En el contexto actual, la economía circular se erige como un modelo crucial para la sostenibilidad, propiciando un uso más eficiente de los recursos y fomentando un cambio significativo en las prácticas de producción y consumo.Su implementación efectiva en nuestro país ve reflejada en iniciativas como el Plan España Circular 2030, que establece objetivos ambiciosos: una reducción del 30% en el consumo de materiales y una disminución del 15% en la generación de residuos para 2030. Para impulsar un cambio sustancial en la forma en que las empresas utilizan los recursos es determinante entender qué es la economía circular y cómo puede impulsar el crecimiento económico y la creación de empleo.
La economía circular es uno de los conceptos clave que se incluyen en el marco del desarrollo sostenible. El modelo económico lineal actual (extracción, fabricación, utilización y eliminación) en el que predomina un consumo de usar y tirar ya no es sostenible como consecuencia del agotamiento de los recursos naturales y los combustibles fósiles. Por eso es necesario pasar a un modelo de producción económico basado en la optimización de recursos que permitan cerrar el ciclo de vida de los productos.
La propuesta de la economía circular pasa por redefinir nuestros hábitos de compra y consumo para evitar que se sigan derrochando los recursos naturales
Uno de los pilares de la economía circular es el de las tres R: Reducir, Reutilizar y Reciclar. Solo con el reciclaje ya no se van a solucionar los grandes retos medioambientales a los que nos enfrentamos, por lo que la propuesta de la economía circular pasa por redefinir nuestros hábitos de compra y consumo para evitar que se sigan derrochando los recursos naturales y la pérdida de biodiversidad. Es decir, alargar al máximo posible la vida de los productos para preservar su valor, reducir la dependencia de las materias primas y reintroducir en el circuito económico los productos reciclados, fomentando así una economía circular que maximice el uso de recursos y minimice el impacto ambiental
Además de los beneficios ambientales obvios, como la reducción de emisiones de gases, de generación de residuos o del impacto ambiental que genera la extracción de materias, la economía circular es creadora de riqueza y de empleo. Estos son algunos pasos a tener en cuenta en un plan de acción para fomentarla:
¿Cómo evitar la obsolescencia tecnológica en las empresas? Cada vez son más las empresas que reparan los productos tecnológicos en lugar de reponerlos. Pese a que, a menudo, la tecnología puede quedar obsoleta rápidamente, reparar los activos tecnológicos de forma sostenible antes que tirarlos es más importante que nunca.
En las oficinas (y en nuestras casas) hay muchos productos habituales que son de usar y tirar. Para mejorar la sostenibilidad, es recomendable sustituirlos por artículos que tengan una larga vida útil y que no sean desechables. Vasos o botellas de agua, cajas, bolsas de plástico o servilletas, son solo algunos de los productos desechables a los que estamos más acostumbrados y que se pueden sustituir.
Dentro del ahorro de recursos que promueve la economía sostenible, uno de los más importantes es el de la energía. Son muchas las cosas que se pueden hacer en las empresas para ajustar el gasto energético, desde utilizar bombillas de bajo consumo hasta hacer un mejor uso de la climatización.
Otras medidas que se pueden tomar también son la configuración de los equipos en modo “Ahorro de energía” o apagar impresoras y fotocopiadoras durante la noche y los fines de semana (se estima que solo con esto se ahorraría un 10 % del consumo de energía de estos aparatos).
Hay muchas compañías que ya aplican el concepto de diseño circular a sus productos. El objetivo no es otro que optimizar el diseño de los productos para aumentar la eficiencia energética y reducir las emisiones. El diseño circular permite, en este sentido, que desde el inicio del proceso de creación de un producto, el diseño se hace teniendo en cuenta la capacidad de adaptación, el reciclaje, la recuperación de piezas o la renovación. Es decir, crear productos que ya desde el inicio estén concebidos para ser eficientes y reutilizados, y no para ser usados y desechados.
Muchas investigaciones indican que el ahorro de recursos que permite la tecnología digital de la información y la comunicación es mayor que el aumento de la huella causada por el despliegue de esa tecnología. Así pues, las infraestructuras digitales impulsan un uso más eficiente de los recursos. El cloud, los centros de datos centralizados y la conectividad remota permiten reducir el volumen de hardware, o al menos usarlo de forma más eficiente.
El cambio de paradigma hacia la economía circular no se puede concebir sin nuevas tecnologías que permitan automatizar tareas o abaratar costes en los procesos productivos. Inteligencia Artificial, Blockchain, Big Data o Internet of Things serán claves para generar valor y conseguir productos y servicios más circulares. Las empresas que inviertan en estas nuevas tecnologías podrán optimizar sus procesos, mejorar su eficacia e incrementar su competitividad, a la vez que mejoran en la reutilización de productos y la gestión de residuos.
El cambio de paradigma hacia la economía circular no se puede concebir sin nuevas tecnologías que permitan automatizar tareas o abaratar costes
Para hacer frente a los retos medioambientales, económicos y tecnológicos que existen hoy en día, será imprescindible la colaboración y la coordinación entre los agentes económicos, sociales y las administraciones públicas. Solo así será posible el paso de una economía lineal a una economía circular. También es importante buscar alianzas con otras empresas y organizaciones para compartir recursos, conocimientos y tecnologías
Pasar de un modelo lineal a un modelo de economía circular requiere un proceso de transformación que fomenta la creación de negocios que sean circulares ya desde su propia base. Eso hace que se abra la oportunidad de crear nuevos modelos de negocios, que sean sostenibles, resilientes y que aporten valor desde un punto de vista tanto ambiental como social.
Para acelerar una transición hacia una economía circular es determinante revisar y mejorar los procedimientos existentes en todo ciclo productivo para maximizar la eficiencia y minimizar el desperdicio. Esto puede incluir la implementación de tecnologías más eficientes, la reingeniería de procesos de producción para reducir el consumo de recursos o la adopción de prácticas que permitan la reutilización de materiales.
Realizar una auditoría de recursos es un paso crucial para las empresas que buscan adoptar un enfoque circular. Esta auditoría implica un análisis detallado del uso de recursos en toda la organización, identificando dónde y cómo se consumen los materiales y la energía, y dónde se generan los residuos. Esta evaluación ayuda a las empresas a entender sus flujos de materiales y a identificar oportunidades para mejorar la eficiencia, como la sustitución de materiales por opciones más sostenibles o la reducción del uso de recursos no renovables. La auditoría de recursos proporciona una base de datos esencial para tomar decisiones informadas y estratégicas hacia la sostenibilidad.
Fomentar una cultura de sostenibilidad es esencial para implementar con éxito la economía circular en una empresa. Esto implica crear conciencia y compromiso entre los empleados con respecto a las prácticas sostenibles y la importancia de reducir el impacto ambiental. La formación y la educación juegan un papel crucial en este proceso, así como la incorporación de la sostenibilidad en los valores y la misión de la empresa. Al fomentar una mentalidad que valora la reducción, reutilización y reciclaje, los empleados se convierten en actores clave en la identificación y ejecución de prácticas circulares, contribuyendo a un ambiente de trabajo más ecológico y responsable.
En conclusión, la adopción de la economía circular como una de las herramientas de sostenibilidad en las empresas, no es solo una medida para la sostenibilidad ambiental, sino una estrategia inteligente para el crecimiento económico. Al integrar prácticas circulares, las empresas no solo contribuyen a la conservación de recursos y la reducción del impacto ambiental, sino que también abren caminos para la innovación, la eficiencia operativa y la creación de nuevas oportunidades de mercado. Al tomar medidas hoy, las empresas no solo aseguran su viabilidad futura, sino que también lideran el camino hacia un futuro más sostenible y resiliente.