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Greenwashing: qué es, cómo identificarlo y por qué evitarlo

El greenwashing es una estrategia engañosa que todas las empresas deben esquivar si realmente aspiran a ser más sostenibles y proyectar esa imagen al público. Afortunadamente, es creciente el número de individuos y organizaciones que reconocen la importancia de aportar a un entorno más equitativo y respetuoso con el medio ambiente. Sin embargo, el verdadero desafío radica en adoptar esta postura con transparencia y veracidad. En este post profundizamos en el greenwashing: qué es,  su significado, cómo identificarlo y las maneras de prevenirlo.

Entendiendo el greenwashing: ¿qué es? 

El término «greenwashing» se refiere a una práctica de marketing o relaciones públicas utilizada por una organización, empresa o individuo para promover la percepción de que sus productos, objetivos o políticas son ambientalmente amigables o sostenibles, cuando en realidad no lo son. Esta táctica implica engañar o dar una imagen falsamente positiva para ocultar o desviar la atención sobre prácticas que son perjudiciales para el medio ambiente.

El greenwashing es una práctica que puede manifestarse de diversas maneras, como campañas publicitarias que exageran la sostenibilidad de un producto, rebranding con una estética ecológica sin cambios significativos en las prácticas ambientales, o declaraciones engañosas sobre la reducción del impacto ambiental de la compañía. El propósito principal es aumentar el atractivo de la empresa o sus productos entre los consumidores conscientes del cuidado del medio ambiente, a menudo para capitalizar la creciente demanda de productos ecológicos, sin hacer cambios significativos que respalden estas afirmaciones.

Este fenómeno es problemático porque puede llevar a los consumidores a tomar decisiones mal informadas, creyendo que están apoyando prácticas sostenibles o empresas responsables con el medio ambiente, cuando no es el caso. También puede restar atención o recursos a productos y empresas que realmente están implementando prácticas ambientalmente sostenibles.

¿Cómo identificar el Greenwashing?

Y aunque podría tener beneficios a corto plazo, el greenwashing erosiona rápidamente la confianza en la empresa ya sea a medio o a largo plazo. Es por ello por lo que identificarlo y, por encima de todo, frenarlo en el seno de cualquier organización a través de un simple checklist se vuelve primordial:

  1. Evalúa la proporción entre promoción y práctica: observa si la empresa invierte más en publicitar sus iniciativas verdes que en implementar prácticas reales (criterios ESG) y efectivas de sostenibilidad. Un desequilibrio significativo puede indicar Greenwashing.
  2. Consistencia en las iniciativas de sostenibilidad: verifica que las prácticas de sostenibilidad corporativa se apliquen de manera coherente en todas las operaciones de la empresa, y no solo en áreas seleccionadas para ganar publicidad positiva.
  3. Transparencia en la cadena de suministro: asegúrate de que la empresa ofrece claridad sobre cómo sus prácticas de sostenibilidad se extienden a lo largo de su cadena de suministro, incluyendo a proveedores y subcontratistas.
  4. Compromisos a largo plazo frente a acciones a corto plazo: diferencia entre las empresas que solo muestran compromisos superficiales o temporales y aquellas que establecen objetivos a largo plazo con planes claros y seguimiento regular.
  5. Certificaciones independientes: Busca sellos o certificaciones de terceros independientes y reconocidos que validen las afirmaciones de sostenibilidad de la empresa, asegurando que no sean autoatribuidas ni carezcan de un fundamento riguroso.

¿Por qué evitar el Greenwashing?

Evitar el greenwashing como estrategia de marketing es determinante por varias razones importantes, cada una con sus propias implicaciones para las empresas, los consumidores y el medio ambiente:

  1. Mantiene la integridad de la marca: el greenwashing puede dañar gravemente la reputación de una empresa una vez que se descubre. La honestidad y transparencia en las prácticas sostenibles fortalecen la confianza del consumidor y la lealtad a largo plazo, mientras que el engaño puede llevar a un escrutinio público negativo, pérdida de credibilidad y posibles consecuencias legales.
  2. Fomenta la responsabilidad social corporativa: evitar el greenwashing impulsa a las empresas a implementar prácticas reales de sostenibilidad, lo que contribuye positivamente al medio ambiente y a la sociedad. Esto promueve un cambio sistémico hacia la sostenibilidad, en lugar de meras tácticas de marketing que no ofrecen beneficios reales.
  3. Protege a los consumidores de la desinformación: el greenwashing puede llevar a los consumidores a tomar decisiones mal informadas, creyendo que están apoyando productos o servicios ambientalmente amigables cuando no es así. Al evitarlo, las empresas garantizan que los consumidores tengan información precisa para tomar decisiones de compra conscientes.
  4. Contribuye a la lucha contra el cambio climático: cuando las empresas adoptan prácticas sostenibles auténticas en lugar de recurrir al greenwashing, contribuyen de manera efectiva a la mitigación del cambio climático. Esto resulta en un impacto ambiental positivo real en el desarrollo sostenible, en lugar de simplemente proyectar una imagen de responsabilidad.
  5. Estimula la innovación y la competitividad: al centrarse en la sostenibilidad genuina, las empresas pueden innovar y desarrollar soluciones verdaderamente verdes que les permitan destacarse en el mercado. Esto puede conducir a una ventaja competitiva sostenible, al ofrecer productos o servicios que cumplen con las expectativas éticas y ambientales de los consumidores.
  6. Ayuda a cumplir con las regulaciones ambientales: evitar el greenwashing asegura que las empresas se alineen mejor con las leyes y regulaciones ambientales actuales y futuras. Esto puede prevenir sanciones legales, multas y litigios, que pueden surgir como resultado de prácticas comerciales engañosas.

En resumen, evitar el greenwashing no solo es éticamente correcto, sino que también ofrece beneficios sustanciales para las empresas que realmente se preocupan por el medio ambiente, los consumidores y el planeta, alineando las prácticas comerciales con los imperativos ecológicos y sociales actuales.

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