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El sistema de impuestos por comunidades autónomas en España puede resultar, al menos a priori, algo difícil de entender debido a las múltiples disparidades en materia de fiscalidad en un Estado descentralizado.
En concreto, en cuanto al IRPF y el Impuesto de Sucesiones y Donaciones autonómico, así como en lo que respecta a la tributación regional, existen notables diferencias en el pago de impuestos por comunidad autónoma. Una recaudación que, en algunos casos, se traduce en miles de euros al alza o a la baja.
El sistema de impuestos por comunidades autónomas en España tiene múltiples disparidades en materia de presión fiscal en un Estado descentralizado
Así, por ejemplo, aspectos comunes en la administración tributaria de las comunidades, como la renta o el patrimonio, no determinan las cantidades que se han de abonar cuando una persona recibe una herencia, una situación que provoca que algunos contribuyentes lleguen al punto de cambiar sus domicilios fiscales.
A continuación se exponen los impuestos propios por comunidades autónomas en España, además de los recargos y cánones sobre impuestos de tributos estatales como el IRPF o el Impuesto de Sucesiones y Donaciones regional.
La comunidad andaluza ha acumulado desde hace 40 años nada menos que ocho impuestos propios con efectos fiscales, siendo una de las regiones con mayor número del país:
En cuanto a otros impuestos como el Impuesto sobre la renta de las personas físicas (IRPF), en la región de Andalucía este es uno de los más altos de España. Sin embargo, el Impuesto de Sucesiones y Donaciones es uno de los más bajos a nivel nacional. Y es que sale particularmente barato heredar en Andalucía, una persona de 30 años y soltera que herede bienes por valor de 800.000 euros, pagaría una cantidad mínima.
En el caso de la región aragonesa, el sistema de retenciones se centra en las rentas más altas, que proporcionalmente pagan bastante más gravámenes que las rentas medias y bajas. Cuenta, asimismo, con cinco impuestos propios, la mayor parte de ellos medioambientales:
En cuanto al Impuesto de Sucesiones y Donaciones autonómico, en la comunidad de Aragón recientemente se han mejorado de forma significativa las bonificaciones para las transmisiones entre familiares. Por ejemplo, el porcentaje de reducción en las bases imponibles para las adquisiciones mortis causa pasa del 50% al 90%.
Por su parte, Asturias dispone de seis impuestos autonómicos propios. Algunos de ellos tan curiosos como el canon aplicado a los grandes establecimientos comerciales o el exclusivo impuesto sobre el juego del bingo:
En la región asturiana, la carga fiscal se centra en el Impuesto de Sucesiones y Donaciones autonómico, donde es particularmente alta. Adopta un sistema similar al aragonés en el reparto de la presión fiscal en materia de IRPF a las rentas más altas, resultando beneficiadas las medias y bajas.
Las Islas Baleares solo cuentan con cuatro impuestos propios a efectos fiscales:
En materia de IRPF, en las Islas Baleares la presión fiscal es más alta para rentas bajas y medias, si bien en el resto de tasas se sitúa por debajo de la media nacional.
En el archipiélago balear, las deducciones aplicables al Impuesto de Sucesiones permiten rebajar sustancialmente la cantidad a pagar, aplicando un tipo muy bajo hasta bases de 700.000 euros.
Las Islas Canarias tienen cinco impuestos propios:
Cabe destacar que Canarias se encuentra entre las autonomías donde es más barato heredar, además de que el IRPF es especialmente bajo para las rentas bajas y medias-bajas.
En cuanto a impuestos propios, Cantabria cuenta con tres cánones particulares a efectos fiscales:
En Cantabria, las retenciones por IRPF se colocan en los primeros puestos de la clasificación cuando se trata de las rentas más altas. Una carga fiscal que resalta frente al Impuesto sobre Donaciones, de los más bajos de España.
Así, por ejemplo, una persona que recibe 800.000 euros de su padre, siendo menor de 30 años, no tendría que pagar nada. Por otro lado, el Impuesto por Transmisiones Patrimoniales es uno de los más altos.
La especial incidencia de las energías renovables de la comunidad manchega hace sus dos tributos propios se centren por completo en la preservación del entorno:
Y muy similar a lo que ocurre en Castilla y León, el IRPF y el Impuesto de Patrimonio son algo más altos de lo normal, mientras que el Impuesto de Sucesiones y Donaciones regional se mantiene por muy debajo de la media. Es más, Castilla-La Mancha es una de las regiones más propicias para recibir una donación.
Castilla y León es una de las comunidades autónomas de España con menos impuestos propios, solo tiene estos dos tributos en materia de sostenibilidad y protección del medio ambiente:
En Castilla y León, solo los Impuestos de Sucesiones y Donaciones están algo por encima de la media, mientras que la carga fiscal a través del IRPF autonómico es una de las más bajas del país, especialmente en el caso de las rentas bajas.
Cataluña es, sin duda, la región donde más impuestos propios se pagan en comparación al resto de comunidades autónomas. Con nada menos y nada menos que 15 tributos exclusivos. Sobre estos, destacan algunos como: el impuesto sobre las viviendas vacías, el impuesto sobre las bebidas azucaradas envasadas y la figura sobre las emisiones de dióxido de carbono de los vehículos de tracción mecánica:
Otra de las particularidades de Cataluña en lo que a la tributación se refiere, es que la carga del IRPF se centra especialmente en las rentas medias y bajas, para las que las retenciones son las más altas del país.
La comunidad de Extremadura reúne cinco impuestos propios a efectos fiscales que son los siguientes:
Y, como sucede en Cataluña, en Extremadura el IRPF autonómico es particularmente alto, aunque en este caso en las rentas medias y altas, mientras que para las rentas bajas es de los más bajos de España.
En materia del IRPF, podemos tomar el ejemplo del Consejo General de Economistas. Según este, para rentas brutas de 45.000 euros de un soltero sin hijos se deberán abonar 9.822 euros; para una renta de 70.000 euros, 19.820 euros; mientras que para quien tenga una renta de 110.000 euros, la cuantía asciende a los 38.372 euros. Asimismo, es una de las comunidades con mayor carga fiscal sobre las herencias.
Galicia tiene seis tributos exclusivos y, al igual que en Castilla-La Mancha, el principal impuesto propio es el Canon Eólico.
Galicia se sitúa ligeramente por debajo de la media en casi todas las cargas fiscales. Excepto en el Impuesto sobre las Transmisiones Patrimoniales y los Actos Jurídicos Documentados, donde se encuentra a la altura de Cataluña, Cantabria y la Comunidad Valenciana, quienes están a la cabeza en esta estadística.
Actualmente, a partir de la Ley 3/2021, la Comunidad de Madrid dejó suprimidos todos los impuestos propios, así como el recargo sobre el impuesto para actividades económicas. Por lo que se trata de la única comunidad autónoma de España sin tributos propios.
Además, la Comunidad de Madrid es donde menos se paga por Patrimonio, que cuenta con una bonificación del 100% por parte del gobierno autonómico. También es una de las regiones de España que menos tributa por transmisiones y actos jurídicos.
En la Comunidad de Madrid cabe señalar una escasa carga fiscal que también tiene incidencia en el pago de IRPF, el menor del país. Siguiendo los ejemplos, para alguien que gane 20.000 euros al año, la tasa es de 2.269 euros; para rentas de 45.000, la cuantía asciende a 9.271 euros. Y, para rentas más altas, las diferencias con el resto aumentan exponencialmente.
Son seis los impuestos propios de la Región de Murcia. Entre estos tributos, junto a Asturias, es la única comunidad que cuenta con un gravamen específico para los juegos de bingo.
Murcia es una de las que más presión fiscal ejerce para todo tipo de rentas. Tanto las más bajas como las más altas, así como las intermedias. Sin embargo, la carga fiscal también es especialmente baja en el Impuesto de Sucesiones y Donaciones, al igual que ocurre con la tasa para el Patrimonio.
En el caso de La Rioja, la carga fiscal a través del IRPF tiene una mayor incidencia en las rentas más altas, mientras que las medias y bajas se sitúan algo por debajo de la media nacional. No destaca en cuanto a los gravámenes al Patrimonio, Sucesiones o Donaciones y cuenta con cuatro tributos propios:
Algo parecido a lo que sucede en la Comunidad Valenciana, donde el IRPF es progresivo y las rentas más altas tienen una mayor carga fiscal que las medias y bajas. Es más, es una de las regiones donde las rentas altas sufren una mayor carga impositiva y en la que el Impuesto de Patrimonio es particularmente alto. Sin embargo, el Impuesto de Sucesiones y Donaciones se encuentra en la media nacional.
Por otra parte, como tributos propios, la Comunidad Valenciana tiene cuatro cánones exclusivos:
Por último, gracias al concierto económico especial que afecta a Navarra y País Vasco, se trata de las dos únicas regiones donde las tributaciones son gestionadas directamente por sus administraciones.
En este sentido, las comunidades forales Navarra y País Vasco forman parte del régimen común y no son comparables al resto de comunidades autónomas al no encontrarse bajo un marco regulatorio común. Es decir, todos los impuestos de Navarra y el País Vasco son propios, dado que se rigen por su propia normativa fiscal autonómica.
Como se puede ver después de este resumen de los impuestos propios de cada comunidad autónoma, hay grandes diferencias entre lo que se tributa en cada región de España. Asimismo, la presión fiscal de cada región también varía en función de los tributos que no son de competencia autonómica directa, como el Impuesto de Sociedades o el IVA en el marco de la fiscalidad de las empresas en España.
Eso sí, podemos concluir que las comunidades autónomas españolas que tienen más impuestos propios son Cataluña y Andalucía, con quince y ocho tributos específicos, frente a la Comunidad de Madrid, Castilla La-Mancha, Castilla y León y Cantabria, con ninguno, dos o tres tributos exclusivos.