulatorio europeo se aplique de forma íntegra y coherente en toda la UE
En esta misma línea se posicionaba Juan Manuel Casco, Director de Cumplimiento Normativo de Bankia, para quien «ninguno de los modelos utilizados para la prevención de blanqueo de capitales sirve para la financiación del terrorismo», aseguró durante su intervención.
Los bancos también participaron en el ya tradicional foro de APD. En un coloquio moderado por Francisco Faraco, Socio de Risk Advisory de Deloitte, los expertos explicaron con detalle su experiencia en aplicación de nuevas tecnologías en materia de PBC y FT.
Para Evaristo Ramírez, Director PBC y FT de Unicaja, la información es fundamental y ésta debe ser accesible para poder trabajar a nivel global y recabar datos de todas las áreas de forma centralizada: “Es algo en lo que estamos trabajando desde Unicaja”.
Banco Santander comenzó su participación haciendo principal hincapié en los beneficios que traen las nuevas tecnologías para extraer datos de calidad y de forma eficiente. Según Luis Pinedo, Group Vice President Transformation Compliance & Conduct Banco Santander, «la tecnología permite elevar la información a todos los niveles».
El aprendizaje automático es otro de los temas que se trató en esta mesa redonda. Su implantación puede ser muy beneficioso en la detección. “En un modelo supervisado, tomaríamos los datos de las alertas. Cogeríamos un histórico de, por ejemplo, un año y estableceríamos un algoritmo que en base a eso busque patrones para detectar falsos positivos”, explicaba Pinedo.
El sistema estudia cómo se comporta un individuo y observa su normalidad durante un período. Cuando alguien se aleja de su propia normalidad se genera una alerta
Sin embargo, hay un segundo enfoque: el modelo no supervisado que no se basa en las reglas, sino que se le da la transaccionalidad de los clientes al sistema. “El sistema estudia cómo se comporta un individuo y observa su normalidad durante un período. Cuando alguien se aleja de su propia normalidad, se genera una alerta”. Concluía el directivo de Banco Santander.
Tal y como reclamó Tina Guerrero, Directora del Departamento de Compliance Analytics de CaixaBank, se necesita mucha mano de obra para aplicar de forma efectiva los cambios tecnológicos referidos a prevención de blanqueo. Abordó cuestiones relevantes como la consecución del equilibrio entre la efectividad y la eficiencia.
“Nosotros como Compilance hemos apostado por optimizar la información para reducir los costes. Para hacer análisis necesitamos toda esa información y poder estudiarla después”, señalaba Guerrero.
Los análisis estratégicos resultan clave para llevar a cabo el estudio posterior de toda la información que se ha recabado y desde CaixaBank apuestan por el autoservicio y la omnicanalidad de sus clientes.
Guerrero también considera que hay que utilizar con mesura las ventajas que permite el real time: “En CaixaBank hay ciertas operaciones de mucho riesgo que en tiempo real las paramos, las revisamos y las evaluamos para analizar su coste beneficio y ver si compensa. Para el resto de operaciones, no vemos necesaria dicha monitorización y, además, sería un proceso costosísimo”.
¿Qué pasaría si una empresa descubre que se están cometiendo irregularidades dentro de la misma? ¿Cómo proceder? “La gran pregunta”, señalaba David Velázquez, magistrado en excedencia y profesor de Esade Law School, es: “¿Debemos realizar una investigación interna?”.
La respuesta, apunta, es sí. Y, además, debemos realizarla desde el primer momento que tengamos conocimiento de dichas actividades irregulares. Actuar con diligencia en estos casos puede ser de mucha ayuda. “La autodenuncia puede no sólo ser atenuante, sino que puede eximir de responsabilidad penal a las empresas”, subrayaba el experto.
En ese sentido, el magistrado lamentó que las empresas que sufren estas situaciones traten de convencer de que tienen un sistema de prevención de calidad: “No hay mayor prueba de que un sistema de Compilance no funciona que el propio hecho de que se haya cometido un delito. A los fiscales o al juez no les interesa lo bueno que es ese sistema a nivel general, sino las medidas concretas adoptadas en ese campo específico para prevenir el delito que se ha cometido”, concluía.
Silvia Zamorano, asociada Senior en Deloitte Legal, va en la misma línea que Velázquez: “El Estado no tiene la capacidad para perseguir todos los hechos delictivos y están trasladando esa obligación a las empresas. Se trata de que tú como compañía aportes pruebas sobre esas prácticas no competitivas. Y, como me vas a facilitar el trabajo, yo no te castigo”.
El cierre de la jornada corrió a cargo de Juan Manuel Vega, Director del Sepblac. El ejecutivo recordó que gestionar alertas no es prevención de blanqueo de capitales: “Es parte de ello, pero no todo. Lo fundamental es la política de admisión de clientes”.
Pese a la urgencia de la situación y la necesaria puesta en marcha de medidas que ayuden a paliar la lacra europea del blanqueo de capitales y la financiación del terrorismo, el Director del Sepblac se mostró cauto en apostar por la inmediatez en la prevención: «No se trata de comunicar en 72 horas, sino de hacerlo en el tiempo adecuado. Precipitarse supone el riesgo de no realizar bien el análisis y además puede frustrar la investigación».