Las NOF o necesidades operativas de fondos refieren la cuantía necesaria para mantener funcionando las inversiones del activo corriente. En este sentido, todas las empresas desarrollan su ciclo productivo en función de las NOF, un criterio de control que, a su vez, está influido por las existencias, los créditos a clientes y las necesidades básicas de tesorería.
Siendo parcos, la mejor forma de definir las NOF es como aquella inversión requerida para que la iniciativa siga produciendo productos o prestando servicios, acotada dentro de un marco temporal, el denominado Período Medio de Maduración.
Aunque suele desligarse de la estrategia financiera de una compañía en algunos casos, lo cierto es que este concepto reviste gran importancia en términos de gestión y dista mucho de ser un parámetro de control meramente asociado al ciclo de explotación y a las necesidades operativas.
Las empresas con cierta trayectoria están familiarizadas con la importancia de auditar las NOF correctamente. De hecho, es una parte importante de la gestión de tesorería, cuyos efectos positivos se notan a lo largo de toda la vida de una organización.
Los activos que condicionan las NOF son los siguientes.
Una empresa debe asegurar un nivel de stock suficiente para mantener operativas las actividades de producción, así como un producto en curso y mercaderías dispuestas para la venta.
En la mayoría de los sectores, los clientes o intermediarios no pagan la mercancía justo cuando la reciben. De este modo, la previsión de tesorería debe tener en cuenta las infracoberturas de liquidez a pesar del saldo positivo.
Asimismo, las organizaciones tienen que afrontar pagos de diversa naturaleza para seguir funcionando. Por tanto, ha de aprovisionarse una cantidad estimada de reserva para cubrir dichos gastos, que pueden ser variables o fijos.
Estos tres activos, que varían en función del sector específico y de la estrategia financiera de cada organización, deben estimarse por separado y es necesario aplicar una monitorización constante que sirva de apoyo a las predicciones de caja.
La fases del ciclo de explotación son las que se nombran a continuación:
– La fase de almacenamiento de materias primas o componentes. Estas se guardan en el almacén y forman parte de las existencias, cuyo valor puede calcularse al precio de coste o de adquisición.
– La fase de fabricación: las materias primas se convierten en otra cosa, derivando costes de mano de obra, por ejemplo. Su consumo se entiende como un coste asociado al producto.
– La fase de venta: los productos terminados están listos para su comercialización. Para valorarlos correctamente se incorporan los costes mencionados, asociados a la producción y almacenaje.
– La fase de cobro: se trata del periodo comprendido entre la venta y el cobro del producto. Muchas empresas con demasiado dinero en la calle han tenido que buscar financiación externa urgente para evitar que sus operaciones se detuviesen a pesar de estar cubiertas a largo plazo.
Además, hay que considerar el periodo medio de pago a proveedores, que es la cantidad de tiempo que transcurre desde que se realiza el aprovisionamiento de materias primas para producción hasta que se ejecuta el pago a las empresas encargadas de suministrar.
Algunos estudios incluyen también el periodo de medición entre ciclo de explotación y ciclo de explotación. Sería este, por tanto, el mejor momento para acometer el cálculo de las necesidades operativas de fondos.
Para calcularlas, en el siguiente apartado se ofrece la fórmula y se realizan algunas aclaraciones sobre su aplicación por parte de las empresas. Asimismo se detallan algunas ventajas de ser rigurosos en este punto, ya que las NOF tienen un valor estratégico añadido en términos de previsión de caja.
La fórmula para calcular las NOF se muestra a continuación:
Para calcularlas de forma adecuada debe tenerse en cuenta la siguiente premisa: las NOF integran las inversiones netas requeridas por una empresa por su activo corriente operativo, en orden a mantener funcionando sus operaciones diarias, después de restar la financiación espontánea.
Una de las ventajas más destacadas de las NOF es que no resulta necesario acudir a fuentes de financiación externas
Una de las ventajas más destacadas de calcular correctamente las NOF e integrar los resultados en la información necesaria para decidir, es que no resulta necesario, para una empresa cualquiera, acudir a fuentes de financiación externas. El coste de este tipo de productos crediticios, digamos de urgencia, es muy superior a las vías habituales dispuestas para la financiación regular, como las líneas de descuento.
En suma, la estimación correcta de las necesidades operativas de fondos puede marcar la diferencia entre una empresa capaz de hacer frente con solvencia a los requerimientos económicos derivados de su actividad y otra que no puede continuar produciendo a pesar de que los créditos a clientes son favorables.