La digitalización está transformando todas las áreas de las organizaciones, y en ámbitos como el de la gestión de personas su repercusión es todavía más importante. Hoy, la aplicación de herramientas como Analytics, se traduce en datos cada día más imprescindibles para medir resultados, poder planificar y gestionar la fuerza del trabajo o captar y gestionar el talento.
Los responsables de Recursos Humanos se encuentran ante un nuevo paradigma en el que pueden traducir con precisión la labor real de los trabajadores. Hoy, los datos se transforman en decisiones. Pero, ¿cuáles son los objetivos de estas novedosas herramientas? ¿Cómo ayudan a las organizaciones? ¿Y a los trabajadores?
Hablamos con Fernando Iñiguez, Manager People Advisory Services EY.
Las nuevas capacidades analíticas permiten gestionar personas de forma parecida a la manera en la que se gestiona un área de negocio, donde se busca y mide el retorno de las inversiones que se realizan. Gracias a ello el área de RRHH es capaz de medir y poner en valor su contribución a la compañía.
Básicamente los objetivos son los mismos que los modelos tradicionales: mejorar la productividad, el poder innovador y la satisfacción de las personas. La tecnología para la gestión de personas ayuda a poner al empleado en el centro de la organización. El análisis de datos, permite mejorar la propuesta de valor de la compañía, ofreciendo soluciones más personalizadas a colectivos diversos y globales, con necesidades distintas que trabajan bajo un mismo objetivo.
El proceso debe ser evolutivo y depende del nivel de madurez de partida. Es clave definir y preparar el modelo de datos y dotarse de capacidades analíticas para evolucionar progresivamente desde casos de uso más sencillos hasta modelos prescriptivos.
La actividad de RRHH tradicionalmente se ha dirigido en base a experiencia e intuición. Un enfoque data driven significa que las diferentes actividades del área se definen y articulan de manera científica en base a lo que los datos pueden prescribir, optimizando la toma de decisiones y las inversiones del área.
Por supuesto. Dicho enfoque requiere un cambio de mindset, de conocimientos y habilidades por parte de los profesionales.
Existen diferentes perfiles profesionales ligados a esta disciplina que integran conocimiento funcional o de negocio, conocimiento estadístico / matemático, conocimiento tecnológico y de programación.
Su objetivo claro es mejorar las decisiones de futuro en las organizaciones. Decidir qué talento será necesario, en qué momento y con qué capacidades. Así mismo, mejorar el compromiso y satisfacción del empleado a través de un mayor conocimiento del mismo, es un ámbito clave.
Mejorar las herramientas de selección, diseñar acciones de retención de talento o predecir el éxito de un programa formativo son algunas de las innumerables casos de uso que cada vez tienen más protagonismo en las organizaciones.