¿Cuáles son las competencias necesarias para saber cómo liderar en un entorno VUCA?
Liderar con éxito en las organizaciones se está convirtiendo, cada vez, en una tarea más compleja debido al contexto temporal en el que nos encontramos. La inmediatez y la capacidad para adaptarse marcan un entorno empresarial incierto y en constante transformación.
El escenario empresarial actual recibe el nombre de VUCA, que responde a las siglas en inglés de Volatily (V), Uncertatinty (U), Complexity (C) y Ambiguity (A). Este concepto comenzó a utilizarlo U.S. Army War College a principios de los años 90 para referirse al mundo multilateral que nació después de la Guerra Fría. Un mundo que se caracterizaba por ser más volátil, incierto, complejo y ambiguo que antes. Sin embargo, no fue hasta la crisis financiera de 2008 y 2009, cuando el término adquirió gran presencia en el desarrollo del liderazgo de las organizaciones.
Liderar en un entorno VUCA implica cambiar la manera de formarnos. La formación en el ámbito de la empresa puede entenderse desde dos puntos de vista: el desarrollo horizontal y el desarrollo vertical.
El desarrollo horizontal se refiere a aquel en el que la persona adquiere nuevos conocimiento sobre áreas que ya conoce, mientras que el desarrollo vertical trata de mejorar la capacidad de pensamiento. En un entorno VUCA no sabemos qué va a venir ni qué va a pasar, por ello es importante trabajar nuestra capacidad de reacción y trabajar con diferentes escenarios para actuar con rapidez.
Para trabajar en un entorno VUCA, un líder ha de ser capaz de adaptarse a los continuos cambios con rapidez, agilidad y constancia, por delante de sus competidores pues, de no ser así, se verán abocadas al fracaso.
No puedes impedir una gran catástrofe, pero sí construir una organización que esté dispuesta a luchar
Decía Peter Drucker que “no puedes impedir una gran catástrofe, pero sí construir una organización que esté dispuesta a luchar, con una moral alta, que sepa comportarse, que confíe en sí misma, donde las personas tengan confianza mutua… Porque sin confianza, no lucharán”.
En un entorno de incertidumbre buscamos la confianza de aquellos que actúan con integridad, que podemos entenderla desde dos planos: el externo y el interno.
La integridad externa está directamente relacionada con la confianza que los demás depositan en ti, conectada con tu carácter como líder. Las contradicciones entre lo que dice un líder dice ser y su comportamiento impacta, negativamente, en su integridad y la confianza que genera en el equipo.
La integridad interna conecta con la recepción regular de feedback. Es el propio líder quien hace un análisis interno sobre las diferencias que hay entre su comportamiento y los principios que dice tener.
Para trabajar en un entorno VUCA, un líder ha de ser capaz de adaptarse a los continuos cambios con rapidez, agilidad y constancia, por delante de sus competidores pues, de no ser así, se verán abocadas al fracaso.
En un entorno VUCA, las organizaciones han de enfocar a sus equipos a trabajar en colaboración, por proyectos y mejorando la comunicación entre ellos. Esta nueva forma de trabajo está más centrada en las personas y en los conocimientos. Son planteamientos para conseguir la flexibilidad, el dinamismo y las respuestas requeridas por el nuevo entorno competitivo.
La constancia y la determinación en la toma de decisiones es otra de las competencias que debe tener en cuenta un líder que quiera aplicar el método VUCA. Trabajar orientado a resultados, poniendo en marcha las acciones que sean necesarias a cada momento para cumplir los objetivos fijados.
Además, han de tener la capacidad de organizarse para sacar lo mejor de sí mismos y del equipo que les rodea. Esa determinación en la toma de decisiones, sumado a la humildad y la empatía, harán que se generen escenarios de éxito.
El modelo de liderazgo VUCA exige que el líder consiga una conexión emocional con el equipo, es decir, que exista respeto e interés genuino por el otro. Conocer qué es lo que necesita cada uno de los miembros generará un ambiente de confianza que permitirá sacar lo mejor de cada uno, consiguiendo grandes resultados.
Saber transmitir los mensajes adecuados a los diferentes interlocutores será fundamental para afrontar la comunicación en un entorno VUCA, así como entrenar nuestra capacidad de persuasión. Uno de los puntos fundamentales es también ser coherentes con nuestro mensaje, es decir, que lo que trasmitimos vaya en consonancia con lo que mostramos.
Como decía Henry Ford, “el fracaso es una gran oportunidad para empezar otra vez con más inteligencia”. Siguiendo estas palabras del fundador de la compañía Ford, resulta sencillo saber qué implica esta competencia. En un momento de incertidumbre como el actual, no conseguir los resultados esperados con nuestras acciones no significa un fracaso sino que debemos replantearnos el plan de acción para corregir los posibles errores cometidos. Un líder VUCA debe tener la agilidad suficiente para detectarlos y actuar, a la mayor brevedad posible, en consecuencia.
Estas son algunas de las competencias que los líderes han de tener en cuenta para gestionar y trabajar con sus equipos en el entorno de incertidumbre en el que nos encontramos.
Un momento de transformación que requiere nuevos modelos de negocio y organizaciones que no solo mejoren su productividad sino que también impulsen la participación, colaboración, agilidad y motivación de todo el equipo.
Y tú, ¿estás preparado para el cambio?