SectorES en clave de FUTURO
Con una gran experiencia en el ámbito empresarial a sus espaldas, Helena González, Directora Ejecutiva de REGUSA Recycling and Recovery, tiene claro que es el momento de la profesionalización, transparencia y sostenibilidad en la gestión de residuos industriales. El momento de pasar (realmente) a la acción, y de que las palabras se conviertan en actos que nos conduzcan a un verdadero impacto positivo en el medioambiente.
Son los imprescindibles del presente. Sin embargo, día a día vemos que en su ejecución todavía existe una brecha muy importante. Si queremos ser lo que es la gran parte de la Europa en la que nos fijamos en el ámbito del reciclaje y el medioambiente, deberíamos haber desarrollado ya las habilidades suficientes para que sostenibilidad y reciclado lleguen a ser parte del estilo de vida de las pymes, y no solo una hoja de ruta que, en la mayoría de los casos, no se plasma en la realidad. A día de hoy, la concienciación se limita a instituciones públicas y grandes empresas del mercado nacional e internacional que sí tienen interiorizada la necesidad de destinar recursos a realizar acciones en ese sentido.
Sin duda debe ser el gran reto de nuestra sociedad, pero la realidad es que, por norma general, no actuamos a menos que exista una contraprestación económica, y menos si ello supone algún coste. Aun con una normativa que obliga a su correcta gestión, gran parte del tejido industrial deja el reciclaje en manos de un low cost que lejos de cumplirla trasmite incluso un alto ahorro para las empresas.
Necesitamos una ley firme, acorde con la realidad de hoy y dejando atrás la ley actual obsoleta. De hecho, llevamos años estancados con la reforma de la Ley de Residuos y con el proyecto de ley actual. Asimismo, necesitamos que los productores de los residuos sean grandes responsables de la gestión de los mismos para poder hacer realidad esos hitos medioambientales, y que no solo vean el reciclaje como un coste en su cuenta de resultados, sino como una necesidad de realizarlo de una forma adecuada.
Nuestra labor como gestores de residuos es ser el partner medioambiental de nuestros clientes -que a la vez son proveedores-, acompañándoles durante todo el proceso del reciclaje de sus residuos y de sus materias primas, y enseñándoles a valorizarlos correctamente. Es esencial realizar proyectos internos de optimización en la gestión y formar a sus empleados. Estamos convencidos de que ser parte activa de las propias empresas es precisamente la clave para conseguir este éxito.
La economía circular ha pasado de ser una alternativa a ser una necesidad; los recursos naturales son finitos y necesitamos fomentar su adecuado aprovechamiento. Por tanto, no es una opción. Pero la concienciación empresarial, insisto, es necesaria. Estamos en un punto en el que no sirve el ¨yo hago¨ si luego no se hace correctamente. Vemos vertederos desbordados de residuos no tratados previamente por los gestores de residuos industriales porque los costes de separación hacen que esta operación no sea rentable. Indudablemente es la realidad que nos encontramos diariamente y que difiere de la imagen que se transmite.
Queremos que nuestros clientes quieran ser el cambio que quieren ver en el mundo. Creo que todos pensamos en ello de una forma u otra. Nuestra mayor responsabilidad es trabajar mano a mano con ellos para conseguirlo.
Así es. No se percibe la profesionalización que tenemos en la empresa familiar. Dentro de nuestro sector solo las grandes gestoras que salen en los medios parecen estar adaptadas a las demandas medioambientales, cuando hay un trabajo ímprobo en la pequeña empresa.
La tecnología hace que sea más sencillo. Actualmente, la digitalización, el avance de los procesos de separación, la profesionalización de los equipos de trabajo… hacen que poco a poco todo lo que parecía imposible sea posible.
El empleo verde es uno de esos cambios que queremos ver en el mundo. En nuestra compañía trabajamos de forma constante para que cada persona que integra nuestro equipo de trabajo, sea cual sea su posición, sea totalmente responsable e independiente en la toma de decisiones. Para ello, es necesaria una alta formación de todas las partes de la cadena productiva y que la dirección crea realmente que se pueden conseguir cosas grandes si cuentas con gente grande. Todos creemos en el #espírituREGUSA y en el espíritu de pertenencia, y eso a día de hoy para mí, es de los mayores logros conseguidos en los últimos años.