La adopción del teletrabajo ha pasado de ser una solución temporal a una estrategia a largo plazo para muchas organizaciones. Está claro que los beneficios del teletrabajo para las empresas son muchos. Y es por eso que cada vez son más las organizaciones que implementan el teletrabajo por sus efectos positivos en la eficiencia, la conciliación laboral y el compromiso del equipo.
De esta forma, las compañías han encontrado también una herramienta que permite aumentar la productividad, a la vez que atraen talento cualificado. No solo se trata de entender, pues, qué es el teletrabajo, sino descubrir todo el potencial transformador de esta modalidad organizativa.
El teletrabajo ya no es una tendencia pasajera, sino una oportunidad para transformar la forma de trabajar. En España, el proyecto de ley 10/2021 de teletrabajo establece las bases legales para este modelo y define los derechos y obligaciones de empresas y empleados. Pero, más allá de garantizar su aplicación eficaz, las empresas deben también ser conscientes de las principales ventajas del teletrabajo para las empresas:
El trabajo remoto mejora el rendimiento individual al reducir interrupciones, desplazamientos y estrés. Al eliminar las interrupciones habituales del entorno de oficina se reducen las interrupciones, lo que permite a los empleados concentrarse mejor. Esto se traduce en un incremento del rendimiento individual, especialmente en tareas que requieren más concentración. Además, los trabajadores suelen organizar su jornada laboral de una forma más eficiente cuando tienen autonomía.
La adopción del teletrabajo puede suponer un ahorro considerable para las empresas. Por ejemplo, en el ahorro de alquiler de oficinas, suministros y servicios. Se reducen gastos no solo en alquiler, sino también en suministro de material, mantenimiento o servicios generales. De hecho, ya hay compañías que han apostado por optimizar su estructura de costes redimensionando espacios físicos y apostando por modelos híbridos.
Uno de los grandes beneficios del teletrabajo es el impacto positivo que tiene la conciliación en la vida personal y profesional. Lo que supone un aumento muy considerable de la motivación de los trabajadores. La flexibilidad horaria permite a los empleados gestionar mejor sus responsabilidades familiares y personales. Y eso repercute directamente en su bienestar emocional. Además, también ayuda a reducir el estrés o el agotamiento.
El teletrabajo y la flexibilidad horaria son dos muy buenas herramientas para fidelizar empleados y reducir la rotación. Cuando una empresa ofrece flexibilidad y demuestra confianza, la respuesta suele ser una mayor lealtad y compromiso por parte de los empleados. Y, por otro lado, reducir la rotación de personal no solo ahorra costes de selección y formación, sino que también preserva el conocimiento interno.
El teletrabajo elimina las barreras geográficas en los procesos de selección. Lo que permite contratar perfiles altamente especializados sin importar su ubicación. En un contexto en el existe la escasez de talento para determinados perfiles, como pueden ser la analítica de datos o la tecnología, esto ayuda a acceder a candidatos fuera de la sede central. Lo que puede suponer una ventaja competitiva crucial para la empresa.
El bienestar personal tiene una relación directa con el rendimiento y la permanencia en la empresa. Elegir trabajar desde casa o desde un entorno elegido por el empleado mejora la calidad de vida. Lo que se traduce en un menor desgaste físico y emocional, que favorece la fidelización del talento. Por otro lado, las organizaciones que priorizan la salud mental de sus equipos suelen ser más resilientes y obtener unos mejores resultados.
La posibilidad de trabajar desde casa reduce las ausencias por enfermedad o por circunstancias personales. En la mayoría de los casos, los empleados continúan sus tareas en remoto, incluso con dolencias leves. O en situaciones en las que, sin la existencia del teletrabajo y la flexibilidad laboral, requerirían de un día libre. Esto ayuda a mantener la continuidad operativa, lo que es especialmente relevante en momentos de crisis o picos de trabajo.
El teletrabajo también tiene un impacto directo en la sostenibilidad. Menos desplazamientos, o menos consumo energético en las oficinas supone un menor impacto ambiental. De esta forma, el teletrabajo también alinea a las empresas con las políticas de sostenibilidad y responsabilidad social corporativa. Un factor que es cada vez más valorado por empleados, y también por inversores.
El teletrabajo fomenta modelos de gestión basados en resultados y confianza mutua. Al desaparecer el control horario, se fortalece la autonomía de los equipos y la confianza mutua entre líderes y colaboradores. Es decir, se fomenta un entorno profesional más maduro y orientado a objetivos. Lo que favorece competencias clave como la responsabilidad y la autoorganización.
Las empresas que apuestan por el teletrabajo proyectan una imagen moderna y flexible. Esto es especialmente atractivo para las nuevas generaciones, que valoran la flexibilidad y el propósito de las organizaciones. Además, puede posicionar a una compañía como referente en modelos de trabajo del siglo XXI.
Así pues, en definitiva, apostar por las políticas de teletrabajo y flexibilidad laboral puede ser muy positivo tanto para las compañías como para los empleados. Los beneficios del teletrabajo para empresas van mucho más allá del ahorro: suponen una transformación cultural, una mejora del bienestar laboral y un incremento de la eficiencia. Es necesario adaptar la cultura organizativa, la forma de liderar y de gestionar a los equipos. Pero su implementación estratégica contribuye no solo a mejorar la productividad, sino también a fidelizar y captar talento.
