En pleno proceso de transformación digital acelerada por el covid-19, ¿cuáles son los países más innovadores del mundo? Se trata de una pregunta que ha mutado en los últimos años, especialmente tras la irrupción de China y otras naciones asiáticas como grandes actores tecnológicos. De hecho, la hegemonía que otrora ostentaba EE. UU. como faro de la innovación occidental ya ha quedado totalmente desfasada. Mientras tanto, los avances científicos que un día situaron a España entre la élite del I+D+i también quedaron atrás: ninguno de los principales indicadores nos sitúa en el top 30.
En este sentido, existen dos rankings que se suelen tomar como referencia: el índice de innovación que publica anualmente la revista Bloomberg y el Índice Global de Innovación. En concreto, este último es el marco actual más aceptado y por el que se rige la mayoría de los países del mundo. De hecho, es el criterio para medir la innovación que utiliza la ONU hoy en día, especialmente cuando se toman decisiones internacionales sobre investigación y desarrollo para que los Gobiernos cumplan con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de aquí a 2030.
Para elaborar su listado, en el Índice Global de Innovación se miden distintos aspectos de cada país, que se encuadran en dos áreas o subíndices:
Así pues, de este proceso metodológico nace cada año el Índice Global de Innovación, en el que se analizan los datos de casi 150 países de todo el globo. De ellos, según el último informe (de 2020), los 10 países más innovadores del mundo son:
Con una puntación de 66,08 sobre 100, Suiza es considerado actualmente como el país más innovador del mundo. En concreto, el país sobresale en investigación y educación, algo que facilita el hecho de tener una de las mayores rentas per cápita del planeta (alrededor de 82 000 dólares en 2021).
De cerca le sigue Suecia, un país que destaca especialmente en investigación, infraestructuras y madurez de sus empresas (donde es la primera potencia mundial). En este sentido, sus productos tecnológicos de vanguardia son el resultado directo de esa inversión en innovación.
En la guerra comercial contra China iniciada en la era Trump, EE. UU. quizás se centró más en acusar de robo tecnológico al gigante asiático que en impulsar la innovación. A pesar de ello, el país norteamericano se mantiene en el tercer puesto de la lista, gracias especialmente a la madurez de sus empresas y la sofisticación de su mercado interior.
El camino hacia la emancipación de la UE tampoco ha ayudado a que Reino Unido progrese en materia de innovación en los últimos años. No obstante, la infraestructura asentada en el país y un mercado cada vez más orientado hacia los servicios tecnológicos han permitido que no se descuelgue demasiado en el Índice Global de Innovación.
Para una economía tan limitada por el espacio físico como la de Países Bajos, la política y la regulación desde las instituciones resulta fundamental para impulsar la innovación. Gracias a ello, así como a la sofisticación de su mercado, ocupa uno de los puestos más altos del ranking.
La excesiva dependencia que acusa Dinamarca del mercado exterior (fue una de las economías que más sufrió la crisis del coronavirus en 2020 por este motivo) lleva años preocupando a las autoridades. Por ello, su plan de impulso al I+D+i incluye una mayor dotación a la investigación (es el segundo país del mundo en este sentido en el Índice Global de Innovación). También la creación de una gran red de infraestructuras.
El país nórdico ocupa el segundo puesto en cuanto a política y regulación desde las instituciones. Como resultado, es una de las naciones con mayor puntuación en materia de producción tecnológica.
El paso adelante de Asia en materia de innovación en los últimos años se refleja en la inclusión de Singapur en el top 10 del Índice Global de Innovación. En este caso, precisamente por ser el país que más impulsa el I+D+i desde las instituciones.
Uno de los países históricamente punteros en la UE es Alemania, que se mantiene entre los 10 más innovadores del mundo en 2020, gracias en particular a su alta inversión en investigación.
Por último, Corea del Sur cierra la lista de los 10 países más innovadores del mundo, a pesar de ser precisamente el que más invierte anualmente en investigación.
En el Índice Global de Innovación, España ocupa actualmente el puesto 30 en el ranking. Especialmente, gracias a las infraestructuras con las que contamos. De hecho, en 2021 la situación podría mejorar: en total, el Ministerio de Ciencia e Innovación dispone este año de un presupuesto de 3.232 millones de euros, el mayor presupuesto para la I+D+I civil de la historia de nuestro país.
A esto, las empresas españolas pueden sumar el conocido como Horizon Europe, el programa de financiación clave de la UE para la investigación y la innovación, que actualmente cuenta con un presupuesto de 95 500 millones de euros. Con él se pretende impulsar las iniciativas que aborden cuestiones como el cambio climático, ayudar a alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible o impulsar la competitividad y el crecimiento de la UE.