5 Congreso Internacional RRHH
HUMAN LIVES MATTER
Razones por las que seguir apostando por las personas
Poder aprender a través de la experiencia es el sentido y la finalidad del aprendizaje experiencial. Un método pedagógico cuyos principales precursores son John Dewey y David A. Kolb y que, más allá del campo personal, proporciona importantes beneficios en entornos profesionales al acortar distancias entre la teoría y la práctica. Veamos en qué consiste el aprendizaje basado en la experiencia y cuáles son las ventajas de aplicarlo en las empresas.
El aprendizaje experiencial es una forma de aprendizaje basada en el conocimiento y la adquisición de habilidades a través de la experimentación. Probablemente, aprender por experiencia sea uno de los métodos más naturales y primitivos de aprender y que proporciona beneficios que no se obtienen mediante otros tipos de formación.
En palabras de Jon Zulueta, CEO de la metodología Team & Thought dirigida a directivos, en el aprendizaje experimental «se trata de utilizar la experiencia y mentalidad de otras personas para lograr resultados prácticos a tus desafíos de hoy».
El aprendizaje por experiencia, que ahora está tomando un mayor protagonismo en el mundo empresarial, tiene sus raíces décadas atrás. En los años 70 tenemos que hablar de teóricos como Kolb y Dewey, e incluso podemos remontarnos al propio Einstein para entender mejor el sentido del aprendizaje basado en la experiencia y trasladarlo al mundo de los negocios y la formación profesional.
¿Qué es el Aprendizaje Experiencial?
Actualmente, en un entorno VUCA (volátil, incierto, complejo y ambiguo), factores como la inestabilidad política y económica, la necesaria transformación digital o la retención del talento se encuentran entre las principales preocupaciones e inquietudes del directivo del siglo XXI. ¿Por qué? Nuevos actores pueden pasar de desconocidos a competidores en un solo salto tecnológico.
En la década de los 70 David Kolb, teórico y docente universitario estadounidense, desarrolló un modelo de aprendizaje basado en la experiencia. Kolb identificó dos dimensiones principales en el aprendizaje: la percepción y el procesamiento. A partir de ahí, defendía que el aprendizaje es el resultado de cómo las personas perciben y luego procesan lo que han percibido, es decir, se trata de un ciclo de aprendizaje experiencial. Además, Kolb estableció 4 etapas en su teoría del aprendizaje por experiencia:
Y a partir de estas 4 fases, Kolb identificó 4 tipos de perfiles que aprenden a través de la experiencia:
Las experiencias de aprendizaje significan una de las formas más naturales e instintivas que existen para aprender acciones como hablar, comer, beber, etc. Pero más allá de estas prácticas básicas, aprender a raíz de la experiencia permite desarrollar capacidades y habilidades también en entornos sociales y profesionales.
En la actualidad, este método de aprendizaje experiencial se ha convertido en una práctica muy común en las organizaciones que denominamos “learning by doing” ya que, tal y como asegura Zulueta, «sincroniza el momento en el que alguien identifica una problemática con el momento en el que alguien aporta una solución ya experimentada».
El aprendizaje basado en la experiencia dentro de las organizaciones implica cometer errores y buscar fórmulas creativas para desarrollar ideas y proyectos en equipo. Con su aplicación se desarrollan habilidades y actitudes que nos permiten crecer y aprender en el ámbito profesional.
Romper barreras de comunicación y de aceleración del aprendizaje es absolutamente necesario y ha de formar parte de la vida del directivo, según el CEO de Team & Thought
Desde Team & Thought insisten igualmente en que «en un mundo donde el entorno VUCA, con desafíos para las empresas, y donde se ha generalizado romper barreras de comunicación y de aceleración del aprendizaje, el aprendizaje basado en la experiencia es absolutamente necesario y debe formar parte de la vida del directivo».
Existen una serie de beneficios de aprender por experiencia que repercuten en la empresa a la hora de aplicar esta metodología de aprendizaje organizacional. Podemos enumerar hasta siete ventajas de aplicar el aprendizaje experiencial en las empresas:
Las experiencias vividas siempre nos aportan y enriquecen, ya que contribuyen a nuestro crecimiento personal. Y cuando crecemos como personas también lo hacemos como profesionales. Aprender por experiencia nos ayuda a fomentar el conocimiento sobre nosotros mismos (cómo somos y cómo nos comportamos ante determinadas situaciones) y ese autoconocimiento nos permite tomar decisiones basadas en la reflexión.
En la motivación del empleado está la clave del éxito y el sentimiento de superación es el motor del crecimiento empresarial. Con esta ecuación (motivación y superación) podemos resolver y desenvolvernos en situaciones que están por llegar basándonos en experiencias que ya hemos vivido y que nos han enseñado cómo actuar.
El aprendizaje experiencial fomenta las relaciones a todos los niveles: vertical y horizontal. Aprender haciendo exige colaboración, comprensión y retroalimentación. Se crean sinergias y se entrena la comunicación efectiva entre personas, pieza angular en la estrategia de la metodología. A nivel interpersonal facilita el proceso de integración para que haya mejoras en el trabajo en equipo.
Cuando nuestra confianza se ve reforzada nos sentimos más seguros y estables. Esta seguridad nos permite desarrollar habilidades, capacidades y aptitudes que impulsan nuestra figura como líder. Y es que, según el expertise de Team & Thought, «cuando una persona tiene la oportunidad de contrastar sus ideas abiertamente y en un entorno de confianza, llega a lograr un mayor convencimiento sobre las acciones que emprenderá». Y, a partir de ahí, es cómo se puede lograr un liderazgo de éxito a través de la experiencia.
A través de la empatía, la comunicación efectiva y la escucha activa, estamos sentando las bases de una relación sana de trabajo en equipo. Ser colaborativo y propiciar el cambio nos ayuda a establecer relaciones de confianza entre profesionales. Cuando trabajamos a base de prueba y error es habitual tener que cambiar de idea, ceder y ayudar a los compañeros a desarrollarse a través de tus aportaciones.
La interacción permanente entre la acción y la reflexión hace que la experiencia sea un aprendizaje organizacional rápido. Y es que aprendemos con las experiencias y tomamos decisiones según lo que hemos vivido. En base a ello construimos nuestro pensamiento crítico, que es el proceso por el que analizamos, interpretamos y evaluamos la información existente respecto a un tema determinado y a través del cual tratamos de esclarecer la veracidad de los hechos.
Como hemos visto, la empatía, el intercambio de ideas y la escucha activa son aspectos que se ponen en práctica con el aprendizaje experiencial. Estos valores, a su vez, favorecen las relaciones sociales, tan importantes y necesarias en el aprendizaje laboral.
En definitiva, podríamos resumir las ventajas del aprendizaje experiencial en las empresas con una frase de Albert Einstein: “El aprendizaje es experiencia, todo lo demás es información”.
Como explicaba Einstein, aprendemos gracias a la experiencia, y la formación en la empresa es una de las tareas más urgentes que tienen como reto las organizaciones de hoy en día. Incluir el aprendizaje experiencial en las formaciones internas sería un buen comienzo para fomentar esta metodología en las organizaciones. De este modo, conseguiremos involucrar a las personas y orientarlas a cometer errores sin ningún tipo de repercusión, solo como un método para buscar ideas y fomentar la creatividad a través de un aprendizaje basado en la experiencia.