En la actualidad no se puede entender la continuidad de una empresa sin el compromiso de todos los trabajadores que en ella participan. Así, establecer unas relaciones cercanas y ejercer un liderazgo humanista en todos los ámbitos de actuación de la empresa es fundamental para la consecución de cualquier objetivo.
Con el paso del tiempo la forma de relacionarnos ha ido cambiando de manera vertiginosa y más aún con la incorporación de las nuevas tecnologías y el teletrabajo; por ello, ahora más que nunca cobra suma importancia ejercer en el día a día un liderazgo humanista para que llegue a todos los rincones y personas de la organización. Solo así se conseguirán equipos comprometidos y valorados que sepan dar respuesta a las necesidades que vayan surgiendo.
Igualmente, es necesario tener un proyecto común, del que todos sean partícipes, involucrando hasta la última persona de la organización, donde todos se sientan actores para la consecución de los objetivos/resultados a los que se quieren llegar.
Debemos cuidar a nuestra gente, debemos poner a las personas en el centro, entender sus necesidades y crear entornos favorables para que trabajen a gusto
Es muy importante escuchar a las personas, generar espacios de debate y llevar a cabo una puesta en común de ideas para que los equipos se sientan integrados. Debemos cuidar a nuestra gente, debemos poner a las personas en el centro, entender sus necesidades y crear entornos favorables para que trabajen a gusto, dándoles la libertad suficiente para que puedan actuar dentro de la confianza que se genera.
Las organizaciones que sepan crear estos espacios y esta confianza con sus equipos serán sostenibles y viables en el tiempo, porque los resultados se consiguen de manera conjunta y consensuada, con un trabajo en equipo por encima de cualquier individualidad que genera sin lugar a dudas un compromiso y unos lazos perdurables en el tiempo.
