EN DIFERIDO
LAS EMPRESAS EN EL METAVERSO
BIENVENIDOS AL ‘REALVERSO’
Uno de los principales atractivos de las criptomonedas del metaverso es su rentabilidad proyectada. Y desde que gigantes como Facebook anunciasen su futuro salto al universo virtual, el interés de los inversores no ha hecho más que aumentar. Videojuegos, ocio, e-learning, trabajo en remoto gracias a la realidad aumentada… las posibilidades para las empresas del metaverso se antojan infinitas. Quizás por eso, el volumen de negocio se cifra ya en casi un billón de dólares de aquí a 2024, según un reciente informe de Bloomberg Intelligence.
Sin embargo, en este estadio tan temprano de desarrollo, parece imposible predecir con certeza qué ocurrirá en los próximos años con el metaverso. ¿Será una realidad? ¿Se desinflará como ha ocurrido en el pasado con otros proyectos relacionados con la realidad virtual? ¿Será un único universo virtual o un cúmulo de plataformas sin conexión entre sí? Nadie conoce las respuestas. Sin embargo, en lo que los expertos coinciden es en que el futuro pasa por las tecnologías en las que se basa el metaverso. Y si algo tienen en común todos los metaversos actuales son las criptomonedas.
Como sucede con las criptomonedas ‘tradicionales’, las del metaverso fluctúan en función del interés de los usuarios de cada plataforma. Esto implica que su valor de capitalización varía con la compraventa, tanto dentro de la plataforma como a través de plataformas externas de mercadeo de criptomonedas. Un buen ejemplo es el de The Sandbox, uno de los principales metaversos en la actualidad: su token puede generarse como usuario o bien comprándolo. Dado que se trata de un activo finito y que ya se han adquirido un tercio del total que se pondrán en circulación, su valor de mercado se multiplicó por 40 desde su lanzamiento hasta principios de este año.
Como sucede con las criptomonedas ‘tradicionales’, las del metaverso fluctúan en función del interés de los usuarios de cada plataforma
Pero no es el único caso. Estas son las mejores criptomonedas de los metaversos actuales para invertir:
Decentraland es uno de los metaversos con más proyección actualmente, orientado fundamentalmente al negocio inmobiliario: permite crear, intercambiar y vender bienes y servicios. Los propietarios de terrenos pueden emprender negocios virtuales y desarrollar cualquier idea en un mundo abierto y colaborativo. Para hacerlo, cuentan con MANA, un token basado en Ethereum que cuenta con una ventaja principal y un inconveniente: desde su lanzamiento ha aumentado su valor hasta un 400 %; sin embargo, al usar Ethereum las tarifas para comprar y vender suelen ser bastante altas.
The Sandbox (SAND) es un token ERC-20 que también se ubica en la red Ethereum. Está previsto que la oferta máxima de SAND sea de 3.000 millones de tokens. Actualmente, circulan unos 900 millones de SAND. Esto ha permitido que su valor haya pasado de los 0,50 dólares por unidades iniciales a más de 8 en apenas tres meses desde su lanzamiento. En la actualidad, pasa por un período de estabilización en torno a los 1,5 dólares por token, lo que lo convierte en una de las monedas del metaverso más atractivas para invertir en 2022.
Star Atlas es un juego NFT multijugador masivo basado en blockchain, cuya temática está basada en un ambiente de gran estrategia de exploración espacial; algo parecido al famoso O-Game, de principios de siglo pero con un token propio. Se ejecuta en la cadena de bloques de Solana, un entorno rápido, seguro y protegido como Ethereum, pero menos costoso. Esto implica que tal vez no tenga una rentabilidad tan superlativa como SAND o MANA, pero no lleva asociados tantos costes para comprar o vender activos.
La moneda de cambio en todo el juego es el AXS y también está basada en Ethereum, por lo que su coste de compraventa suele ser alto. El juego tiene por objetivo conseguir unas criaturas llamadas axies (en realidad, son NFTs) que se pueden criar, vender, comprar, intercambiar o ganar contra otros usuarios. Su precio puede oscilar entre los 150 dólares hasta más de 100.000 dólares, lo que genera una economía propia dentro del juego de más de mil millones de dólares. Sin embargo, el valor del AXS ha caído en el último medio año desde los 160 dólares a los 20 dólares por token.
Existen múltiples opciones de criptomonedas del metaverso como vehículo de inversión, baratas y accesibles para todo el mundo
Se trata de un videojuego en el que el Trillium (TLM) es la moneda de cambio. El objetivo es competir en un universo interplanetario por los escasos recursos que hay, por lo que el TLM se convierte en un valor cotizado en sí mismo dentro del juego. La única manera de conseguirlo es minándolo (quizás la gran ventaja de la plataforma) o comprándolo a mucho menor coste que otros tokens basados en Ethereum.
La plataforma Enjin permite a los usuarios acuñar, almacenar y vender bienes virtuales, mientras que el token utilizado es el ENJ, que cuenta con una oferta limitada de mil millones de unidades. La clave reside en que se trata de un metaverso destinado a la libre compraventa, por lo que el valor de los productos (como NFT) en él lo deciden los propios usuarios.
Se trata de un mundo abierto en el que el objetivo es coleccionar una serie de criaturas llamadas illuviales (NFT) completando misiones, que luego pueden servir para comerciar con otros usuarios. El token ILV está basado en Ethereum, lo que supone un mayor gasto a la hora de comprar o vender activos.
Se trata de una plataforma de juegos en la que los NFT sirven para facilitar varias funciones de juego. GALA es la moneda de cambio en este metaverso y se suele otorgar como premio a los mejores jugadores. Una curiosidad es que la criptomoneda de este metaverso puede usarse también para tener voto en el gobierno de Gala Games, tanto en las reglas comunitarias como en el desarrollo de nuevos juegos.
En resumen, existen múltiples opciones de criptomonedas del metaverso como vehículo de inversión. La parte positiva es que suelen ser baratas y accesibles para todo el mundo. La parte negativa es que en muchos casos requieren de un pago excesivo de comisiones para la compraventa y que en muchos casos exigen al usuario ser muy activo en la plataforma para poder obtener o minar el token en sí.