Empleados más conectados, una mejor agilidad operativa y una mayor flexibilidad se postulan como algunas de las principales ventajas del Smart Working, según los analistas. Pero hay mucho más. Vamos a ver cómo este enfoque laboral puede beneficiar a los equipos, a través de la libertad de elegir cuándo, cómo y dónde desarrollar las tareas.
Smart Working: hacia un modelo de trabajo deslocalizado
Cuando hablamos de Smart Working nos referimos a un escenario donde el trabajo flexible cobra todo el protagonismo. Según se destaca en el informe Trabajo deslocalizado; una solución eficiente elaborado por Opinno, tras la emergencia global vivida, somos partícipes de una reinvención de las formas de trabajo, a través de iniciativas que van desde los modelos de trabajo híbridos hasta modelos integrales deslocalizados.
Estamos, por tanto, ante la revolución del Smart Working, que ofrece a las plantillas, equipos de dirección y proveedores externos la posibilidad de trabajar en entornos seguros desde cualquier parte, pero con la máxima eficiencia.
12 ventajas del Smart Working para las empresas
La metodología de trabajo basada en el Smart Working ofrece escenarios digitales más inteligentes y eficientes, con una mejor gestión del talento y una mayor proyección laboral. Y todo ello proporciona a su vez ventajas como las siguientes:
- Múltiples equipos, una sola organización: gracias a comunicaciones y herramientas de colaboración digitales que facilitan las relaciones y comunicaciones en el campo laboral.
- Un único ecosistema digital: permitiendo un trabajo en cadena más eficiente y colaborativo.
- Fomento de la innovación y la co-creación: de la mano de plataformas de comunicación y colaboración que permiten trabajar en cualquier espacio de tiempo y lugar.
- Acceso seguro e inmediato a los datos: albergados en la nube, impulsando así una importante fuente de desarrollo de negocio.
- Gran cantidad de conocimiento procesable: en torno al comportamiento del cliente a partir de IA, Machine Learning y Analytics.
- Mejor experiencia de cliente: sobre la base de la omnicanalidad, de la mano de soluciones tecnológicas que analizan de forma inmediata sus datos.
- Trabajadores flexibles, organizaciones flexibles: aumentando así la productividad y proactividad ante cualquier cambio u obstáculo.
- Crecimiento del negocio, no del espacio: pues un nuevo puesto de trabajo no es sinónimo de un nuevo escritorio.
- Compromiso y conciliación laboral: gracias a tecnologías y dispositivos digitales que posibilitan a los empleados desempeñar sus funciones con flexibilidad e, incluso trabajar de forma asincrónica.
- Todos conectados: a través de plataformas de comunicación y colaboración que acercan a empleados, partners y colaboradores.
- Igualdad de acceso a herramientas digitales: ya que el puesto de trabajo digital no es un paradigma exclusivamente del sector terciario.
- Un imán para el talento millennial: pues un entorno digitalizado es factor de retención, captación y engagement de alto valor añadido.