Vivimos tiempos de incertidumbre, y existe una sensación general de desamparo agudizada por la crisis económica, la digitalización, los populismos y la pérdida de eficacia en la gobernanza en la globalización. En una jornada organizada por APD y Mediapost, y aprovechando la publicación del último libro de Antonio Garrigues Walker: Manual para vivir en la era de la incertidumbre, el jurista y humanista, Presidente de Honor de la Fundación Garrigues y de APD, nos habló de cómo afrontar los retos que se plantean en el contexto sociopolítico actual.
El Presidente de APD Zona Catalunya, Pedro Fontana, inauguró este encuentro coloquio agradeciendo la presencia de Garrigues Walker, convencido de que su intervención «haría que la incertidumbre que todos tenemos sea mucho menor». También agradeció a Bacardí y a su Director General en Iberia, Javier Pijoan, la posibilidad de celebrar el evento en su nueva sede, situada «en un lugar tan emblemático de la ciudad de Barcelona como la Plaza Catalunya».
Ya en su intervención, Garrigues Walker subrayó que el desencanto social generado por la crisis y el aumento de las desigualdades ha influido determinantemente en la extensión del populismo en todo el mundo occidental: «Prácticamente todo el mundo occidental está devorado por el populismo», señaló.
Para el jurista es el momento de hacer autocrítica y asumir los errores que han llevado a esta situación. Y advirtió que «los que pensamos que importa la calidad democrática deberíamos echarnos la culpa de lo que está pasando, porque no somos capaces de ofrecer a la ciudadanía las respuestas que quieren y reducir las desigualdades».
La ciudadanía está esperando que alguien le haga una oferta sensata en cuanto a su futuro, y si no lo hacemos el populismo seguirá avanzando
Por lo tanto, y considerando que «el populismo es un deterioro democrático y económico» es imprescindible ofrecer a la sociedad una solución. Porque «la ciudadanía está esperando que alguien le haga una oferta sensata en cuanto a su futuro, y si no lo hacemos el populismo seguirá avanzando».
Partiendo de la base de que el sistema económico está generando más desigualdades -«lo que rompe el contrato social y nos puede conducir a situaciones muy negativas»-, aprovechó el encuentro para reclamar a los empresarios la necesidad de mantener actitudes empresariales más éticas y responsables y un comportamiento fiscal adecuado.
Garrigues Walker apuntó que los cambios se producen a gran velocidad a nivel global, y esa es una de las principales causas de la sensación de desamparo. Además, hay muchos problemas a los que todavía no se ha sabido encontrar una solución, como por ejemplo el del cambio climático: «No sabemos cómo afrontar el cambio climático, y mientras no se hace nada el deterioro del mundo sigue su curso».
Pese a esta situación, el abogado se autodefine como un «optimista escéptico» y cree que detrás de toda incertidumbre hay nuevas oportunidades. Así, mantiene su confianza en el futuro: «Soy optimista, el derecho al pesimismo es un derecho que tenemos que ejercer con mucho cuidado y con mucho respeto a la gente que realmente lo tiene».
Para él, el optimismo es un requisito importante que hay que mantener pese a todo: «Si no quieres ser optimista por lo menos sé positivo, no seas pesado«.
El jurista hizo un breve repaso a la situación internacional global y, a modo de apunte, destacó que una de las grandes incógnitas es saber cuál será la principal potencia económica mundial en el futuro. Para Garrigues Walker «Europa está en medio de una lucha a muerte entre Estados Unidos y China, y en estos momentos la batalla no la tiene para nada ganada Estados Unidos».
Ya en el coloquio, moderado por el Director General de Mediapost, Ignacio Pi, y como respuesta a la pregunta sobre si un hipotético dominio económico de China podría hacer creer a mucha gente que otro modelo político podría ser viable, Garrigues Walker se mostró contundente: «No hay nada como la libertad, y la libertad política es esencial. Aunque les vaya muy bien económicamente yo no quiero ese tipo de vida».
Para el también autor de la obra España, las otras transiciones, nuestro país tiene un gran potencial debido a su capacidad de acción tanto en Europa como en América del Sur o América. Sin embargo, lamentó que «comparado con la cantidad de cosas que podríamos hacer todavía estamos muy limitados. Hay una gran capacidad de expansión y mucho potencial, pero siempre ha fallado la idea de ser líderes y ser más audaces».
Y en relación a la situación política del país, Garrigues Walker reclamó a los partidos políticos tener una visión a largo plazo y una mayor predisposición al diálogo y a los pactos que permitan hacer avanzar al país: «El estamento político tendrá que hacer autocrítica sobre cómo tiene que comportarse, ya que ha demostrado incapacidad absoluta para pactos preelectorales, e incluso post electorales».
El estamento político tendrá que hacer autocrítica ya que ha demostrado incapacidad absoluta para pactos preelectorales, e incluso post electorales
En su opinión, el mayor déficit en la política actual es la falta de diálogo, que impide que haya una estabilidad necesaria para crecer: «Se ha entregado el diálogo a gente que ha demostrado ser incapaz de dialogar», lamentó.
Para concluir el coloquio, Garrigues Walker señaló el paro juvenil como uno de los grandes problemas del país. En este sentido, pidió al mundo empresarial «un sentimiento de mayor responsabilidad para ayudar a resolver este problema», aunque también apuntó que los jóvenes tienen que asumir su responsabilidad y hacer autocrítica: «Por ejemplo, no están haciendo el esfuerzo idiomático que se está haciendo en otros países. Tienen que buscar trabajo donde sea, no solamente en España», concluyó.