Involucración temprana del consultor de riesgos y seguros para una transición energética de éxito

La Tierra se está sobrecalentando debido a las emisiones de gases de efecto invernadero, principalmente el CO2. Para luchar contra esta crisis climática, los líderes mundiales se comprometieron a garantizar emisiones Cero Neto a nivel mundial antes de 2050 con el fin de mantener el calentamiento por debajo de 1,5°C (COP26). Para alcanzar este objetivo, la herramienta principal es la transición energética que consiste en cambiar de un sistema energético basado en los combustibles fósiles a uno de bajas emisiones o sin emisiones de carbono, basado en fuentes renovables.  Llegados a este punto, irrumpe en el panorama del sector asegurador la figura del consultor de riesgos, para dar cobertura a las necesidades que surjan de la transición energética de la actividad económica.

El consultor de riesgos como facilitador del cambio

Esta descarbonización se caracterizará por la electrificación de toda actividad económica y el desarrollo de nuevas tecnologías, tanto para la fabricación de nuevos vectores energéticos como el H2 Verde y el Biofuel, como para la adopción de estos vectores en la actividad económica en aquellas actividades que no se puedan electrificar. Estas tecnologías prototípicas, nuevos modelos comerciales y nuevas cadenas de suministros impactarán en los riesgos y las necesidades de seguros de toda actividad económica y es ahí donde el sector asegurador debe jugar y jugará un papel importante como facilitador del cambio. 

Aunque su generación y utilización no son nuevos para el sector asegurador, nos enfrentamos a una serie de desafíos debido al nuevo tipo de Hidrógeno (H2 Verde), y a la escala y velocidad de su adopción

El sector asegurador puede facilitar la innovación ayudando a entender mejor tanto el riesgo de estas tecnologías en sí mismas como su impacto en los riesgos de su empresa. También puede ayudar a diseñar acciones de mitigación de riesgos, o desarrollando buenas prácticas y normas o protocolos. Finalmente, el sector está ya desarrollando nuevos productos para responder a tamaño reto. Pero este trabajo requerirá tiempo y la involucración temprana del consultor de riesgos será más necesaria que nunca, siendo ya una práctica habitual. 

Las mejores decisiones para la Transición Energética 

Aon está muy comprometida en la lucha contra la crisis climática y entre las varias actuaciones destaca la creación de una Vertical Industrial de Transición Energética como centro de excelencia en todo lo referente a la descarbonización de la actividad económica. Ofrecemos asesoría a nuestros clientes para que puedan tomar las mejores decisiones. Concretamente: 

• Análisis Riesgos: Identificando y evaluando los riesgos de un proyecto o una cartera de activos. Esto es particularmente importante en este sector debido al uso de tecnología prototípica como es la electrólisis de hidrógeno a pesar de que el hidrógeno ha estado en uso dentro de refinerías durante muchas décadas. 
• Mitigación: Asesorando a los clientes en las mejores maneras de mitigar los riesgos. Trabajamos juntamente con nuestros clientes para desarrollar y ejecutar actuaciones para reducir el riesgo de sus actividades. 
• Transferencia: Transfiriendo riesgos resultantes al mercado asegurador y ofreciendo nuestras relaciones con el sector asegurador para permitir la transferencia económica de ciertos riesgos para lograr los resultados deseados. 

Desafíos en torno al H2 Verde 

Si profundizamos un poco en uno de los pilares de la descarbonización como es el Hidrógeno, aunque su generación y utilización no son nuevos para el sector asegurador, nos enfrentamos a una serie de desafíos debido al nuevo tipo de Hidrógeno (H2 Verde), y a la escala y velocidad de su adopción. En este sentido, podemos distinguir los siguientes riesgos: 

1) Producción: 

• Intermitencia de la alimentación eléctrica proveniente de fuentes renovables.  
• Diseño de la planta de producción y experiencia del operador. 
• Garantía de desempeño de los Electrizadores. 
• Tecnologías emergentes. 

2) Almacenamiento y Transporte: El H2 preocupa específicamente debido a su elevada inflamabilidad y al riesgo de explosión por fugas en gran medida consecuencia de su permeabilidad, fragilización y la fatiga asistida por hidrógeno.  

3) Operación: La adopción de Hidrogeno en ambientes no acostumbrados a trabajar con productos inflamables y con menores estándares de seguridad.  

4) Cadena de suministro más amplia: Exposición al Lucro Cesante: tanto la producción como el transporte y utilización de hidrógeno involucran a equipos especializados de alta tecnología, lo que significa que la disponibilidad de piezas y repuestos críticos puede generar pérdidas significativas debido a los plazos de entrega involucrados en la reparación o el reemplazo. 

La principal recomendación que podemos hacer a todas las empresas que se encuentran planificando su transición energética es que involucre a su consultor de riesgos desde la fase más temprana. Así, se evitarán retrasos o sorpresas en las potenciales coberturas de seguros, se podrá conseguir una correcta planificación financiera en un periodo conocido el de la “Gran Volatilidad” (Crisis COVID-19, Rotura Cadenas Suministro Globales, Crisis Climáticas, Incertidumbre Económica, Guerra Ucrania…) y, finalmente, los financiadores se sentirán cómodos con el apoyo del sector asegurador.