No cabe duda de que el metaverso se ha convertido en una de las grandes apuestas de las empresas de cara a los próximos años. Según los expertos, abarcará desde el trabajo en remoto al comercio online, nuevos espacios de formación o una oferta casi ilimitada de contenidos en streaming. Sin embargo, ¿cuánto habrá que esperar para ver un metaverso completamente desarrollado? ¿Cuáles serán sus límites? ¿Y en qué punto se encuentra en estos momentos? Lo cierto es que, a pesar de que exista mucha especulación vaga alrededor de este concepto, existen metaversos actuales que ya son una realidad.
Tal y como opina Daniel Jiménez, Director General de Vodafone Business, «hoy disponemos de la tecnología, que nos permite algo que hasta ahora no podíamos realizar: interactuar en el mundo paralelo del que hasta ahora éramos solo espectadores».
Quizás por eso, diversos analistas consideran que ya existe una base sólida sobre la que edificar un futuro gran metaverso. En este sentido, el principal reto sería crear un universo virtual capaz de unificar todos los metaversos que ya empiezan a desarrollarse. Algo que ya empieza a atraer a los inversores: según Bloomberg Intelligence, de aquí a 2024 el tamaño del mercado del metaverso alcanzará los 800.000 millones de dólares.
«Un mercado potencial de 800.000 millones de dólares representa una cifra tentadora, aunque conviene afinar bien la puntería para no perdernos en las grandes cifras de contexto«, aclara el directivo de Vodafone Business.
Una apuesta por el metaverso para empresas que tal vez encuentra su expresión más mediática en Mark Zuckerberg. El gurú tecnológico planea invertir solo este año 1.000 millones de dólares en transformar Facebook en Meta. Pero, ¿por qué invertir en un gran universo virtual que, a día de hoy, resulta simplemente hipotético? El principal motivo es precisamente porque los metaversos actuales se encuentran en un estado embrionario. Esto supone que invertir en ellos siempre será arriesgado, pero con un retorno potencial muy elevado, tal y como sucedió en su día con quienes se hicieron con criptomonedas antes de que se popularizasen.
En segundo lugar, existen numerosas ventajas a la hora de invertir en nuevas tecnologías como el metaverso. Especialmente gracias a los fondos Next Generation, pensados para impulsar la transición energética a través de la sostenibilidad y la transformación digital. Y es que hemos de tener en cuenta que «el desarrollo de un espacio virtual como el metaverso se llevará a cabo a través de la confluencia de varias tecnologías, como son la Realidad Virtual y Aumentada, el Blockchain, el IoT, 5G y la construcción de imágenes 3D son las protagonistas», aclara Daniel Jiménez.
Por último, ya se están empezando a crear asociaciones de compañías impulsoras del metaverso a escala global. Por ejemplo, en Corea del Sur se ha creado recientemente la Korea Metaverse Alliance. Se trata de un conglomerado de más de 400 empresas (incluida la todopoderosa Samsung) que ya aglutina 200 millones de usuarios y 700.000 creadores en el metaverso.
Invertir en los metaversos siempre será arriesgado, pero el retorno potencial será muy elevado.
Además, según los expertos, su concepción afectará a todos los sectores. En palabras del experto de Vodafone Business, «el retail y el turismo quizá sean las industrias más impactadas a priori por la llegada del metaverso, aunque su concepción afecta a todos los sectores y a la propia interacción entre seres humanos. Las nuevas formas de trabajar, que ya han experimentado un cambio notable tras el confinamiento, darán otro giro más, que supondrá, por ejemplo, la práctica desaparición de los viajes de negocios tal como los concebimos hoy en día. El viaje será de placer; para reunirnos utilizaremos salas virtuales en las que interactuar a través de un avatar. La presencialidad, será la excepción. El mundo del gaming es uno de los pilares de entrada del metaverso en la vida de miles de personas, de manera especial de los jóvenes».
En este sentido, el interés en invertir depende de cada plataforma. Por el momento, la gran mayoría se basan en un modelo de compra de terrenos virtuales a través de tokens. Su principal atractivo reside en utilizar tecnología blockchain para garantizar la exclusividad de las propiedades y en la posibilidad de crear NFT dentro de ellas o de participar en juegos online.
Quizás sea el más popular hoy en día, especialmente por la figura que está detrás: el rapero Snoop Dogg. Su principal atractivo es la posibilidad de participar en diferentes juegos en espacios abiertos. Pero también permite construir, comprar, vender y editar terrenos virtuales para monetizar las creaciones. Su token es el SAND y está limitado a 3.000 millones de unidades, lo que previsiblemente provocará su encarecimiento cuando escasee la oferta.
Esta plataforma es básicamente un metaverso inmobiliario con una economía propia. Permite crear, intercambiar y vender bienes y servicios. Los propietarios de terrenos pueden emprender negocios virtuales y desarrollar cualquier idea en un mundo abierto y colaborativo. Su token nativo es MANA, basado en el blockchain de la criptomoneda Ethereum.
Principalmente, Bloktopia busca reunir a los distintos exponentes del mundo cripto en un único lugar. En este caso, hablamos de un metaverso finito, un edificio de solo 21 pisos en el que la realidad extendida es el principal atractivo. Sus usuarios pueden crear y comprar locales -como en un gran centro comercial-, que sirven a modo de escaparates. En ellos se pueden vender productos, exhibir obras de arte o NFT, e incluso alquilarlos para la publicidad de terceros cuando la ubicación es buena.
Pero si hablamos de un metaverso en el que el juego en sí mismo es la base, Axie Infinity es la respuesta. Nacido como una mezcla de Pokémon y el famoso Tamagotchi de los años 90, tiene por objetivo conseguir unas criaturas llamadas axies que se pueden criar, vender, comprar, intercambiar o ganar contra otros usuarios.
Se trata de un metaverso similar a Decentraland, con una economía basada en el mercado inmobiliario y en el blockchain. Sin embargo, la diferencia es que se trata de un mundo virtual diseñado completamente por sus usuarios, que crean cualquier cosa imaginable: desde NFTs hasta videojuegos, parques, escuelas, mercados... Es realmente interesante por abarcar potencialmente espacios tanto para el ocio como el comercio o la formación online.
Según la web de Star Atlas, se trata de «un juego NFT multijugador masivo basado en blockchain», cuya temática está basada en un ambiente de gran estrategia de exploración espacial, conquista territorial, dominación política y mucho más. Es decir, algo parecido al famoso O-Game que hizo las delicias de los fans de la exploración espacial hace 15 años, pero con un token propio.
A pesar de que la realidad aumentada aún es algo quimérica, estos metaversos funcionan, y en muchos de estos mundos virtuales el valor de las inversiones se ha multiplicado. Especialmente en estos 6 metaversos actuales de los que hemos hablado, que ya empiezan a ofrecer una alta rentabilidad para aquellos inversores más arriesgados que apuestan por un futuro intangible.
