Las supply chain extendidas o cadenas de suministro están obligadas a combinar proveedores en países lejanos y low cost con clientes que exigen entregas en 24 horas. Así lo asegura Pedro Béjar, Managing Director de Accenture Supply Chain: «Vamos, la revolución digital se puede convertir en una auténtica pesadilla si se quieren conseguir los objetivos de servicio y costes de la compañía».
¿Quiere decir esto que cualquier tiempo pasado fue mejor? Si pensamos en las ventajas que ha traído consigo la revolución digital, quizá la respuesta sea «no». El paradigma de que la planificación en el medio plazo era la prioridad es ya insuficiente. Los expertos en operaciones de empresas de todo tipo tienen que cambiar su discurso.
Toca complementar la planificación del medio plazo con la respuesta en el muy corto plazo, con la agilidad en el momento, con el dinamismo en un entorno controlado
Tal y como propone Béjar, ahora «toca complementar la planificación del medio plazo con la respuesta en el muy corto plazo, con la agilidad en el momento, con el dinamismo en un entorno controlado. En definitiva, toca contar con capacidades real time de gestión de la cadena de suministro«. Y estas son proporcionadas por la tecnología y la revolución digital.
Ante este contexto, Accenture ha estimado que el sobrecoste asociado a una gestión manual convencional de la ejecución de la cadena logística asciende a un 7 % del coste de transporte, a un 5 % del coste de producción y a un 20 % del esfuerzo de personal del equipo de operaciones dedicado a resolver las incidencias diarias. En esta situación, asegura Béjar, «la buena noticia es que desde hace ya dos años están disponibles en el mercado tres capacidades digitales precisamente focalizadas en hacer posible la combinación de la visibilidad y la agilidad que el nuevo entorno demanda»:
El sobrecoste asociado a una gestión convencional de la cadena asciende a un 20 % del esfuerzo de personal de operaciones
Accenture estima que para una empresa de gran consumo que facture 10 billones de euros, la agilidad afecta a entre 500 y 700 empleados. Asimismo, esta puede generar ahorros de hasta 200 millones de euros anuales en los costes de la cadena.
Lo cierto es que tal y como subraya el experto de la consultora, «estamos hablando de cambiar la forma de trabajar de un equipo de personas extenso, impactado por unas operaciones dinámicas y tensas, y con una repercusión fundamental en los objetivos de crecimiento y en los costes de las empresas».
Además, las cadenas de suministro actuales se centran en el consumidor, de manera que han dejado de ser lineales para pasar a un modelo circular. Así se centran en cumplir con el pedido solicitado por el cliente, una figura que antes se encontraba al final de la operativa.
Para que este cambio sea posible son fundamentales las nuevas tecnologías, que posibilitan una correcta predicción de la demanda gracias al análisis de datos. Solo así se puede evolucionar al mismo ritmo que las demandas de los consumidores y evolucionar hacia cadenas de suministro de calidad.