La gestión de personas entra en una nueva etapa, donde tecnología y humanidad, IA y bienestar, se dan la mano. Con el bienestar emocional como prioridad estratégica, RRHH debe encontrar formas de cuidar a las personas de manera efectiva y personalizada, sin aumentar su carga operativa. La clave está en una combinación cada vez más necesaria: inteligencia artificial y empatía.
El 49% de los empleados españoles se declara estresado y solo un 30% está comprometido con su empleo
“El bienestar emocional ha dejado de ser un extra para convertirse en una urgencia organizacional”. Así lo cree Antonio Sas, Director General de Betterfly. Las cifras hablan por sí solas: el 49% de los empleados españoles se declara estresado y solo un 30% está comprometido con su empleo, según el estudio Better Work 2024. Una realidad que tiene efectos directos en la productividad, la rotación de talento y en la desconexión emocional con el trabajo.
De hecho, como advierte Sas, “las empresas que no lo integren desde la raíz en su estrategia corren el riesgo de quedarse atrás”. En un mercado laboral dominado por generaciones que demandan propósito, flexibilidad y autonomía, el bienestar se convierte en una ventaja competitiva.
«La IA puede ser una gran aliada para
humanizar la gestión si se usa con
sentido y con un propósito claro. No se
trata de despersonalizar, sino de liberar
tiempo, ofrecer soporte inmediato y
facilitar experiencias más relevantes
para cada persona»
Antonio Sas, Director General de Betterfly en España
Sin embargo, reconocer la importancia del bienestar no basta. La verdadera transformación, como afirman desde Betterfly, exige que RRHH cuente con recursos adecuados para generar un cambio significativo dentro de la organización. “En muchos casos, lo que escasea son los medios para actuar con eficacia: falta de tiempo, de datos y de herramientas. Por eso es fundamental que las áreas de personas puedan acceder a soluciones que les permitan personalizar, automatizar y medir sus acciones de bienestar”.
La clave está en pasar de iniciativas puntuales a estrategias estructurales en las que el bienestar se gestione como un indicador de salud organizativa, lo que implica anticiparse a los problemas, no simplemente reaccionar a ellos. “Si RRHH quiere ganar peso en la toma de decisiones estratégicas, este es uno de los terrenos donde tiene más margen para demostrar su impacto real”.
En este contexto nace Buddy AI, el nuevo asistente conversacional de Betterfly para acompañar a los empleados en su experiencia de beneficios. ¿Su valor diferencial? No se limita a resolver dudas, sino que promueve hábitos saludables de forma empática, práctica y personalizada. “Buddy no sustituye al área de personas, la potencia”, resume Sas.
Diseñado para comunicarse en lenguaje natural y con sensibilidad contextual, Buddy AI actúa como un punto de contacto inmediato y cercano. Según Sas, los primeros resultados muestran una mayor activación de beneficios y un aumento en la satisfacción con la experiencia.
La verdadera transformación exige que RRHH cuente con recursos adecuados para generar un cambio significativo dentro de la organización
Frente al temor de que la IA deshumanice la gestión de personas, Sas defiende lo contrario: “La IA puede ser una gran aliada para humanizar la gestión si se usa con sentido y con un propósito claro. No se trata de despersonalizar, sino de liberar tiempo, ofrecer soporte inmediato y facilitar experiencias más relevantes para cada persona”.
El diseño es clave. “Una IA bien integrada no interrumpe, no invade y, sobre todo, no reemplaza: complementa”, afirma. El objetivo es liberar a los equipos para que se centren en lo que la tecnología no puede hacer: escuchar, guiar, construir cultura.
Ahora bien, ninguna tecnología, por innovadora que sea, transformará por sí sola la experiencia de bienestar. Su impacto dependerá del contexto organizativo en el que se implemente. “Buddy AI debe integrarse como una extensión natural del plan de bienestar, no como un ‘gadget’. Su eficacia depende de la cultura de la empresa”, advierte Sas. Formación, comunicación clara y coherencia con las políticas de personas son esenciales para que la empresa funcione como un catalizador.
Disponible 24/7, responde consultas, ofrece recomendaciones personalizadas y guía al usuario en el uso de sus beneficios de retribución flexible y bienestar. Gracias a la IA, aprende de cada interacción para entregar una experiencia más relevante y útil. Está integrado en la app de Betterfly y representa un paso hacia una asistencia más proactiva, liberando a los equipos de tareas de soporte y ayudando a los empleados a sacar el máximo partido de sus beneficios e impulsar su bienestar. Sin duda, IA y Bienestar son un binomio perfecto.
