Hace un tiempo, reclutar personal tenía como objetivo cubrir una vacante. Se realizaban contactos en frío o se publicaban ofertas de trabajo en diferentes portales con la esperanza de que llegase un buen candidato. Con el inbound recruiting las empresas no esperan, sino que atraen candidatos cualificados de forma rápida y efectiva de forma continua.
Es una técnica de marketing digital con la que una empresa atrae y enamora a profesionales de talento, con independencia de si están buscando empleo o si existen vacantes. Ofrece una gran experiencia a los candidatos y se apoya en las redes sociales y el employer branding.
La forma en que se vive y se trabaja ha cambiado por completo. Las personas no se mantienen en un puesto de trabajo por dinero, sino que buscan una motivación, un buen equipo y, sobre todo, un propósito. Para tener éxito a la hora de reclutar personal es necesario generar una relación entre la persona y la marca, haciendo que el candidato se sienta atraído por la organización.
Las personas con talento se sienten más atraídas por aquellas empresas con una gran cultura. Así, desde los departamentos de Recursos Humanos se trata de que los procesos de reclutamiento sean más empáticos y humanos.
Se muestran a los candidatos las soluciones que la empresa ofrece para sus problemas o dudas y se crea engagement hacia la marca
Cuando se realiza un proceso de estas características se muestran a los candidatos las soluciones que la empresa ofrece para sus problemas o dudas y se crea engagement hacia la marca. Es decir, esos candidatos se convertirán en fans de la misma y hablarán bien de ella.
Con esta metodología se solventa el déficit de talento de una empresa al tiempo que se reducen los costes y el tiempo que se dedica al proceso de contratación. Antes de nada es necesario saber qué tipo de candidato se quiere para poder saber dónde encontrarle. También es necesario saber lo que busca antes de emprender una aventura profesional en una empresa.
No hay que olvidar tener a punto las herramientas digitales que están al alcance hoy en día, establecer una buena planificación y cumplir con las fases que se exponen a continuación:
Esta primera fase trata de llevar tráfico cualificado a la página de empleo u ofertas. Se ha de aprovechar la prensa y las redes sociales para difundir el valor de la empresa, su cultura, su filosofía de trabajo, sus triunfos y qué se hace en ella.
Para esta fase el departamento correspondiente debe crear un contenido que sea fácil de encontrar, que tenga mucho valor, que explique cómo se trabaja y que atraiga a los candidatos ideales. El objetivo es mostrar cómo es la empresa por dentro y el beneficio que supondría para la carrera profesional de un trabajador estar en dicha empresa. De esta forma, se atraerá a los profesionales afines a la cultura de la empresa con mayor talento.
Es el instante preciso en el que un seguidor en una red social se convierte oficialmente en candidato. Hay que redactar las ofertas de trabajo de una forma muy impactante y para ello se deben tener en cuenta los términos de búsqueda. Sin olvidar transmitir lo que ofrece la empresa clara y atractivamente.
Los formularios de inscripción han de ser sencillos de rellenar y deben estar optimizados para poder acceder a ellos desde un dispositivo móvil o tablet.
Para que se inscriban una mayor cantidad de candidatos hay que facilitar la inscripción a través del perfil de LinkedIn personal. Está demostrado que de esta forma hay menos candidatos que abandonan el proceso.
En la etapa de las entrevistas es necesario comunicarse con los candidatos de forma efectiva y fácil. Hay que comunicarles cuál es su estatus, otorgar feedbacks y hacerles llegar si pasan a una siguiente fase o no. Algunos candidatos se apuntan a varios procesos de selección dentro de una misma empresa.
Para evitar que se hable mal de la empresa o del proceso de selección, es necesario enamorarlos en cada una de las interacciones que se tienen con ellos. Hay que cuidar todos los detalles.
Una vez que el candidato se ha contratado, esa excelente experiencia que ha vivido durante el proceso de selección debe continuar durante su tiempo en la empresa. Esta es una de las claves más importantes. Así cada vez que se abra un proceso de selección, serán los propios trabajadores los que recomienden la empresa a sus conocidos y amigos.
El inbound recruiting ha supuesto un cambio muy importante en el ámbito de los Recursos Humanos. Las sinergias entre empleados y empresas, crear un sentido de pertenencia y que los trabajadores sean los embajadores de una empresa supone toda una revolución.
Es tan necesario tener una gran visión como contar con los mejores profesionales para poderla llevar a cabo. En cada fase de esta metodología hay que contar con todas las herramientas necesarias para que el proceso de selección sea una experiencia inolvidable.