Vivimos en la era de la digitalización, y probablemente la mayoría de vosotros, empresarios o no, preocupados por vuestros negocios, os hacéis cada día la misma pregunta: ¿qué busca hoy el consumidor/cliente? “Fundamentalmente, transparencia en los precios y en la calidad del producto o servicio. El consumidor digital cada vez confía más en los reviews y comentarios de otros usuarios, que en el valor que le da la propia marca o empresa que lo comercializa. Busca conveniencia, aquello que pueda hacer su vida más fácil y más agradable”.
Así lo explica Aleix Valls, CEO and Cofounder at Liquid Co., Digital Senior Advisor de Colonial y ex-CEO de la Fundación Mobile World Capital Barcelona. Para el CEO, esta última tendencia, concretamente, ha generado toda una revolución digital en torno al e-commerce con el desarrollo de soluciones en el campo del delivery (Amazon Prime Now, Amazon Go…) para eliminar puntos de fricción en la experiencia de cliente “reventando” así como en el mundo de la distribución y venta retail en el canal online.
No cabe duda de que el nivel de digitalización en la sociedad avanza a muy buen ritmo, pero, ¿cómo está afectando la transformación digital a las empresas? Tal y como afirma Valls, en estos momentos “es agenda prioritaria de cualquier consejero delegado. De hecho, no creo que a día de hoy exista actividad empresarial ajena al proceso de digitalización que está viviendo su sector y su cadena de valor»… por varios motivos.
No creo que a día de hoy exista actividad empresarial ajena al proceso de digitalización que está viviendo su sector
En primer lugar, porque en aquellas empresas en las que su negociado tiene un cliente final, un ciudadano, este es cada vez más digital. En segundo lugar, porque la interoperación y la relación con otras corporaciones por parte de las compañías, lo que tradicionalmente llamamos B2B, es también ya, de forma natural, digital. Y por último, porque lo digital es transversal, lo que lleva a que la definición originaria de muchos sectores sea progresivamente más borrosa.
“Lo vemos claramente en gigantes como Amazon, que ha sido capaz de abrir un nuevo vertical en su marketplace pasando rápidamente de vender ropa y libros, a contar además con una plataforma de introducción de vídeo como Amazon Prime Video, con la que se ha convertido en el segundo player mundial en contenido propio”, señala.
Los desafíos en este sentido no son pocos. «Por un lado están las integraciones verticales, es decir, cómo mantener en la propia cadena de valor actual nuestra posición y no vernos diluidos porque hay alguien que cada vez controla más a nuestro cliente». Y añade un ejemplo claro de ello en el sector hospitality: Booking.com o Expedia. «Estas empresas se han quedado todo el conocimiento digital del cliente y han dejado realmente ‘ciegos’ a los gestores de hoteles».
El Digital Senior Advisor de Colonial destaca también las integraciones horizontales, «players que hasta ahora no formaban parte de nuestra cadena de valor, y que debido a la digitalización se convierten en auténticos competidores». Y, por supuesto, el talento: cómo transformar, reciclar y atraer nuevo talento para el paradigma que está por llegar.
Pero, ¿exige la digitalización nuevos modelos de liderazgo en las organizaciones? ¿Cuáles son las claves a la hora de gestionar el talento digital? Aleix Valls resalta, principalmente, una por encima del resto: que la estrategia digital sea nuclear en la compañía, no accesoria. “Si entendemos que lo digital es solamente un nuevo canal comercial o que supone únicamente una mejora en la eficiencia de nuestras operaciones, va a ser difícil que ese director industrial o de marketing vea en nuestro proyecto empresarial un modelo de largo recorrido y suficientemente ambicioso para su desempeño profesional”.
Una de las claves a la hora de gestionar el talento digital es que la estrategia digital sea nuclear en la compañía, no accesoria
Y concluye con una recomendación de cara a desarrollar negocio en un contexto de constante transformación: “Hay que saber jugar muy bien con los tiempos en clave de negocio y de mercado, y ahí ha de estar el ‘saber hacer’ del CEO: dónde está mi compañía, cuál es el momentum de mercado, cuánta erosión estoy sufriendo debido a la digitalización de mi cadena, y qué parte del negocio ‘tradicional’ aún tiene sentido”… Tiene sentido, ¿verdad?
