¿Sigue siendo la mejor estrategia empresarial poner al cliente en el centro de la misma? ¿El mantra de ‘las personas en el centro’ es verdaderamente efectivo? ¿Cuántos tipos de liderazgo empresarial lo aplican realmente?
Estamos en pleno cambio disruptivo en el que vivimos cosas que nunca han pasado y ahora pasan muy rápido. La velocidad es la pieza clave de un mundo en transformación, y para las empresas estar actualizado es de vital importancia para ser competitivo.
La filosofía de hoy es que los profesionales compartan sus experiencias, tanto éxitos como fracasos
Pero los cambios empresariales no surgen solos. Vienen de la mano de su líder y marcados por una estrategia que serán las piezas clave para renovarse, seguir las tendencias actuales y llegar al éxito. Los líderes tienen que adaptarse a los nuevos tiempos, y necesitan una estrategia.
“La clave es aprender en un momento de cambios, de cosas nuevas y ejecutar. Hoy gestionar es aprender, y solo la implantación transforma la realidad”.
Así de claro lo explicaba José María Martinez, Consejero de APD Zona Levante y Presidente de Simetría, durante la bienvenida del foro económico-empresarial ‘Líderes con estrategia’ celebrado el pasado 19 de septiembre en Valencia. Una jornada de análisis en la que los principales expertos analizaron el nuevo líder como un auténtico estratega. ¿Cuenta con las habilidad y herramientas necesarias para ello?
Los directivos conocen la misión y visión de su empresa, los valores que las sustentan y la estrategia, pero hoy en día se parecen a otras de la competencia porque se enfocan en aportar las mejores experiencias a los clientes. Pero las empresas que están teniendo éxito, que quieren acelerar una transformación digital, ser más productivos, enfocarse a buenos resultados y RSC, requieren que las personas estén en el centro de esta estrategia.
“Los líderes ya no ponen el cliente en el centro, sino en el empleado. Por ello consiguen hacer cosas diferentes, porque motivan al empleado y consiguen más éxito. Hay que tener cultura del empleado para conseguir competitividad y exigencia», explicaba Xicu Costa, Director Territorial de CaixaBank en la Comunidad Valenciana.
La clave es aprender en un momento de cambios, de cosas nuevas y ejecutar. Hoy gestionar es aprender, y solo la implantación transforma la realidad
La filosofía de hoy es que los profesionales compartan sus experiencias, tanto éxitos como fracasos. Los empresarios 2019 son realistas y cautos, mejorando continuamente procesos. Vemos que liderar no es sencillo, pues los directivos deben ser ágiles en los cambios.
Como apuntó Bernardo Vargas, socio responsable de KPMG en la Comunidad Valenciana durante la presentación de la mesa redonda del foro en el que participaron empresas como CaixaBank, Fermax, Andreu World, Aquaservice y Grupo Marjal, “el liderazgo es el motor de mojar continua, un gran generador de valor. Debe favorecer el rendimiento empresarial y mejorar el clima laboral. La fusión de equipos y liderazgo van de la mano en la estrategia”.
Los participantes de la mesa redonda coincidieron y profundizaron en la necesidad de ejercer un tipo de liderazgo empresarial basado en la estrategia. Hay que saber liderar para lograr objetivos y para ello es imprescindible poner a las personas en el centro de la empresa llevando a cabo trabajo en equipo, formando a las personas que lo componen, dándoles recursos, motivación y poniéndoles en valor.
“Ya sea a través de estrategias de organización, localización, tecnología, etc., la realidad es que en la medida que tengamos al equipo compacto y trabajando conjuntamente, tendremos más capacidad de éxito”, compartía Jeremy Palacio, Director General Fermax.
Las personas en el centro, pero en el centro de la estrategia. Y, en este sentido, insistía Palacio, “la capacitación del empleado es fundamental”.
Hay que adaptarse a la velocidad de los cambios. Si ciclo de su producto antes podía ser de 15 o 20 años, ahora ha cambiado a 3. En Fermax, día a día observan cómo la tecnología va cambiando y ellos con ella, hasta llegar a ser una empresa 4.0 atractiva para terceros, plenamente inmersa en la transformación digital y con tecnología implementada.
En palabras de Jesús Llinares, CEO de Andreu World, “en España estamos invirtiendo en recursos para la capacitación de los empleados, formando y creando equipos para crear productos de categoría mundial, ganado así capacidad productiva para responder a la potencial demanda”. El experto recordó que trabajar en el mercado asiático y Europa en el sector del hábitat no es fácil, sobretodo buscando esa competitividad diferenciadora.
Antes los procesos eran más largos y analógicos: se trabajaba en papel, se daban de alta los contratos a mano, luego se pasaba la información al ordenador y se volcaba al sistema. Así es como la mayoría de los empleados en las empresas desarrollaron su carrera.
La mayor ventaja son los directivos que somos capaces de convertir los retos en oportunidades. El valor diferencial fundamente esta ahí, en esa capacidad directiva y empresarial
Ahora, más que nunca, el tejido empresarial se encuentra en una etapa de transformación digital. Así que a pesar de atraer al talento joven, también se debe instruir a esas generaciones no nativas digitales, coincidían Alberto Gutiérrez de Aquaservice y Javier Fur de Grupo Marjal.
Este último aprovechó su intervención para reforzar la idea de que ”la mayor ventaja son los directivos que somos capaces de convertir los retos en oportunidades. El valor diferencial fundamente esta ahí, en esa capacidad directiva y empresarial.
Fue Gutiérrez quien centró su discurso en la idea de que todo empieza con la cultura: «La estrategia no sirve de nada si no puedes ejecutar. La productividad se consigue teniendo un entorno de gente altamente motivada. Las personas motivadas son más productivas, creando procesos mínimos para que la gente tenga éxitos. Una gran responsabilidad de la productividad tiene que ver con las decisiones que tomamos como gestores».
Si además sumamos la globalización, la renovación generacional, las barreras institucionales que nos dificultan un mundo en el que competir con leyes de todos los países, etc., está claro que tomar la decisión correcta en la estrategia, es siempre una decisión arriesgada para un líder.
Según Llinares, «al final todos queremos organizaciones de alto rendimiento«. Una técnica que permita un sistema mejor de dialogo con la dirección es una técnica que puede ayudar a implantar la mejora continua. Porque, insistía el ejecutivo, «todo es tan cambiante y sensible a los cambios, que hay que tomar decisiones coordinadamente y en línea con la empresa, de forma ágil”.
Todos coincidieron en que hay un futuro con esperanza para la Comunidad Valenciana. Un futuro que, según Gutiérrez, pasa por contar con el valor añadido del talento: «Un talento fiel y no saltarín, cualificado y que habla más idiomas”, finalizaba Gutiérrez.
Existen diferentes tipos de liderazgo empresarial, pero todos ellos, al fin y al cabo, tienen como máxima liderar equipos, liderar personas.
Este fue el punto de partida y cierre que protagonizó la clausura de la mencionada jornada. En ella, Juan Antonio Alcaraz, Director General de CaixaBank, destacó la tendencia a nivel de gestión y a nivel internacional, en la que el mantra de poner a las personas en el centro sigue siendo el eje de trabajo.
«Primero el empleado, después el cliente. Necesitamos que en las organizaciones el empleado esté convencido de lo que quiere hacer. Porque quiere. Porque es su reto. La responsabilidad no está solo en la dirección. La organización se moverá si todos los empleados de la organización están alineados”, recordaba Alcaraz.
El CEO puntualizó que no se debe hablar de digitalización ni transformación digital, sino de transformar el negocio a un entorno digital: «Un entorno en el que las personas han cambiado sus hábitos de conducta y de relacionarse, y es imprescindible adaptar el negocio al nuevo ecosistema».
Si la entidad son las personas y las personas no están comprometidas, al final, es muy complicado que la estrategia salga adelante. La gestión de las personas es la base, pero ayudadas mediante herramientas de digitalización. «Si quieres que las personas de una organización lleguen a su objetivo, tienen que estar comprometidas, y hay que hacerlas avanzar invirtiendo en su desarrollo profesional», recomendaba Alcaraz.
Necesitamos que el empleado esté convencido de lo que quiere hacer. Porque quiere. Porque es su reto
«Cuando estás creando una estrategia, una transformación y te planteas qué vas a hacer, tienes que asumir riesgos. Es parte de ser líder. Un líder como tal, si toma una decisión estratégica debe creérsela y mantenerla hasta el final de su ejecución, teniendo claro que el liderazgo empresarial implica tomar decisiones para bien y para mal».
Al final, cualquiera que tome decisiones estratégicas tiene un aprendizaje profesional y personal el que hay que tener muy claro el orden de las prioridades. «Nuestro aprendizaje es que, si de verdad las personas son lo primero, el eje de la estrategia, todo lo demás será mucho más fácil», finalizaba el líder de CaixaBank.
